Indispensables en la discoteca: The Hilliard Ensemble

  Indispensables en la discoteca: The Hilliard Ensemble

Por Mario Guada
Pasado un tiempo desde que el conjunto británico haya puesto fin a sus días como conjunto, tras cuarenta años de gloriosa carrera, no se nos ocurre mejor manera de comenzar estas aproximaciones discográficas que rindiendo nuestro humilde homenaje al conjunto. Decir The Hilliard Ensemble es decir mucho en el ámbito de la música vocal a nivel mundial. Desde que el conjunto se formase en 1974, de la mano de Paul Hillier –quien ejerció de director hasta su marcha del grupo–, Errol Girdlestone, Paul Elliott y David James, su fama y la estela que han ido dejando hablan por sí mismas. The Hilliard Ensemble ha sido y será para muchos uno de los conjuntos vocales más importantes de la historia de la interpretación. Centrado en un primer momento en la polifonía medieval y renacentista, de la que ha sido uno de los grandes representantes durante las últimas décadas, pasó posteriormente a dedicar gran parte de su tiempo a la creación contemporánea, de la que también ha sido un gran defensor, llevándola a sus cotas más altas en el caso de la interpretación de la obra de algunos compositores concretos. Ha sabido mantener a lo largo de los años una integridad y personalidad más que notable como conjunto, de hecho, apenas ha habido cambios desde su formación, lo cual es realmente inusual en este campo. La formación que les ha llevado al reconocimiento mundial ha contado con David James, Rogers Covey-Crump, John Potter –que fue sustituido posteriormente por Steven Harrold–, Paul Hillier y Gordon Jones. Tantos años dan para mucho, más teniendo en cuenta que el Hilliard ha dedicado mucho empeño desde su formación en la grabación de registros discográficos, los cuales se aproximan a la impresionante cifra de noventa títulos, que se han repartido entre algunos de los sellos más importantes del panorama mundial: Virgin, EMI, Harmonia Mundi, Hyperion, Chandos o ECM. Una carrera tan larga y sustanciosa da para destacar muchos más de cinco registros, pero estos son los que destacamos si nos ponemos a ello:

Masses and Motets.
Música de Lionel Power [c. 1370/85-1445] y John Dunstaple [c. 1390-1453].
Virgin Veritas | x2, 2 CDs [50999 6 02493 2 6], 1982/1984-2012, T.T.: 106:08.

   Estos dos álbumes suponen las primeras aproximaciones llevadas a cabo por el conjunto en el repertorio de la incipiente polifonía renacentista de las islas británicas. Power y Dunstaple supone probablemente los ejemplos más destacados en el desarrollo de la polifonía que transita entre el final de Medievo y el comienzo del Renacimiento, lo que se vino a conocer como contenance angloise –término francés que describía ese estilo tan característico llevada a cabo en las islas por compositores como estos–. Piezas a tres y cuatro partes interpretadas por una formación todavía en su primera formación, en una doble reedición que Virgin llevó a cabo con discos grabados originalmente en EMI. Pocos intérpretes han sido capaces de captar la esencia de la polifonía protorenacentista de manera tan virtuosa, elegante y delicada. Pura esencia británica en interpretación de voces de puro sonido British. Fascinante.

Missa Hercules Dux Ferrariæ • Motets.
Música de Josquin Des Prez [c. 1450/55-1521].
Virgin Veritas | x2, 2 CDs [7243 5 62346 2 8], 1984/1990-2004, T.T.: 118:12.

   Los compositores franco-flamencos han sido una de las grandes prioridades para el conjunto británico. Josquin, posiblemente el más brillante de todos ellos, fue visitado en un par de ocasiones, reditando Virgin estas dos grabaciones de los 80 en un doble álbum que recoge la Missa Hercules Dux Ferrariæ a 4 y algunos de su motetes más impresionantes, como el Ave Maria a 4, Absalon fili mi a 4 o Miserere mei Deus a 5. Música de una calidad fuera de toda duda, que nos llega en unas lecturas muy íntimas que extraen lo mejor del contrapunto y las intrincadas líneas polifónicas del gran Josquin. Una oportunidad única de escuchar a la gran parte de los cantores que han pasado por el conjunto en alguna ocasión de manera no estable y que nos muestra aun así esa poderosa capacidad para hacer suya cualquier obra y darle una personalidad reconocible desde el primer acorde.

Perotin.
Música de Magister Perotinus [fl. 1200].
ECM | New Series, 1 CD [1385], 1988, T.T.: 67:38.

   Uno de los puntos fuertes de The Hilliard Ensemble es la polifonía medieval, a la que quizá no hayan dedicado tanto tiempo como sus seguidores hubieran deseado, pero de la que nos han dejado algunos de los registros más impresionantes de cuantos haya en la historia de la fonografía dedicados a este repertorio. Dentro de la polifonía del Medievo, la École de Notre-Dame es seguramente la que han grabado con mayor acierto. Música de una complejidad superlativa, se adapta como un guante a la sonoridad de una formación con pocos efectivos y formada íntegramente por hombres. Se transita aquí principalmente por los géneros del conductus y el organum, en obras que van desde el unísono a las cuatro partes, que se interpretan aquí por una formación de seis cantores. Lecturas calmadas que se empeñan en destacar la inteligibilidad de líneas y el marcado y complejo ritmo de la escritura parisina. Un disco único.

Tenebræ.
Música de Carlo Gesualdo [1566-1613].
ECM | New Series, 2 CDs [1422], 1990, T.T.: 123:39.

   La música de Carlo Gesualdo parece especialmente adecuada para la sonoridad y esencia de The Hilliard Ensemble. Este grabación integral de los Responsoria et alia ad Officium Hebdomadae Sanctae spectantia… sex vocibus [Gesualdo, 1611] supone el primer gran acercamiento de un conjunto vocal a esta colección sacra del maestro napolitano. Versiones que se detienen en la disonancia, que paladean el cromatismo, que intenta pintar el color requerido por Gesualdo para cada escena, y sobre todo que rebusca en su propia sonoridad tan particular –el sonido Hilliard– para apoyar a unas lecturas curiosas, que muestran un Gesualdo quizá algo alejado de la corriente italiana a la que uno está acostumbrado. Las voces agudas sobresalen en su controlada estridencia y las graves soportan el peso de todo el conjunto con una calidez vocal fabulosa. Un disco sorprendente.

Missa Mille Regretz.
Música de Cristóbal de Morales [c. 1500-1553].
Almaviva [DS-0101], 1991. T.T.: 74:13.

   Los acercamientos a la polifonía hispánica por parte del conjunto británico no han sido muchos a lo largo de su extensa carrera. Entre lo mejor está sin duda este disco dedicado a la obra de Morales, primero de los tres grandes maestros del triunvirato de polifonistas del XVI en España. Se ofrece aquí su Missa Mille Regretz a 6, parodia de Morales sobre la llamada Canción del Emperador –se decía que era la favorita de Carlos V–, llevada a la partitura por Josquin sobre y después por otros maestros, tanto en lo vocal como lo instrumental. Se ofrece la chanson original, además de las dos versiones de la misa: la más arcaica, conservada en los archivos de la Cappella Sixtina y Wittenberg, y la posterior, que se alberga en Missarum liber primus [Roma, 1544]. Se completa el álbum con algunos de los motetes más hermosos y de mejor factura del maestro sevillano, como Lamentabatur Jacob a 5 o Emendemus in melius a 5. Interpretaciones de gran calibre que aportan una visión del ya legendario conjunto a la producción de los polifonistas hispánicos.