Descubierto un manuscrito del siglo XVII escrito para violín, con música para danza

   El pasado 5 de Julio de 2017, Iago Mejuto Buceta, alumno de musicología del RCSMM, presentó su trabajo de fin de estudios sobre un manuscrito desconocido hasta la fecha de música para danza, bajo el título El manuscrito RM-9322, una nueva fuente de música para danza del siglo XVII español. Se trata de un manuscrito inédito hasta ahora, parteneciente al fondo Rodríguez-Moñino de la Real Academia Española de la Lengua, descubierto en el 2016 durante el transcurso de una visita organizada por el profesor Juan Carlos Asensio para sus alumnos de musicología, con el objetivo de visitar la biblioteca de dicha institución. Iago, uno de los asistentes, se mostró interesado en aquella fuente desde aquel momento, comenzando a trabajar sobre ella casi de inmediato, lo que le llevó a realizar un estudio pormenorizado del contenido del manuscrito, su datación y su contextualización histórica.

   El propio Mejuto explica que la fuente estudiada está depositada bajo el título Partituras de música instrumental de danza y contiene 57 piezas, de las cuales 54 están escritas para violín y 3 para guitarra, distribuidas en 28 estilos de música/danza diferentes. Destacan la presencia de numerosos pasacalles (10) y de danzas de origen italiano (Mantua, Bergamasca, Tudesquino…) algunas de ellas sin referencias en otras fuentes españolas de la época. Por tanto, y aunque estilísticamente se podría decir que el repertorio se corresponde con el barroco español, es necesario destacar los importantes italianismos que se reflejan no sólo en el tipo de repertorio sino también en los propios títulos de las obras, como destaca el autor del estudio.

   De estas 54 obras para violín (con melodía), dos tienen también escrito el bajo o fundamento, concretamente la Chacona y la Pavana A 2 violines. El manuscrito RM-9322 también contiene algunas piezas curiosas, como una Gaita Gallega, una Tonadilla de Valdemoro o una Letanía por Esdrújulos. Al final del manuscrito hay un breve tratado de solmisación, con referencias explicitas al violín. Con respecto a la grafía, el tipo de escritura que se observa en la fuente es bastante estilizada, lo que indica que quizás pertenece a un siglo XVII muy tardío. Además, y a falta de un estudio grafológico, todo indica a que hay al menos dos manos que han participado en el original –una de ellas claramente mejor instruida que la otra, según su autor–. El manuscrito RM-9322 tiene valor musical porque su rico contenido lo convierte en un auténtico manual donde se sintetiza buena parte del repertorio del s. XVII español, pero tambíen musicológico por la singularidad de la fuente, ya que se trata de un manuscrito para violín, instrumento para el cual apenas se han conservado unos cuantos legajos escritos en este siglo s. XVII, pero nunca una fuente tan rica y completa como el manuscrito RM-9322.