Por Aurelio M. Seco | @Aurelio Seco
¡Ay!, la habanera, ¿de quién será la habanera? ¿De París, de Cuba, de España, de La Habana… o de Torrevieja? La habanera es española. En Historia de la Música no se trata sólo de enmarcar lo nuestro en las fronteras geográficas y administrativas que delimitan nuestro país. Se trata de encontrar su esencia, carta de naturaleza distribuida de muchas formas, con sus símbolos y lugares. ¿Y dónde está ahora la habanera?, pues parece que cerrada en unas señas de identidad exigidas en concursos organizados frente al mar. Y en Candás está la habanera, el pequeño y carismático pueblo costero asturiano donde, los pasados días 24, 25 y 26 de febrero se estableció por primera vez un congreso importante para hablar sobre ella. El III Congreso Internacional de la Habanera había pasado antes por Cataluña, y después por Torrevieja, ciudad que de otra cosa no sabrá, pero de habaneras…
Pero ha sido Candás la que, por obra y gracia de David Colado acogió este interesante congreso que esperamos tenga continuidad y que seguiremos con sumo interés en futuras ediciones. La parte académica estuvo llevada con mano maestra por Ramón Sobrino, musicólogo de gran importancia para la Historia de la Música Española. Sobrino es autor de un sinfín de ediciones críticas y es uno de los musicólogos que ejercen esta disciplina con verdadera seriedad, al lado de otros nombres como María Encina Cortizo, Víctor Sánchez, Francesc Cortés o, ya dentro de las nuevas oleadas que está trayendo la musicología española, Nuria Blanco Álvarez, que habló de las habaneras y guarachas de Manuel Fernández Caballero. En el congreso se discutió sobre la naturaleza, usos y costumbres de la habanera. ¿Habanera o habaneras? Hay una metamorfosis del concepto musical de habanera, modelado a través del tiempo desde la Cuba española, pasando por el tango y la zarzuela. No se puede hacer historia de la música sin atender a la importancia de los acontecimientos estrictamente musicales.
En el congreso se afirmó que, a mediados del siglo XIX, era lo mismo hablar de tango que de habanera. Exactamente lo mismo, a pesar de que algunas colecciones “de tangos y habaneras” incluyesen denominaciones diferentes para el mismo tipo de concepto sonoro. También existe un ritmo de habanera, el clásico de corchea con puntillo y semicorchea, o su variante con silencio. Porque la habanera también es un ritmo. Y tiene tema la habanera, a veces criollo y, si es guaracha de Manuel Fernández Caballero, de picantes y sugerentes pies negros. ¿Y la zarzuela? ¿Cómo modeló la habanera? Ramón Sobrino y María Encina Cortizo dan mucha importancia, y con razón, a Marina, de Emilio Arrieta, obra fundamental y con tanta impronta tras ella que es posible que su temática tan obviamente marinera, y su famosa habanera, hayan dotado de esa cualidad marina a la Idea de Habanera. Habanera liada por la Carmen de Bizet como un puro español envuelto en el criollismo guaracho de La habana. Hay un lío en la habanera que necesita aclararse a fuerza de más congresos y clasificar sus ramas.
Compartir