La Voz de Asturias (Martes, 23/08/11)
La joven pianista gallega Isabel Pérez Dobarro forma parte del selecto grupo de alumnos que, desde el pasado día 15 de agosto y hasta el próximo 27, participan en el XII Festival internacional de piano de Gijón "Jesús González Alonso". Los alumnos del curso ofrecen recitales durante toda esta semana. Hoy en el Centro Municipal Integrado de Pumarín "Gijón-Sur", a las 19:30; mañana, a las 20h. en el Centro Niemeyer de Avilés y viernes 26 de agosto a las 19:30h. en el Conservatorio Superior de Música de Oviedo.
- Esta es su segunda experiencia en el festival gijonés ¿Por qué ha decidido volver este año?
- Mi primera experiencia fue en 2008. Como entonces, la principal razón para realizarlo es el alto nivel del profesorado. El festival da a los alumnos la posibilidad de tomar clases con profesores como Julian Martin, Dominique Weber, Marc Durand, Robert McDonald o José Ramón Méndez. Además, te permite conocer a otros jóvenes pianistas de todo el mundo, lo que resulta muy enriquecedor a nivel personal y musical. Tras el 2008 falté a dos citas con Gijón porque, en el 2009, me encontraba formando parte del festival de Stony Brook, que también organiza José Ramón Méndez y su esposa Amy Gustafson. Al año siguiente participé en el curso de Música en Compostela.
- Usted ha sido tomada como ejemplo de superdotación intelectual por destacadas publicaciones. ¿Le molesta la etiqueta?
- En absoluto, para mí es un honor que publicaciones tan prestigiosas valoren mi trabajo.
- Un coeficiente intelectual de 148 da para mucho. Hábleme de su afición al ajedrez
- He sido campeona femenina gallega en cuatro ocasiones y quinta nacional un año. Con 15 años comencé a estudiar en el Conservatorio Superior de Música de Madrid y dejé el ajedrez, porque requería una gran dedicación.
- ¿La música es una más de sus aficiones o su principal punto de interés?
- Es la especialidad que he elegido desarrollar fundamentalmente. Desde pequeña he tenido claro que la música era a lo que me quería dedicar. No es una actividad más sino la principal. El resto complementan mi formación.
- ¿Quiere ser concertista, profesora o investigadora?
- Es algo pronto para decirlo. Sólo tengo 19 años. Todos estos aspectos me interesan. Ya he podido dar alguna clase e incluso realizar algún trabajo de investigación sobre José Arriola, que me ha permitido estar en contacto con la hija del compositor y apreciar una obra musical que, sin duda, necesita conocerse más.
- ¿Se interesa por conocer versiones de los grandes pianistas del pasado?
- Creo que es fundamental hacerlo. De hecho, mis pianistas favoritos son de principios del siglo XX: Josef Hofman, Moriz Rosenthal o Sergei Rachmaninoff. En la Universidad de Nueva York, donde estudio en la actualidad con José Ramón Méndez, hay una materia en la que estudian los grandes pianistas del pasado.
- ¿Y de los actuales?
- Zimerman, Sokolov y Argerich
- ¿Con qué compositor se siente más identificado?
- Es un pregunta dificilísima aunque debo reconocer que, desde pequeña, he sentido predilección por Bach. También me encanta Chopin, que es el compositor pianístico por antonomasia y, del siglo XX, autores rusos como Scriabin. De la música española me gusta Albéniz, Falla, Granados y Mompou.
- ¿Tiene otras aficiones?
- Me gusta el cine clásico de los años 30, 40 o 50 y, últimamente, estoy leyendo mucha literatura hispanoamericana; autores como García Márquez o Juan Rulfo.
- Haga un repaso breve de su trayectoria
- Estudié en el Conservatorio Histórico y después en el Profesional de Santiago de Compostela con Ramón Castromil y también con Manuel Carra. A los 15 años entré en el Conservatorio Superior de Madrid, donde estudié con Elena Orobio. Finalicé mis estudios a los 18 y me fui a EEUU a hacer un máster con José Ramón Méndez.
- ¿Lo conoció entonces?
- Lo había conocido con 14 años, cuando vino a Santiago para ofrecer unas clases. Me ayudó muchísimo. Sus ideas son muy parecidas a las mías. Como profesor ha cambiado mi forma de tocar, lo que me ha permitido avanzar notablemente, no sólo en cuestión de técnica sino también en el aspecto psicológico. José Ramón Méndez es un profesor que hace que sus alumnos se sientan apoyados. Nunca te dice que no puedes hacer algo, sino que siempre te indica cómo puedes hacerlo. Se involucra muchísimo con sus alumnos, hasta el punto de amoldar sus clases a sus diferentes personalidades. No impone su manera de tocar, sino que saca lo mejor de cada uno. Tanto él como su mujer Amy Gustafson me han ayudado muchísimo.
- ¿Seguirá estudiando en Nueva York?
- Sí, cuando termine de realizar el máster procuraré seguir estudiando allí, quizás para hacer un doctorado. Nueva York es una ciudad fascinante que ofrece muchísimas posibilidades, no sólo musicales sino también relacionadas con el teatro o el arte, que me encanta. Soy una gran aficionada a la egiptología y, en este sentido, Nueva York supone una oportunidad.
- ¿También compone?
- No escrito nada serio pero siempre que tengo un rato intento escribir algo. Me gusta y es una opción que no quiero desechar.
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