Publican el vídeo completo de la cámara del director de la última Tosca que dirigió Herbert von Karajan, meses antes de morir
Un documento importante
Por Aurelio M. Seco | @AurelioSeco
La facilidad con que obtenemos algo contribuye a restarle importancia. Cuando estudiaba en Santiago de Compostela, recuerdo pasar meses escuchando, día tras día, algunas versiones musicales divinas. Lo hacía en la fonoteca de la ciudad, cuando costaba bastante solicitar que te pusieran un disco de vinilo. Había que desplazarse al edificio y cubrir una ficha para que alguien bajase al archivo y lo pusiera sobre el plato con sus propias manos, así que cuando quería volver a oír un determinado fragmento, incluso más de una vez, había que poner a prueba nuestra personalidad y la del encargado, un funcionario cuyos intereses musicales no iban más allá de las canciones sin partitura de moda entonces.
Internet ha supuesto una revolución. Tenemos a mano, para oír tantas veces como queramos, aunque con preludios e intermedios publicitarios, miles de documentos artísticos excepcionales que no siempre valoramos en su justa medida. Recuerdo perfectamente el día que una tienda de discos de Pontevedra recibió por fin el CD de los Estudios de Chopin grabados por Maurizio Pollini que yo tanto necesitaba oír. Hoy tenemos en Youtube y Spotify todas las grabaciones que queramos.
Pero el privilegio de apreciar lo excelente permanece para quienes son capaces de valorarlo. Así, de vez en cuando, algún apasionado de la música o simplemente una persona que quiere tener más visitas en su canal, publica algún documento realmente importante. Es lo que ha pasado recientemente con la grabación de la cámara del director de la ópera Tosca, de Puccini, dirigida en 1989 por Herbert von Karajan, con la Filarmónica de Berlín y un reparto en el que están los nombres de Alain Fondary como Scarpia, Piero di Palma como Spoletta, Gottfried Hormik como Angelotti, Josephine Barstow en el papel de Tosca y Luciano Pavarotti en el de Mario Cavadossi. En el vídeo se ve a un Karajan magistral en lo artístico, pendiente de hasta los más mínimos detalles de la obra. Un Karajan muy deteriorado en lo físico, que dirige sentado y con las manos encorvadas, con esas formas suyas que, en los últimos años, se estilizaron como un caso límite gestual, como Abbado. Las voces, incluidas las de Luciano Pavarotti, se oyen en la lejanía de las imágenes, que tienen al gran maestro Karajan como protagonista absoluto. Ya en el libro de Leone Magiera se explicaba la fascinación de Pavarotti por Karajan, un director al que admiraba por encima de Kleiber, por ejemplo, y cuyo trabajo observaba siempre que podía, incluso viajando en avión a propósito. La grabación que se acaba de publicar es del 24 de marzo de 1989, en el Festival de Pascua de Salzburgo. Pocos meses después, el 16 de julio, Karajan fallecía, pero no para morir, sino para vivir eternamente.
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