¿Haga un repaso por lo más destacado de su trayectoria?
Empecé a estudiar piano a los cuatro años. Mis padres notaban que aprendía con mucha facilidad, por lo que de inmediato comencé a estudiar piano en el Conservatorio de Avellino "D. Cimarosa". Allí termine las carreras de piano, composición e instrumentación, las tres cum laude. Luego me presenté a varios concursos nacionales e internacionales, ganando en cinco años 22 primeros premios. Así es como vinieron los primeros conciertos.
Los primeros años estudiaba unas 12 horas diarias preparando programas monográficos sobre compositores como Liszt, Scriabin y Rachmaninoff. Gracias a un premio como mejor pianista, tuve la oportunidad de debutar en el importante Festival Internacional de Ravello, en la misma temporada donde tocaron los grandes pianistas Ashkenazy y Argerich. Luego tuve una invitación cada año, donde ofrecí un concierto monográfico con obras de Scriabin y toque todas las sonatas para piano y cello de Beethoven, con el celista Silvano Maria Fusco. Mi curiosidad por conocer la música de cada país me ha llevado a tener conciertos en casi toda Europa, Asia y USA, tanto como solista como con grupos da cámara y con orquesta.
En el 2011 recibí, con gran sorpresa, el reconocimiento del Premio Internacional Cartago por méritos humanos y por transmitir la cultura de la escuela napolitana en el mundo. Se trata de un premio muy prestigioso, que también han obtenido personajes tan importantes como Kofi Annan, Napolitano el presidente de Italia y el famoso compositor de cine Ennio Morricone. Este premio me dio un gran prestigio internacional, lo que me llevó a realizar mi primera gira de concierto por toda China, ofrecer allí clases magistrales en algunas universidades y ser presidente como jurado en el International Hong Kong Piano Competition. Por las características de mi sonido, he sido invitado a grabar varias películas para los sellos como Warner Chappel Music y CAM, y varios compositores me han dedicado sus obras. El año 2014 he sido muy importante para mi carrera. En el mes de marzo recibí dos premios internacionales en los Global Music Awards de Los Ángeles, la medalla de plata por la composición "Hommage a Mozart" y medalla de bronce por el disco " The Neapolitan Masters". En mayo, después de casi 25 años, he podido realizar el sueño que tenía de pequeño y así debutar en el Carnegie Hall de New York, presentando una composición propia dedicada a los fallecidos del tsunami de Japón.
¿Qué personas han influido o han sido más importantes en su carrera, como pianista y compositor?
La persona que ha sido más importante en mi vida y carrera es mi maestro de piano, Carlo Alessandro Lapegna. Tuve la suerte de poder estudiar con él los secretos de la gran escuela napolitana de piano, a partir de la preparación muscular de las manos, la belleza del sonido (una de las especialidades de esta escuela) y el conocimiento analítico musical de cada composición.
Recuerdo una anécdota divertida con él. Cuando conocí a mí maestro a los 18 años, yo todavía era un estudiante, aunque mi carrera ya estaba lanzada. Él me acepto como alumno solo después de realizarme una prueba sin previo aviso. Un día que estaba en el conservatorio pasé por su clase para decidir la fecha y el me dijo: "siéntate al piano y toca". Yo le respondí que no tenía partituras conmigo, y el me contestó: "¿quieres ser pianista o estudiar toda la vida?". Toqué todas las obras que tenía preparadas: 6 preludios y fugas de Bach, la Sonata Dante de Liszt, la Primera sonata de Scriabin, varios estudios de Chopin, Scriabin, Liszt y Rachmaninoff y, para concluir, el Concierto en mi bemol de Liszt.
Después de casi dos horas me dijo que estaba tocando sólo al 3% de mis posibilidades, y que si quería estudiar y comprender cómo tocar un piano como si fuera una orquesta, tenía que empezar a estudiar piano desde el principio. Así lo hice. Durante seis meses sólo estudiaba técnica 10 horas al día, hasta volver a tocar otra vez aquellas obras con una diferencia total, tanto desde el punto de vista musical como técnico.
Tres son los compositores que me han influido durante mis estudios: Liszt, Scriabin y Rachmaninoff. Me siento muy a gusto cuando toco su música. En los últimos años siento un feeling especial sobre todo con la música de Rachmaninoff, de la que además he realizado varias transcripciones, que suelo tocar en concierto.
En su debut en el Carnegie Hall, interpretó su obra “Sembazuru Fantasy”, dedicada a los fallecidos por el tsunami de Japón en 2011. ¿Cómo fue la experiencia de debutar en una de las salas de conciertos más importantes del mundo?
Fue una experiencia única. No se puede imaginar la emoción que se siente en esta maravillosa sala de conciertos, donde han tocado los mas grandes pianistas del mundo. He sentido una energía increíble y, al mismo tiempo, una gran alegría por realizar mi sueño y ver que la sala estaba llena para escuchar mi obra. Compuse esta partitura en 15 días. Efectivamente, está dedicada a los fallecidos de tsunami. Fue fruto de un encargo de una violinista japonesa de fama internacional llamada Sumiko Tajihi. Para la ocasión, Sumiko Tajihi tocó un violín llamado "Tsunami Violín", construido con las maderas que el mar dejó después de la catástrofe. Cada año este violín es tocado por un musico japonés diferente y, a partir de este año, mi composición "Sembazuru Fantasy" será interpretada en recuerdo de los fallecidos. Se trata de una composición para piano y violín y, para el estreno en Carnegie Hall, hice un arreglo para un conjunto de orquesta de cuerdas de la Saratoga Spring Youth Orchestra de New York. Dirigió el maestro Gioacchino Longobardi, presidente de la Neapolitan Music Society.
¿Cómo se definiría como compositor?
Vivo la composición como una manera de expresarme y decir con las notas lo que no sé decir con las palabras. Prefiero decir que soy un músico con la misión de llegar al alma de la gente. Creo que 'compositor' es una palabra que puede definir a aquellos que han hecho historia de la música, como Bach, Mozart, Beethoven, Verdi, Puccini, por decir algunos. Yo no tengo la intención de compararme con ellos. Creo firmemente en la melodía, estoy convencido que hoy día todavía se puede escribir música bella, tonal y melódica emocionando el público. Compongo sólo si estoy emocionado. Soy de esos compositores que quieren emocionar el alma, como decía mi modelo de música, S. Rachmaninoff.
Usted ha trabajado en países como China, Estados Unidos, Japón. ¿Considera que países como China pueden ser una oportunidad para los artistas occidentales?
Absolutamente sí, sobre todo China y Japón, que son países que están mostrando un gran interés por los artistas occidentales. Desde hace dos años estoy siendo invitado a realizar giras de conciertos en toda la China y clases magistrales en varias de sus academias y universidades, y cada vez que vuelvo veo a más jóvenes que se acercan a la música con una actitud profesional y que las instituciones invierten para desarrollar el nivel de sus músicos. Estados Unidos es un País con muchas oportunidades. Posee algunas de las salas más importantes del mundo, pero no es tan fácil llegar a tocar en ellas. El concepto americano es de music business. Un artista puede ser manager de sí mismo y gestionar el evento con public relations, prensa y, por fin, tocar en concierto.
¿Hasta la fecha ha grabado dos discos, uno dedicado a compositores napolitanos, entre los que se encuentra usted y otro “El arte del canto aplicado al piano”, con obras de compositores como Schumann, Gluck, Scriabin, Bach/Busoni? ¿Por qué estos discos y repertorio?
“El arte del canto aplicado al piano” fue mi primer disco. Salió al mercado en 2007. El título alude al método de la escuela napolitana de piano, fundada por el pianista S. Thalberg. En este disco, incluí varias obras donde he podido aplicar la técnica del cantable, en italiano cantabile, tocando obras como Escenas de niños de Schumann, Variaciones sobre en tema de Schumann de Brahms y también piezas más pequeñas de Scriabin, Gluck, Bach/Busoni, además de mi Hommage a Mozart. El cantabile de esta escuela es el principio artístico más importante. Se trata de intentar acercar la belleza del sonido a la voz de un cantante a través de un proceso técnico muscular, apoyo del peso del brazo y equilibrar todos los elementos sonoros. El disco sobre los compositores napolitanos es un proyecto en el que realizo un recorrido histórico desde el 700 al 900, incluyendo además dos obras, una de Pergolesi y una de Longo. Creo que hoy día soy el único que ha grabado su obra. Elegí este repertorio porque hace muchos años que trabajo con la Neapolitan Music Society, del maestro Gioacchino Longobardi, pianista, director de orquesta y compositor que me invitó a ser director artístico de la sociedad y presentar las maravillas musicales que nos han dejado estos maestros.
La escuela Napolitana ha sido muy importante, fue la capital musical europea durante dos siglos y todos los grandes compositores se han interesado en ella. En mis conciertos suelo presentar obras de los maestros napolitanos aplicando el método de la escuela de piano, intentando reproducir el timbre adecuado para cada estilo y aplicando este cantabile. Un curiosidad. Mozart fue a Nápoles cuando ya era famoso, pero escribió una carta a su padre Leopold, en la que le preguntaba por qué le había enviado a Nápoles a trabajar cuando en esa ciudad ya había grandes maestros y para él era imposible trabajar como compositor. Mozart aprendió muchísimo en Nápoles. Hoy día hay también hay un estudio hecho sobre la similitud de algunas obras de Mozart con algunas de Cimarosa, Pergolesi y Jommelli. Todo esto está demostrado gracias a la comparación con las partituras y a un libro titulado "Monuments of Partimenti" del profesor. Robert Gjerdingen.
¿Tiene en mente algún otro proyecto discográfico?
El próximo proyecto discografico saldrá en la primavera del próximo año y estará dedicado a las transcripciones hechas por pianistas y compositores conocidos y menos conocidos. Incluiré transcripciones de autores como Sergio Fiorentino, Siloti, Busoni, Rachmaninoff, Vladimir Drozdoff y mías. Además, saldrá un disco con obras orientales originales y compuestas por mí, que estrenaré en China el próximo septiembre de 2015.
¿Cuáles son sus próximos compromisos artísticos?
En enero grabaré los dos discos y en primavera tendré conciertos en Italia, República Checa y Alemania, donde tocaré mi obra Sembazuru Fantasy. Luego iré a China para realizar un gira muy larga para presentar los últimos discos, que también me llevará a Japón y Estados Unidos. En primavera presentare el dvd didáctico "L'art du chant applique au piano" y un libro de composiciones para niños. Además, gracias a la posibilidad de grabar las obras de Vladimir Drozdoff, haré parte del documental sobre este compositor que se estrenará en América.
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