La JONDE dio comienzo al 2013 con un encuentro sinfónico en Zaragoza, preparando las obras del programa que han interpretado en el Auditorio de esta ciudad los días 12 y 13 de este mes, y que llevarán el día 14 al Teatro de la Zarzuela. El proyecto de la JONDE merece de entrada un elogio. Y es que no abundan las formaciones jóvenes con decidido y declarado apoyo institucional público. Y mucho menos, los proyectos en los que se amalgame con tan buen juicio la formación musical con el desarrollo personal. Los encuentros de JONDE, y lo cuentan todos los que han pasado por ella, dan lugar a un intercambio fraternal de experiencias musicales y vitales entre jóvenes músicos en pleno crecimiento.
El programa ofrecido por la JONDE el domingo 13, en concierto matinal, comenzó por una primera parte dedicada a la música española y francesa de inspiración orientalizante. Se interpretaron obras de J. Gómez, C. Debussy, M. de Falla, R. Chapí y J. M. de Usandizaga, éste ya en la segunda mitad del concierto. Todo ese conjunto de obras, de muy diversa valía e interés, da clara muestra de la riqueza musical que produjo el encuentro entre Europa y su Oriente, desde mediados del siglo XIX. El exotismo y fascinación de los músicos franceses y españoles por la cultura oriental dio lugar a partituras de gran riqueza melódica e innovadora orquestación, y resultan además ocasión espléndida para calibrar el desempeño técnico y emocional de la JONDE, que sonó en todo momento empastada, firme, con un sonido seguro y técnicamente resuelto. De esta primera parte, quizá lo más logrado fue la pieza de Chapí titulada Los gnomos de La Alhambra, de rica orquestación, de clara inspiración 'nibelunga', podríamos decir. Una partitura muy bien ejecutada, salvo por algún esporádico desajuste y a pesar de que el público interrumpió la continuidad de la obra, aplaudiendo al acabar cada uno de su movimientos.
Compartir
Aviso: el comentario no será publicado hasta que no sea validado.