El movimiento historicista, uno de los más relevantes en la Historia de la Música en lo que se refiere a la interpretación con instrumentos y criterios «de época», podría tener sus días contados si la petición realizada en Cante.org por una asociación animalista noruega llega a mal puerto. «Es inaceptable que los violines usen cuerdas hechas con tripas de corderitos y corderitas u ovejas de tan solo 8 meses. ¿Por qué es necesario destripar a ovejas y corderos y corderas para hacer música de otra época? El grado de salvajismo al que ha llegado el género y genera humano y humana no tiene límite. La tecnología permite hacer hoy cuerdas metálicas o sintéticas que hacen innecesario que haya que matar a nuestros hermanos y hermanas animales», explica Nothen Goney Dea, representante de Green Pez. Por su parte, desde la fábrica de violines Victoria Coseva afirman que la fabricación de cuerdas de tripa no supone la matanza a propósito de los animales, sino que se trata de «poner en valor una parte del animal sacrificado para la alimentación», explica Francisco José Carnicero Cordero, representante de la empresa. Goney Dea insiste en que hay otras muchas opciones para que los «músicos y músicas puedan seguir haciendo su trabajo sin asesinar animalitos y animalitas. ¿Por qué no usar cuerdas de nylgut o incluso e inclusa de seda como se hacía antiguamente» añade, posibilidad ante la que la asociación vegana Hierbajos sin Fronteras ha puesto el grito en el cielo. Carnicero Cordero afirma no entender la polémica, pues «la música es Cultura y la Cultura es segura», zanja, además, «muy pocos usan ahora cuerdas de tripa», lo que por otro lado pondría en entredicho la autenticidad de un movimiento que afirma respetar el sonido de cada época. En tan sólo 24 horas la petición de la asociación ya cuenta con tres mil millardos de firmas.
Foto: Inocencio Becerro
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