Fiorenza Cossotto, una semblanza de la gran mezzo del siglo XX

FIORENZA COSSOTTO, LA GRAN REFERENCIA

Por Carlos González Abeledo
Nacida en Crescentino (Italia) en 1935, estudia en Turín con Paola de la Torre y posteriormente con el prestigioso Ettore Campogalliani, quién la preparó para su ingreso en la escuela de interpretación vocal de La Scala de Milán, teatro en el que debutó en 1957 interpretando a Sor Matilde en el estreno mundial de la ópera Diálogos de carmelitas de Poulenc.

   Coetánea, aunque mucho mas joven, de la sin par Giuletta Simionato, su despegue internacional lo inicia al sustituir a ésta en 1962 en el papel de Leonora de Guzmán de La favorita. Su fama se consolida a lo largo de los sesenta, reinando en su cuerda durante las décadas de los setenta y ochenta, tanto en el repertorio belcantista como en los mas significados papeles para mezzosoprano de Verdi y de la escuela verista.

   Poseedora de una bellísima y voluminosa voz, muy igual en todos los registros, con una octava aguda espectacular, un soberbio centro, rico y untuoso, y un algo menos extraordinario registro grave, acometió con éxito todos los papeles propios de una mezzo, además de algunos más propios de una soprano dramática, como es el de la Lady Macbeth del Macbeth verdiano, y otros más cercanos a la tesitura de contralto como es la Ulrica del Trovador. Personajes todos ellos muy distintos entre sí, pero que la excelente técnica de la Cosotto logró dominar convirtiéndose en la mezzosoprano italiana de referencia durante cerca de tres décadas.

   Compartió escenario con todos los grandes cantantes de su época y fue dirigida por los mas ilustres directores, desde Karajan a Mehta, pasando por Gardelli, Bonynge, Giulini, Bartoletti, Santini y Muti, entre otros. En Oviedo, ciudad sede de los Premios Líricos Teatro Campoamor, cuyo jurado en su décima edición ha tenido a bien distinguirla con el "Premio especial a toda una carrera", cantó en varias ocasiones, siendo recordada con especial cariño por su interpretación en el año 1977 de la Azucena verdiana, y por las de las dos Adalgisas de los años 1975 y 1978, la primera con Renata Scotto y la segunda con Monserrat Caballé.

   Personajes estos que con la Amneris de Aida, la algo menos lograda Carmen de la ópera del mismo nombre de Bizet, la Santuzza de la Cavalleria rusticana de Mascagni, la Leonora de La favorita, la Princesa de Bouillon de Adriana Lecouvreur, la Ulrica del Baile de máscaras y el Cherubino de Las bodas de Fígaro, conforman el cuadro de honor de los personajes interpretados por la Cossotto a lo largo de una dilatada carrera de cerca de cuarenta años, que ahora se ve felizmente reconocida en una ciudad de acendrada tradición canora como es Oviedo, cuya temporada de ópera es la segunda mas antigua de España, tras la del Liceo de Barcelona, dentro de las que actualmente siguen existiendo.