Por Robert Benito
Barcelona. 27-X-2017. Teatro del Liceo: Ensaladas de Mateo Flecha el Viejo: La Justa, El fuego, La Negrina y La Bomba, de Bartomeu Cárceres: La Trulla. Obras instrumentales de Francisco Correa de Araujo: Tiento de 6º tono y Sebastián de Aguilera: Obra de 8º tono. X Acadèmia de Formación professional de recerca I d’interpretació musical. Solistas de la Capella Reial de Catalunya, Jove Capella Reial de Catalunya y Conjunto instrumental. Dirección: Jordi Savall
La presente temporada del Liceu se ha abierto a músicas que van más allá del repertorio standard. Hace unas semanas pudimos ver un ejemplo del barroco hispanocon la mezzo Magdalena Kocena, y en unas fechas breves veremos nuevamente en concierto otra de las obras clave del primer barroco, L’incoronazione di Poppea de Monteverdi en la prometedora version de Spinosi.
Este fin de semana pudimos gozar en directo de un concierto con músicas del renacimiento español más divertido, extraño y variado de lo que se creaba en Europa allá por el s.XVI, las famosas Ensaladas, y que tanto éxito internacional le reportó en su momento a Jordi Savall su primera grabación de estudio de este género tipicamente español.
A parte del repertorio que ya tenía interés en si mismo la propuesta de Savall añadía su version con la ejecución de jovenes intérpretes procedentes de esa iniciativa que ya se consolida con su decimal edición la Acadèmia de Formación professional de recerca I d’interpretació musical en la que tras unas pruebas de selección instrumentistas y cantantes conformaron este proyecto de concierto en un repertorio que dificilmente se introduce en los curriculums de los conservatories y escuelas de música tanto para cantantes como para instrumentistas.
La Ensalada como forma y género musical renacentista agrupa composiciones de variada índole temática y formal, de duración y textos intercalados sin ningún orden más allá del capricho e intención de cada compositor y cuya function era diverter e ilustrar la vida de la corte de la época como la del Duque de Calabria tanto a nivel religioso como secular.
Uno de los compositors más prolíficos de este género de la Ensalada fue Mateo Flecha el Viejo (1481-1553) del que pudimos escuchar cuatro de sus obras más famosas y diferentes. La más extensa e interesante fue la primera “La justa” donde ya se pudó apreciar los aspectos más positives y algunas de las carencias que arrastraría la cita musical.
Un trabajo correcto por parte del preparador del conjunto vocal, Lluis Vilamajó, pero que tal vez por insistir en el empaste y afinación se perdió parte de la naturalidad, popularidad y teatralidad de esta música en cuanto a la Jove Capella Reial de Catalunya.
Notables los cuatro solistas que a lo largo del concierto fueron desgranando los breves solos que acompañaban a cada una de las ensaladas sobresaliendo la soprano Lucía Martín por su ductilidad, frescura y pronunciación perfecta en las varias lenguas en las que tucvo que cantar, el contratenor Gabriel Díaz de tiembre aterciopelado y volume generoso, el tenor Victor Sordo un valor en alza en este repertorio y en la formación estable de Jordi Savall. La parte grave del cuarteto solista corrió a cargo de Josep Ramón Olivé cuya voz de baritone se quedó un poco corto en las partes más graves de sus intervenciones como en la Ensalada La Negrina, escrita especialmente para una voz mucho más oscura y potente que la suya.
Igualmente destacar los diversos solistas que se añadieron a los pequeños versos de algunas de las partes de la Ensalada de Cárceres La trulla, sobretodo las voces masculinas de gran presencia y gracia en sus intervenciones tanto los tenores como sobretodo las voces más graves.
Tal vez donde hubo más sombras de esta propuesta fue en la parte instrumental siendo bastante monocroma en su ensamblaje con los coros y sobretodo equívocos en algunos de los momentos de las obras puramente instrumentals. Tal vez pocos ensayos o poco trabajo en común para un repertorio que aparentemente simple exige de una coordinación exquisita para que no se pierda la frescura de las variaciones o improvisaciones de los ritornellos. Destacar entre los instrumentistas la inestimable prestación en los instrumentos de cuerda pulsada de tiorba, guitarras barrrocas y vihuelas de mano que corrió a cargo de Giovanni Bellini.
A pesar de todo lo escrito fue un concierto fresco, positivo en propuesta pero con resultados un tanto tristones tanto desde el escenario como desde el public que no llenaba ni un tercio del teatro. No sabemos si el ambiente político que acompañaba el día, proclamación de la República aguada por la aprobación del Decreto 155 influyó en el ánimo de todos y especialmente de un Jordi Savall que extrañamente no hizo ninguna alocución final como las que nos tiene acostumbrados en sus últimos conciertos en Cataluña declarando los principios de libertad.
Foto: A. Bofill
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