¿QUIÉN ES ENDELBERG HUMPERDINCK?
Una gran acción - para el caso, la de Wagner y su obra-, con frecuencia conlleva numerosas ramificaciones o variantes, que tratan de diferenciarse del árbol madre del que derivan. Esto es lo que parece haber sucedido con la obra de Humperdinck, compositor que bebió del torrente armónico y orquestal del autor de Tristán e Isolda, pero que le dio un toque popular y algo retro, desenfadado y aligerado, tomando el mundo infantil como excusa totalmente legítima.
Hijo de un director de escuela, Engelbert Humperdinck (Siegburg, Colonia, 1 de septiembre de 1854 – Neustrelitz, 27 de septiembre de 1921) aprendió a tocar el piano a una edad temprana. Sus dotes para la composición se manifestaron ya a los 14 años, aunque tuvo que estudiar arquitectura para cumplir con los deseos de su padre. Es a partir de 1872 cuando comienza a estudiar música con seriedad en la Escuela de Música de Múnich y en el conservatorio de Colonia, donde se forma en composición, piano, violonchelo y órgano. Incómodo con lo escrito hasta la fecha, en 1874 destruye la mayor parte de sus obras de juventud. Gracias a los premios que obtiene en diversos certámenes de composición y a la beca Mozart que recibe en Múnich para estudiar con Joseph Rheinberger y Franz Lachner, reafirma su vocación y emprende un viaje de estudios a Italia, donde conoce a Richard Wagner, a quien llega a asistir en la preparación del estreno de Parsifal en Bayreuth y a quien parece que incluso ayudó como apoderado cuando Wagner viajó por Italia con su familia.
Las becas y premios que obtiene desde muy joven le permiten estudiar y viajar por todo el mundo, lo que supone una fuente constante de inspiración, que además le facilita poder conocer e introducir en su propia música influencias de sonidos e instrumentos de diferentes países. Humperdinck supo unir a la sonoridad del lenguaje wagneriano una personalidad interesada por la cultura popular e infantil, dando como resultado una temática alejada del peso de la mitología nórdica.
Su obra más conocida, objeto del presente comentario y por la que más reconocimiento recibió fue la ópera Hänsel y Gretel, en la que el compositor aplica la teoría musical wagneriana a un cuento infantil con libreto de su hermana, Adelaide Wette (1858-1916). Con esta partitura consiguió irrumpir de golpe y por la puerta grande en el contexto musical internacional, en 1893. Ya en 1910 obtiene otro gran éxito en el Metropolitan de Nueva York, con la ópera-cuento Die Königskinder. A nivel profesional, también trabajó como profesor en diversos países e instituciones, e incluso ejerció la crítica en un periódico de Bonn y, más tarde, en diversas publicaciones de Frankfurt. En 1900 se instaló en Berlín, donde también alcanzó gran éxito y reconocimiento como profesor de composición y miembro de la Academia de las Artes. En 1912 sufrió un derrame que lo dejó paralizado del brazo izquierdo. Volvió a componer con ayuda de su hijo Wolfram pero, en 1921, falleció debido a un ataque al corazón.
EL ORIGEN
De las siete obras teatrales compuestas por Humperdinck, se puede decir que Hänsel y Gretel ocupa el primer lugar y casi único en su repertorio, ya que muy raramente se programan las otras, a pesar de que su partitura más ambiciosa, Königskinder es, seguramente, su creación más original. Aunque es evidente que Humperdinck se vio muy influido por el lenguaje y la orquestación de Wagner, pronto orientó su idioma hacia el folclore alemán y la ópera inmediatamente anterior a la época del propio Wagner, si bien con el uso del leitmotiv y pareja textura orquestal. En opinión de José María Martín Triana, en su “Libro de la ópera”, la ligereza de esta obra “y falta de pretensiones, unidas a un don melódico idóneamente ajustado a la expresión del cuento infantil, le salvaron de caer en la grandilocuencia, seriedad y densidad que cultivaron todos los demás seguidores de Wagner. Sin embargo, el continuum musical plasmado por Humperdinck no le obliga a prescindir de los números cerrados y tradicionales de la ópera, los cuales aparecen perfectamente encajados en el tejido orquestal que evoluciona a lo largo del desarrollo del cuento. Entre los diversos números que merecen destacarse, se encuentran la obertura y La cabalgata de la bruja, como piezas orquestales, y los diversos dúos de los protagonistas, además de las canciones de Gretel, Peter, la Bruja, el Arenero y el hada del Rocío”.
La idea de componer Hänsel y Gretel surge alrededor de la figura de la madre, aunque este personaje no sea de los más interesantes de la obra. Curiosamente, la idea inicial que llevaría al compositor a crear la partitura no provino directamente de él. Fue su hermana pequeña, Adelheid Wette, quien, queriendo sorprender a su esposo el día de su cumpleaños con una “pieza compuesta para una función de gala en el cuarto de los niños”, representada por ellos mismos, encargó unas canciones a Humperdinck. Este motivo daría lugar al número más popular de la ópera: “Brüderlein, komm, tnaz mit mir” (“Ven , hermanito, baila conmigo”) . La obra fue acogida con entusiasmo por toda la familia y, algunos meses más tarde, Adelheid decidió perfeccionar su idea y escribir el libreto para su hermano.
Con su trabajo como libretista, Adelheid Wette dio una nueva perspectiva al tradicional argumento del cuento familiar de los hermanos Grimm, al suprimir algunas ideas y añadir otras. En la historia original de los heramnos Grimm, la malvada madrastra echa a los niños de la casa y, en el mismo momento en que la bruja es destruida, también muere. Sin embargo, en su texto, Adelheid no caracteriza a una madrastra en sentido estricto, sino a una ama de casa que se enfurece de forma injusta debido a su cansancio y desesperación, de la que, llegado el momento, incluso se arrepiente: “Ahí está el puchero hecho pedazos! ¡Sí, la cólera ciega siempre trae la perdición!”. En su narración, el padre tampoco es un leñador, sino un escobero, cosa que permite un juego ambiguo: escobas para vender y barrer, escobas para castigar y, por último, escobas para el vuelo de la bruja.
UNA ÓPERA-CUENTO PARA LA NAVIDAD
La fecha de estreno de la ópera, el 23 de diciembre de 1893, inició una tradición que vincula la ópera Hänsel y Gretel con el período navideño, una especie de “representación familiar” para padres e hijos. Y es razonable que así sea, pues tanto las situaciones como la intencionalidad pegadiza de las melodías están especialmente diseñadas para el público más joven. Humperdinck propone un camino dramatúrgico diferente e incluso opuesto a los dramas musicales de Wagner o al verismo italiano, un camino que también recorrerían compositores como Ludwig Thuille, Alexander Ritter o el propio Siegfried Wagner, y que él consigue materializar por el camino de la ópera-cuento. El estreno se llevó a efecto en Weimar, en la fecha ya mencionada, nada menos que bajo la dirección musical de Richard Strauss, el más importante compositor vivo entonces, sin duda una garantía para que la obra de Humperdinck pasara sí o sí a la posteridad. Más tarde, maestros como Karajan o Solti también la incluirían en su repertorio.
PERSONAJES
Hänsel: mezzosoprano. Gretel: soprano lírica: Peter, el padre de los niños: barítono. Gertrud, la madre: soprano lírica. La bruja: mezzosoprano o, en el caso de la producción del Teatro Real, tenor, ya que hará el personaje un hombre travestido (José Manuel Zapata). El hada del rocío: soprano ligera. El arenero: soprano ligera.
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