El nombre de Jorge Tabarés [Sagunto, 1996] ya suena con fuerza en algunos de los más interesantes círculos musicales de nuestro país. Sin haber cumplido los 25, Tabarés ha empezado a desarrollar una interesante trayectoria como compositor. Su Preludio número 4, tocado por él mismo el 24 de marzo de 2019 en el Auditorio de Zaragoza es un ejemplo de escritura de gran calado pianístico. Acaba de publicar además su primer trabajo discográfico, otro paso interesante por el repertorio y la ocasión. «¡Amigos! Estoy muy contento de anunciar la publicación de mi primer CD, Tribute to Alicia, con la discográfica KNS Classical. Me alegra mucho ver la culminación de estos últimos 2 años de trabajo. El CD tiene como objetivo servir como un modesto tributo a una de las pianistas más importantes del siglo XX, Alicia de Larrocha. El programa incluye piezas de grandes compositores españoles, como Antonio Soler, Oscar Esplá y Federico Mompou, y también incluye 4 piezas compuestas por Alicia de Larrocha. Estas piezas son una novedad para la mayoría de nosotros, pues han sido publicadas de manera póstuma por su hija, Alicia Torra de Larrocha en 2014. Son piezas maravillosas, y genialmente escritas, que nos llevan desde despedidas agrias y honda nostalgia, a exuberancia folclórica, virtuosismo pianístico y danzas pícaras. Este es un proyecto muy especial para mí, el cual tenía muchas ganas de compartir», explica el pianista en un post público de su Facebook, sin olvidarse de nombrar a dos de sus maestros: «Irina Morozova y Lowell Liebermann, a quienes debo todo cuanto he conseguido estos últimos años. A la Fundación Rafael del Pino por su inestimable patronazgo durante estos dos últimos años».
En mayo del 2018, Tabarés completó sus estudios de grado para la doble carrera de piano y composición con beca de mérito, en Mannes School The New School for Music, en la ciudad de Nueva York, una ciudad a la que viajó por «decisión propia. Nueva York es una ciudad que empezó a cautivarme desde mucho antes de irme allí a estudiar. Diría que sobre todo fui influenciado por todas las experiencias fantásticas que me transmitían amigos músicos, que ya habían hecho su carrera allí, y que me animaban a que me aventurase hacia los Estados Unidos. Quien más me inspiró y me ayudó fue, sin duda, Josu De Solaun, un gran pianista valenciano al que admiro profundamente. También es cierto que Nueva York es una ciudad que ofrece un sinfín de posibilidades, no sólo a músicos, sino a todos los artistas en cualquier campo. Hay allí una cultura musical arraigada muy fuerte», explicaba el compositor en su día en una entrevista concedida a Las Provincias. El disco , editado por KNS Classsical, ya está disponible en Spotify y iTunes.
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