Lamentamos tener que informar del fallecimiento de Ivry Gitlis. El legendario violinista israelí ha muerto hoy en París a los 98 años de edad. «Inmensa tristeza por el fallecimiento esta mañana de la leyenda del violín Ivry Glitis a los 98 años», acaba de escribir el violinista Gautier Capucon en un post público de su facebook. Glitis nace en Haifa, Israel (entonces Palestina). Recibió sus primeras lecciones de violín a los seis años, con nueve dio sus primeros conciertos, y a los diez llamó la atención de Bronislaw Huberman, que recomendó que fuera a proseguir sus estudios en París. Allí estudió violín en el Conservatorio de París. Entre sus profesores se cuentan violinistas tan conocidos como Carl Flesch, George Enescu y Jacques Thibaud. Durante la guerra se trasladó a Inglaterra, donde trabajó en una fábrica de armamento, para colaborar en la lucha contra la Alemania Nacionalsocialista. Después se comprometió en numerosos conciertos de apoyo a las tropas. A mediados de los años 50 grabó con la Orquesta Sinfónica de Viena los «caballos de batalla» de la literatura violinística, entre ellos los conciertos para violín de Chaikovski, Bruch, Mendelssohn y Sibelius, así como el Concierto para violín nº1 de Bartok y su Sonata para violín solo.
En los 60 grabó los conciertos para violín nº1 y 2 de Paganini, pero también los de Ígor Stravinski, Paul Hindemith y Alban Berg (también su Concierto para violín, piano y vientos). En 1965 realizó una aparición muy aclamada con la Orquesta Filarmónica de Berlín, donde tocó el Concierto para violín nº1 de Bartok. En 1971 Bruno Maderna escribió para él su Pièce pour Ivry, y en 1972 estrenó una pieza para violín solo de Iannis Xenakis. En 1972 participó también en un concierto en Tel Aviv en homenaje a Bronislaw Huberman, en el que se encontraron grandes violinistas de la época (entre otros los jovencísimos Pinchas Zukerman e Itzhak Perlman). De nuevo volvió a tocar el Concierto para violín nº2 de Bartok. En 1980 publicó su autobiografía (en francés) y en 1990 fue nombrado Embajador de Buena Voluntad de la Unesco.2 Su meta sería el "apoyo a la educación y la cultura de la paz y la tolerancia".
En 2001, ya anciano, ofreció conciertos con Martha Argerich, en los que tocó entre otras obras la Sonata Kreutzer de Ludwig van Beethoven y la Sonata para violín de César Franck y de Claude Debussy. En marzo de 2013 viaja a la ciudad de Salónica para participar en el 75 aniversario de la primera deportación de Tesalonicenses judíos hacía los campos de Concentración dictando una clase magistral y tocando durante la Ceremonia religiosa en la Sinagoga Monastiriotes de la ciudad. Desde finales de los 60 estableció su residencia en París, Francia.
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