Crítica: Concierto ofrecido por el pianista chino Jue Wang y la directora Julia Jones en Oviedo

 La Voz de Asturias (6/12/09)

Lugar: Auditorio de Oviedo; Fecha: 4 de diciembre; Ciclo: Jornadas de Piano "Luis G. Iberni"

JUE WANG, EL PIANISTA VIRTUOSO

Las Jornadas de Piano "Luis G. Iberni" ofrecieron la oportunidad de escuchar a Jue Wang, un prometedor pianista chino, modesto en las formas pero de enorme brillantez técnica, que venía de ganar el Concurso de Piano de Santander. Interpretó el Concierto para piano y orquesta nº 1 de Chaikovski, obra dificilísima que tocó como si nada, con una facilidad técnica tan apabullante que incluso llegó a resultar demasiado fría. La versión, que no terminó de llegar en toda su emotividad, sirvió para demostrar la diferencia entre un pianista de intachable técnica y un intérprete de profundo gusto interpretativo, entre tocar bien y emocionar tocando. Tampoco ayudó la rapidez con que se interpretó la obra, ni la forma de acompañarle, que restó muchísimo encanto, por ejemplo, al bellísimo segundo movimiento. Wang obtuvo una soberbia versión de uno de los conciertos para piano más complicados del repertorio, pero sin lograr hacer de la obra una recreación realmente inspirada. De propina, un Tango de Albéniz exquisito en las formas, pero algo frío en el fondo. En realidad, algo parecido sucedió también con el trabajo de Julia Jones, una directora de calidad, seria, bastante clara en el gesto, exigente con la orquesta, y con un gusto interpretativo que no renuncia a la enjundia expresiva, pero que no termina de hacer fluir del todo lo que la obra puede llegar a decir. Es como si la directora pusiera por delante la seriedad de sus convicciones por encima de la profundidad expresiva de la partitura. Con todo, su versión de la Sinfonía nº 2 de Sibelius sonó compacta y diligente, dentro de una expresiva contundencia en la que la Oviedo Filarmonía se sintió cómoda y a gusto con el trabajo de una directora que a buen seguro repetirá con la orquesta. Fue agradable ver contenta a la Oviedo Filarmonía, pero también hubiera estado bien que la factura musical del viento madera hubiera estado a la altura, y que las versiones de la directora hubieran podido ir algo más allá.