Lamentamos tener que informar del fallecimiento de Gustavo Tambascio. Director de escena, gestor cultural, escritor, dramaturo y profesor, Tambascio falleció en la noche del pasado sábado día 3 de febrero en Madrid, a los 69 años de edad. Según información publicada por EFE, probablemente, de un paro cardiaco. En declaraciones efectuadas a la mencionada agencia, Bruno Tambascio, su hijo, explicó que en la noche del sábado, extrañado de que su padre no le cogiera el teléfono, se acercó a su casa, en el edificio del Teatro Lara, donde residía desde hacía 18 años, y allí le encontró, sentado en un sillón, y ya sin vida.
El director de escena argentino-español es uno de los nombres fundamentales para entender el desarrollo del teatro lírico español en las últimas décadas. Tambascio desarrolló sus primeras etapas de su carrera en distintos países del continente americano, antes de establecerse en Madrid, en 1988, adoptar la nacionalidad española y centrar su actividad principalmente en España, Estados Unidos y otros países europeos. Como director de escena, se especializó tanto en teatro de texto como en ópera y teatro musical, con más de un centenar de espectáculos en su haber. Como gestor cultural, participó en la creación y funcionamiento de distintas instituciones artísticas en Venezuela, Francia y España. Cabe destacar en particular su rol como Secretario General de la Ópera Metropolitana de Caracas, Secretario de la Comisión de Cultura del Consejo Municipal de Caracas, fundador y asesor artístico de la Orquesta Sinfónica Municipal de Caracas, Director Artístico del Ateneo de Caracas; becario de Philippe Beaussant en el Centro de Música y Danzas Antiguas de Ille de France y en la creación del Centro de Música Antigua de Versalles, Consejero Artístico del Centro Aquitania de Cooperación con los Países Ibéricos en Burdeos y fundador del Centro de las Artes Escénicas y las Músicas Históricas del Ministerio de Cultura de España.
En el terreno de la docencia, fue creador y primer titular de las Cátedras de Historia de la Ópera y Teatro Musical Contemporáneo en la Escuela de Arte de la Universidad Central de Venezuela y ha dictado seminarios e impartido talleres en Nueva York, Dallas, Montreal, París, Bayonne y en España en los Cursos de Verano de El Escorial, la UIMP, la Universidad de Zaragoza, la Universidad de Deusto, además de la Residencia de Estudiantes de Madrid y otras instituciones culturales públicas y privadas.
En el año 2007, el Ministerio de Cultura le encargó el anteproyecto y luego la coordinación del Centro de las Artes Escénicas y de las Músicas Históricas, con sede en León, que abarcaría todos los repertorios vinculados alguna vez a las coronas españolas, desde la Edad Media hasta 1800. En esta calidad, dirigió, en coproducción con el Napoli Teatro Festival Italia, la exhumación de una gema olvidada del barroco napolitano, La Partenope de Leonardo Vinci, con la Cappella della Pietá de Turchini dirigida por Antonio Florio. Estrenada en 2009 en el San Carlos de Nápoles, obtuvo unánime aclamación por parte de la crítica italiana. La producción hizo gira por España y fue distinguida con el Premio Campoamor de la crítica lírica como la mejor ópera producida en España durante el año 2009.
En 2010 estrenó en los Teatros del Canal de Madrid su pieza Frankenstein, según la obra de Mary Shelley, vista luego en Nápoles, con extraordinaria repercusión de la crítica italiana y regresó tras 23 años a su país de origen, para presentar Julio César de Haendel en el Teatro Argentino de La Plata, en una puesta que generó un importante debate estético y político en la prensa rioplatense. En 2012 estrenó Lulu de Alban Berg en Manaos, que fue distinguida con el Premio Concerto de la crítica brasileña a la mejor producción vista en Brasil en ese año. Asimismo, los espectáculos de divulgación Viva Verdi, en el Teatro Fernán Gómez de Madrid y Cuéntame Mozart, en la sala de cámara del Teatro Real.
En 2013 exhumó en Dallas Cupid New Weapons of Love, de Sebastián Durón con la Orchestra of New Spain, estrenó el espectáculo de los 450 años del teatro Español titulado Si el español nos contase, y el musical infantil Pinocho, de prolongada gira por España. En los últimos años dirigió Iphigenie en Tauride de Gluck en Sao Paulo, el espectáculo conmemorativo El Greco, decís?, estrenado en Toledo, El loco de los balcones de Mario Vargas Llosa en el Teatro Español, La Gaviota de Chejov, en el Teatro Arriaga, y regresó a Estados Unidos para el espectáculo de Tonadillas Villa y Corte, y luego para Ifigenia en Tracia de Nebra, siempre en el City Performing Hall de Dallas.
En fechas más recientes estrenó su obra Farinelli en los Teatros del Canal, regresó al teatro de La Zarzuela para La guerra de los gigantes y El imposible mayor, en amor le vence Amor, con la Cappella Mediterránea, y al Teatro Real para El emperador de la Atlántida de Viktor Ullman, precedida por el melodrama Canción de Amor y muerte del Corneta Cristobal Rilke, también de Ullman.
Luego dirigió la que sería la última gran producción escénica de Alberto Zedda: Falstaff, en La Coruña, con Bryn Terfel y un nutrido elenco de figuras internacionales. En 2017 firmó la puesta de Trovatore en el teatro Calderón de Valladolid y dirigió el monólogo de Copi, Le Frigo, en los Teatros del Canal. El 24 de junio estrenó con la Shakespeare Dallas la obra en inglés Quixote! de Octavio Solís, proyecto que obtuvo el prestigioso TACA Award, y que recibió los más entusiastas elogios de la crítica teatral estadounidense. En enero le espera la exhumación de Achille in Sciro de Courcelle, también en Dallas. En Junio, Prometeo, de Draghi, en la Ópera de Dijon.
Tambascio comenzó su vida teatral en su país natal, Argentina. Debutó como actor a los cinco años en el sainete El mano santa, de Florencio Sánchez y luego formó parte hasta los diez años de la compañía de teatro infantil de su hermana, Luz Tambascio en las salas Montevideo, Apolo, Cómico, Payró, Buenos Aires y Presidente Alvear de Buenos Aires. Trabajó luego entre los 14 y los 19 años en los Canales 9 y 7 de la televisión argentina como actor y luego como ayudante de producción y dirección.
En la adolescencia, fue precoz adaptador de folletines para la radio, pasando luego a formar parte de grupos de vanguardia cercanos al Instituto Di Tella. Un breve período con Julien Beck y Judith Malina del Living Theater, en Ouro Preto, Brasil, (1971), le convenció de abandonar la escena y abrazar la militancia política en Argentina, donde también ejerció como traductor y periodista en el diario La Opinión. En 1976, se vio forzado a marchar al exilio tras el golpe militar, estableciéndose en Caracas, donde escribió para El Nacional, y otras publicaciones. En 1980 debutó como director de escena con Pulcinella de Stravinsky. En los siguientes años firmó puestas tanto de ópera como de teatro de prosa en Caracas, Seattle, Quebec, Montreal, siendo invitado a volver a Argentina en 1987, para dirigir en el Teatro Colón de Buenos Aires.
En España trabajó en los principales teatros y eventos culturales del país (Teatro de La Zarzuela, Teatro Real, Teatro del Liceo, María Guerrero, Festival de Teatro Clásico de Almagro, Festival de Teatro Clásico de Mérida, Festival de Otoño y en los mayores teatros públicos de todo el estado español), así como en salas de vanguardia y teatros comerciales de toda España, presentando también ocasionalmente sus propias piezas en Lyon, Marsella o Kiev, y también dirigiendo ópera y teatro en Nápoles, Dallas, Moscú, Perm, París, Oporto, Estambul, Albuquerque, El Paso etc…
En el terreno operístico realizó en repertorio contemporáneo: Dulcinea de Mauricio Sotelo (Teatro Real, Liceo de Barcelona, Maestranza de Sevilla), Hangman, hangman y The Town of Greed, de Leonardo Balada (Teatro de La Zarzuela, Liceo de Barcelona), La Hacienda de Pompeyo Camps (Teatro Colón), La madre invita a Comer, de Luis de Pablo (Teatro de La Zarzuela), Tarde de Poetas, de Luis de Pablo (Teatro Arriaga, Bilbao), Segismundo, de Tomás Marco (Festival de Almagro, Teatro Albéniz, Madrid, Maestranza, Sevilla), Colloquio col Tango y Lord Byron’s Love Letter de Raffaello de Banfield (Caracas).
Entre los numerosos espectáculos en torno a la ópera que Tambascio dirigió se cuentan Desván Verdi, en el centenario del compositor, Una furtiva Lágrima, sobre Donizetti, La rebelión de los criados, sobre los Fígaros de Mozart y Rossini, vistos por toda la geografía española y Ópera Pushkin, sobre las óperas basadas en narrativa pushkiniana, producido para la Filarmónica de Kiev. Tambascio escribió la mayoría de los libretos, así como el de Voces Románticas, otro ciclo divulgativo de cuya dirección no se hizo cargo.
Tambascio puso también especial énfasis en su especialización en el repertorio español, habiendo dirigido desde obras del renacimiento (El juego de Motes, de Lluis Milan) y barroco (La escuela de danzar, de Navarrete y Ribera) y tonadillas del s. XVIII (El majo y la italiana fingida, Garrido enfermo y su testamento), hasta Goyescas de Granados o Marina de Arrieta (Palacio de Festivales de Santander) y numerosas zarzuelas del repertorio que ha presentado en el Teatro de Madrid, y las grandes temporadas del Campoamor de Oviedo, Santander, Málaga, Córdoba, Bilbao, Jerez etc. Entre los títulos más representativos se cuentan El barberillo de Lavapiés, La tabernera del Puerto, La rosa del azafrán, Me llaman la presumida, Cádiz, Agua, azucarillos y aguardiente, La Gran Vía, El huésped del Sevillano, La leyenda del beso. Dentro de este repertorio, Tambascio le asigna particular importancia al hecho de que la Sociedad General de Autores de España le haya encomendado escribir y dirigir el espectáculo de celebración del centenario de su fundación, que tuvo lugar en el Teatro Real, con un elenco multiestelar encabezado por Afredo Kraus y Montserrat Caballé, emitido por televisión española en la gala de Reyes de 1999.
En el terreno del musical, Tambascio dirigió el que ha sido el que ha sido uno de los mayores éxitos de taquilla de la historia del teatro español, El hombre de La Mancha, de Leigh y Wassermann, con José Sacristán y Paloma San Basilio, visto en Madrid, Barcelona y Buenos Aires. También ha dirigido Zorba el griego, de Ebb y Kander, protagonizada por Fabio Testi y Stefania Scolastici, y con sus propios libretos Memory, recopilación de musicales históricos que estuvo dos años en gira y temporada y El libro de la Selva, de Kipling, y su propio Pinocho, según Collodi.
Tambascio ha dado seminarios conferencias sobre retórica del barroco, historia de la ópera, sobre Mauricio Kagel, sobre Mahler y Roller, sobre teatro español e hispanoamericano, sobre Mariana Pineda y muchos otros temas, en Nueva York, Paris, Burdeos, Bayonne, Madrid, Granada, El Escorial, Jaca, La Granda, Montreal y Caracas. Durante dos años compartió con Roberto Scandiuzzi el taller de interpretación operística en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander. Ha sido becado por el gobierno francés como pasante en la Ópera de París y el Festival de Aix-en-Provence, ha escrito para los programas de las temporadas de ópera de Caracas y del Teatro de La Zarzuela de Madrid, en las revistas especializadas Scherzo y Opera International y en los periódicos La Opinión de Buenos Aires, El Nacional de Caracas, El País de Madrid, La Vanguardia de Barcelona y Cinco Días de Madrid, del cual fue dos años Jefe de Cultura.
Como escritor ha dejado publicado Los Cien Años del Teatro Municipal, editado en Caracas en 1980. Como traductor es autor de las versiones castellanas de The Merry Wives of Windsor, de Shakespeare, L’Homsexuel, La Piramide y Le Frigo de Copi, Let’s build a Town de Hindemith, Le bourgeois Gentilhomme de Molière, The Jungle Books, the Rudyard Kipling.
Tambascio recibió el Premio Campoamor por La Partenope, el Premio Concerto por Lulu, y en 2005 el Premio Agora del Festival de Almagro. La cadena Ser eligió su doble espectáculo de Durón en el Teatro de La Zarzuela como el mejor del año 2016.
Fotografía: Javier del Real.
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