Valery Gergiev, el joven violonchelista Jonathan Roozeman y la Orquesta Sinfónica del Teatro Mariinsky conquistan al público en el ciclo Conciertos del Auditorio de Oviedo
Era una de las citas más esperadas para los aficionados ovetenses y no decepciónó. La Orquesta Sinfónica del Mariinsky visitó ayer lunes 31 de enero el Auditorio Príncipe Felipe a las órdenes de su titular, Valery Gergiev, dentro de su gira española para participar dentro del ciclo Conciertos del Auditorio, con un programa tan importante como popular, que hizo las delicias de un público que, si bien no llenó el edificio, ocupó buena parte de él y se mostró entusiasmado ante las interpretaciones de los músicos. En el programa, tres importantes obras del repertorio sinfónico, el Preludio a la siesta de un fauno y El mar, de Debussy; y el famoso Bolero, de Maurice Ravel. También se pusieron en sonido las Variaciones sobre un tema rococó para chelo y orquesta, tocadas por el joven violonchelisa finlandés-holandés Jonathan Roozeman, que tras muchos aplausos ofreció como propina la Zarabanda de la Suite para violonchelo nº 1 de Bach. La cita concluyó con otra propina, el Scherzo del Sueño de una noche de verano de Mendelssohn.
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