La Fundación Juan March inaugura el ciclo 'Historias del chelo'

La Fundación Juan March inaugura el ciclo 'Historias del chelo'

Un reportaje de Agustín Achúcarro
La Fundación Juan March inaugura el sábado 21 de enero el ciclo Historias del chelo 2017, que consta de cuatro conciertos en sábados consecutivos. Y lo hará con un concierto titulado “En el salón aristocrático”, a cargo del pianista Federico Bosco y la violonchelista Beatriz Blanco.

  “La idea del ciclo es hacer un repaso histórico por la literatura del violoncello a través de cuatro conciertos, abordando en cada uno cuatro épocas diferentes”, corrobora la chelista para la que supone una gran satisfacción el participar con músicos tan destacados, por lo que se siente “muy agradecida”. “Hace unos años toqué en la March en el ciclo de jóvenes músicos y para mí, que ahora me incluyan en esta serie de conciertos al lado de figuras internacionales del instrumento como Cristophe Coin,  Asier Polo y Giovanni Sollima es un auténtico privilegio, una confianza hacia mí de la que estoy de verdad agradecida”, apunta la chelista.

   Y para corroborar lo dicho Blanco se refiere al concierto del 28 de enero-en el que también interviene el violonchelista Petr Mašlaň -titulado “La emancipación” en los siguientes términos: “Christophe Coin es, podría decirse, una de las personalidades más importantes del violoncello histórico del mundo, profesor en la Schola Cantorum en Basel y referencia de la interpretación histórica”. Interpretarán obras de dall' Abaco, Galeotti,  Graziani, J. P.Duport , J. L.Duport  y Boccherini.

   No menos contundente es a la hora de hablar del concierto del día 4 de febrero “Nueva escritura”, al decir que “Giovanni Sollima se ha hecho un nombre enorme como chelista y compositor de vanguardia, rompiendo completamente estereotipos”. En el programa de este concierto figuran obras del propio Sollima, Scelsi, Walton, Navarro, Hendrix, Corbetta y  Gordon.

   En cuanto al último concierto del ciclo, día 11 de febrero, con la pianista Marta Zabaleta y el chelista Asier Polo declara tajante: “¡Asier no necesita ninguna presentación!”. Interpretarán la Sonata en re menor para violonchelo y piano, op. 40 de Shostakóvich y la Sonata en sol menor para violonchelo y piano,op. 19 de Rajmáninov.

   En relación a su actuación con Federico Bosco, la chelista expresa lo siguiente: “Hablando con Miguel Ángel Marín sobre posibles programas, en el  ámbito del romanticismo, nos pareció que teníamos que incluir piezas de verdad representativas del instrumento, como son la Sonata Nº2 en fa mayor, op. 99 de Brahms y las Cinco piezas en estilo popular de Schumann. Y acto seguido me vinieron a la cabeza las Tres Romanzas, op. 22 de Clara Schumann, que son originales para violín, pero que funcionan fenomenal en el chelo y son para mi gusto una joyita por desgracia muy poco conocida” argumenta la instrumentista. Más información sobre estos conciertos en la página web de la fundación.

  Beatriz Blanco compaginará este concierto con unas clases magistrales que impartirá en la Escuela de Música CEDAM de Madrid los días 20, 21 y 22 de enero. Una experiencia que no es nueva para ella y que le hace pasar de recibir clases, no hace aún demasiado tiempo, a darlas. “Al no ser mis alumnos de cada semana pienso que debo ser efectiva en el sentido que no me planteo solucionar grandes problemas técnicos de base, que requieren un trabajo mucho más profundo y largo, si no que intento mejorar cosas concretas que hacen subir la calidad de la interpretación desde ya. Intento también dar energía, inspirar y que ellos me inspiren, una especie de búsqueda conjunta por entender y explotar al máximo las posibilidades de lo que trabajamos, y también es importante entender de dónde viene cada alumno y adaptarse a su lenguaje y forma de ver las cosas”, afirma Blanco.

  Unas clases sobre las que ella advierte que “van dirigidas a todo el que quiera y tenga ganas e ilusión por descubrir” y en las que pretende tratar a los alumnos “sin ideas preconcebidas”. “En esto, como en todo, a veces las primeras impresiones cambian muchísimo y es imposible valorar el potencial de alguien desde el principio”. “Tiene que ser una búsqueda en la que influye indudablemente las ganas de ir más allá de cada uno”, puntualiza Blanco.