Por José Carlos González Abeledo
Bilbao, 07.06.15. Palacio Euskalduna. Concierto ABAO-OLBE. Javier Camarena (tenor). Coro de 30 voces masculinas del COB, Orquesta Sinfónica Verum, Iván López Reinoso (Director)
Un entregado Palacio Euskalduna prácticamente lleno fue testigo del arte del tenor mexicano Javier Camarena en su primer recital en España, tras la exitosa Fille du régiment del pasado otoño en el Real madrileño. En los dos últimos años las apariciones de este tenor en los principales teatros de todo el mundo se cuentan por éxitos, ocupando hoy un lugar de privilegio en el ranking tenoril dentro de la categoría de los lírico-ligeros, en clara competencia con el ya casi veterano Juan Diego Flórez y con el canario Celso Albelo. Disputa al primero su reinado dentro del repertorio rossiniano y al segundo su bien ganado prestigio dentro del repertorio netamente romántico de Bellini, Donizetti, etc.
De su dominio de ambos repertorios nos dio Camarena sobradas muestras en su recital del Euskalduna. Tras la interpretación por parte de la Orquesta Sinfónica Verum, dirigida por Iván López Reinoso, de la obertura de la ópera Romeo et Juliette de Gounod, Camarena comenzó con un espléndido "Ah! leve-toi, soleil", aria de la misma ópera, rematada con un sonoro sobreagudo que dio lugar a la primera ovación de la noche. Y que continuó con una más que correcta interpretación del aria de Les pêcheurs de perles de Bizet "Je crois entendre encore", cantada con mucho gusto, en la que el recuerdo de Alfredo Kraus estuvo muy presente. No debemos de olvidar que el público de Bilbao oyó en mas de una ocasión cantar dicha parte al desaparecido maestro. Y eso pesa lo suyo, por lo que tienen mas mérito todavía los muchos aplausos recibidos por el mexicano.
Tras la interpretación por parte de la orquesta de la obertura de El barbero de Sevilla, Camarena elevó la temperatura de la gala con el aria de Don Ramiro de La cenerentola "Si, ritrovarla io giuró". Sorteó con suficiencia todas las dificultades de la partitura, que no son pocas, terminando brillantemente con un sonoro do4 y provocando en el público la primera y merecida gran ovación de la noche. Ovación que se repitió tras los nueve do4 del aria de La fille du régiment "Ah, mes amis! Quel jour de fête" del compositor de Bérgamo, con la que se cerró brillantemente la primera parte del concierto, con un público ya totalmente entregado al arte del mexicano.
La obertura de la Luisa Miller de Verdi dio comienzo a la segunda parte del concierto, en la que Camarena acometió la exigente página de la ópera Rigoletto del mismo autor, compuesta por recitativo, aria y cabaletta, "Ella mi fu rapita…Parmi veder le lagrime…Possente amor mi chiama", verdadera piedra de toque para los tenores, y en la que Camarena estuvo a gran altura recibiendo otra estruendosa ovación a pesar de terminarla con un sobreagudo (re4) algo corto en intensidad y duración.
La interpretación por parte de la orquesta del intermedio de la zarzuela La leyenda del beso, de Soutullo y Vert, dio paso a la parte del programa dedicada a la zarzuela. La popular jota del Trust de los tenorios "Te quiero, morena" de Serrano, fue cantada por el mexicano con valentía, arrojo y brillantez, manteniendo la alta temperatura del recital y provocando nuevamente el entusiasmo del público. Igualmente con el "No puede ser" de La tabernera del puerto de Sorozábal, mantuvo el alto nivel canoro y también el aplauso del respetable, que fue sostenido y entusiasta tras la interpretación del último número de la velada, la jota de La bruja "No extrañeis, no, que se escapen", de Chapí, pieza que cerraba el programa y de la que hizo una versión particular.
Tras muchos minutos de aplausos, Camarena agradeció al público las muestras de cariño, presentó con evidente afecto al director, su joven compatriota de 25 años Iván López Reynoso, y anunció la interpretación del primer “encore” a cargo de la orquesta, la pieza del compositor mexicano Arturo Márquez titulada Danzón nº 2, excelente obra orquestal que también fue muy aplaudida. A continuación Camarena nos obsequió con el conocido bolero de Osvaldo Farrés "Tres palabras", para posteriormente seguir con un “poupurri” dedicado a Agustín Lara compuesto por las canciones "Amor de mis amores", "Humo en los ojos" y "Piénsalo bien".
El público, ya puesto en pié, ovacionó largamente al tenor, el cual, emocionado, se dirigió nuevamente al respetable para decirle que le gustaría cantar mas, pero que ya no podía. No quisiera terminar este comentario sin destacar la labor del joven Director López Reinoso, que no buscó en ningún momento epatar con “tempos” arbitrarios ni con lecturas novedosas de las partituras. Sorpresa positiva la actuación de la joven Orquesta Sinfónica Verum, e impecable el coro masculino del Coro de Ópera de Bilbao en sus breves intervenciones. Noche mágica, pues, para el público, para todos los artistas, y sobre todo para Javier Camarena, a la espera de su participación en la temporada 2016-17 de la ABAO con La cenerentola.
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