El joven director de orquesta español Guillermo García Calvo sigue cosechando buenas críticas dentro y fuera de España, gracias a una trayectoria muy sólida e inteligentemente diseñada que le está convirtiendo en muy pocos tiempo en uno de los directores españoles de mayor proyección europea. De momento, y con la mirada todavía puesta en las excelentes críticas obtenidas el pasado año con el "Tristán" del Teatro Campoamor de Oviedo, su trabajo sigue llamando la atención de buena parte de la crítica europea, mientras su agenda crece día a día en número e importancia de compromisos. El pasado otoño dirigió una "Flauta mágica" en Viena y "El barbero de Sevilla" y "Lucia de Lammermoor" en Berlín, un concierto con la Sinfónica de Tenerife con la Sinfonía nº 3 de Prokofiev en el programa y, hace solo una semana, la premiere de"Los Pescadores de Perlas" en Berlín, en una función que cosechó un gran éxito. La ópera se retransmitirá en la radio alemana y será grabada por el sello discográfico Decca. Críticos de Periódicos tan importantes como el Tagesspiegel o la Frankfurter Allgemeine Zeitung se deshacen en halagos hacia el director.
Añadimos algunos fragmentos de las críticas: "Guillermo García Calvo saca realmente el máximo de una de las primeras obras para escena del jovencísimo Bizet. En los momentos en los que el compositor de 24 años ya exhibe su futura capacidad para crear atmósferas mediante la música, el jóven español hace lo mismo. Pero mientras que Bizet no se había liberado por completo de la influencia de Meyerbeer, Verdi y Gounod, la manera precisa y colorida de Calvo de hacer música hace que el dramatismo fluya sin frenarse una sola vez. El coro y la orquesta le siguen con máxima atención y el público, llenando la sala casi al completo, es todo oídos antes de estallar en aplausos fuera de sí. Aquí hay alguien se va haciendo imprescindible en el teatro de la Bismarckstraße".
"Guillermo García Calvo pone de relieve las particularidades musicales de la partitura con una Orquesta de la Deutsche Oper Berlín en su mejor forma, sumergiéndose en un baño de colores orientales. El director deja mucho espacio para que se despliegue el duo de la solista de viola y el solista de violín y confía en la musicalidad natural de los intérpretes al prescindir de dirigir el canto de Nadir detrás de la escena que se acompaña por el arpa y alterna entre los compases de 12/8 y 9/8. A pesar de respetar las individualidades de los solistas, Calvo no suelta en ningún momento las riendas de la partitura".
"El director de orquesta Guillermo García Calvo merece ser elogiado por centrar a cada uno de los músicos en la esencia del drama. Se puede ver cuando una orquesta y un coro se entregan realmente, y así fue en esta tarde operística. Me pregunto cuántas veces esta partitura habrá sido interpretada por una orquesta de una manera tan inspirada y polifacética. [...] García Calvo me pareció un director de orquesta elegante y de mucho estilo".
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