EL LICEO ABRE SUS FUNCIONES ESCENIFICADAS CON 'LA FORZA DEL DESTINO' DE VERDI

      Tras la visita del Festival de Bayreuth a comienzos del pasado septiembre, el Liceo retoma su programación escenificada con una larga tanda de funciones de "La Forza del Destino" de Verdi. En el cartel, tres repartos se alternarán durante las catorce funciones previstas. En el primero, V. Urmana, M. Giordani y L. Tezier (que debuta en el rol de Don Carlo di Vargas) al frente de los tres personajes principales. M. Carosi, A. Kim y L. Stoyanov en el segundo reparto. Y N. Fantini, Z. Todorovich y L. Salsi en el tercero. Les acompañarán, en los roles secundarios, M. Cornetti, A. Smirnova, V. Kowaljow y C. Colombara, entre otros. En el foso, de nuevo la batuta enérgica e italianísima de Renato Palumbo, que firmó ya el pasado julio una enérgica y lírica recreación de la "Aida" verdiana en el coliseo barcelonés.

      Al frente de la propuesta escénica se sitúa el veterano Jean-Claude Auvray, en una coproducción del Liceo con la Ópera Nacional de París, donde se estrenó la pasada temporada. Auvray ha optado en este caso por aproximar su dramaturgia al siglo XIX, en concreto a los compases de la Italia del Risorgimento, precisamente en conexión con el contexto de composición que rodeó a Verdi al escribir esta partitura. Contexto político con el que Auvray entiende que la acción que se sucede en "La Forza" guarda una singular relación, ahondado con ello en la continuada vocación política que está detrás de tantos títulos verdianos.

      En una nota informativa, el Liceo alude a que será la primera vez que se represente en el coliseo catalán la versión íntegra de este título verdiano; es decir, la revisión de 1869 firmada por Verdi para la Scala de Milán, en cuatro actos, firmada siete años después de su partitura original estrenada en San Petersburgo. Para el estreno italiano de "La Forza", Verdi encargó a Antonio Ghislanzoni la revisión del libreto, después de que Piave enfermara drásticamente, resultando con ello una versión con más unidad dramática y numerosas revisiones y añadidos, entre ellos un final menos abrupto y truculento (en la versión original fallecían al final los tres protagonistas, cosa que no sucede así en la revisión de 1869). En esta ocasión, además, la conocida obertura se sitúa después del primer acto, que hace así las veces de un prologo, al modo del que figura al comienzo de "Simon Boccanegra", poniendo ya en marcha "la fuerza del sino" que irá hilando el desenlace de los siguientes cuadros.

En otro orden de cosas, las funciones levantarán el telón con total normalidad después de que la huelga prevista por los trabajadores se desconvocara tras alcanzarse un acuerdo entre el comité de empresa y la dirección del teatro, con el compromiso de negociar un nuevo convenio colectivo a partir del día 15 de octubre.