CODALARIO, LA REVISTA DE MÚSICA CLÁSICA publica en exclusiva un avance de un texto inédito del filósofo más importante de nuestro tiempo, recientemente fallecido, en el que relaciona música y filosofía. Se trata de la transcripción de una conferencia ofrecida por Gustavo Bueno en 2003 en el Teatro Cine Marvi de Tineo (Asturias) para un pequeño grupo de estudiantes bajo el título de "Filosofía y Música". La transcripción ha sido realizada por el director de CODALARIO, Aurelio Martínez Seco, y el profesor de filosofía del Instituto Concejo de Tineo, Demetrio Pérez Fernández.
Conferencia pronunciada por el Profesor Gustavo Bueno el 20 de Mayo del año 2003 en el Cine Marvi de la localidad de Tineo.
El tema propuesto en su día al profesor Bueno dentro del II Ciclo de música en IES de Asturias era entonces bastante raro (en los últimos años, Bueno dedicó importantes conferencias y escritos a hablar de "música") dentro de su campo de interés, aunque desde un primer momento G. Bueno sorprendió a los asistentes con la confesión de que lo que a él le hubiese gustado ser, en realidad, es ser músico. "Es una de mis principales aficiones, que por problemas de incompatibilidad he tenido que dejar un poco de lado". Recuerda los dos pianos con los que cuenta en su casa de Niembro, en Llanes, y que usaba muy de vez en cuando, cuando su trepidante labor intelectual como filósofo, articulista, prologista, conferenciante, etc, se lo permitían.
Su exposición comienza de una manera general, planteando los problemas de un modo sistemático, y pasando a explicar que es lo que el enunciado titular de la conferencia encierra: “Filosofía y Música” está planteando una relación lógica entre dos clases booleanas.
De esta manera, comienza utilizando la teoría de las “definiciones implícitas” del matemático David Gilbert, es decir, aquellas definiciones de términos que se definen por su relación con otros términos. Así, trata de elaborar una definición de “música” que valga para todas las escuelas, etc., una definición “poco comprometida”. “Para que haya música debe haber sonidos, un discurso de sonidos dispuestos sucesiva y transversalmente, aunque en música sintética se introducen sonidos infraumbrales, que no se oyen pero que forman parte de la obra, con los que, para mí, sí que se debe contar. De esta manera, música se puede definir como sonidos que se desarrollan en el tiempo, desde el punto de vista del compositor”.
Incidiendo en la idea de aburrimiento de la música “seria” o “clásica” dice: “La persona que dice que no le gusta la música clásica, no es que no le guste, es que ¡no la entiende!, es necesario un trabajo previo de conocimiento del tiempo y la sucesión o duración, y una escucha constante de la obra, y este interés por la obra se obtiene de manera innata o estudiando, ¡trabajando!. Al que no le guste un cuarteto de Beethoven –dice- ¡peor para él!, ¡que lo estudie!.”
Yendo al título de la conferencia observa que la “filosofía” trabaja con Ideas, y éstas salen de los conceptos (técnicos, científicos, políticos, etc.) que se organizan en categorías. Pero las Ideas no están aisladas como los sonidos. La “filosofía” sería entonces un tratado con Ideas compuestas con otras Ideas. Se pregunta: ¿Qué relación hay entonces entre sonidos compuestos y las Ideas?, éste es el significado del título que nos ocupa”. ¿Qué tiene entonces que ver un discurso musical con un discurso de Ideas? Muchas cosas, que además es necesario clasificar. Se podría hacer una clasificación desde un punto de vista intencional: sonidos e Ideas serían compatibles o incompatibles, unos sonidos encarnan Ideas y otros no las encarnan... O podemos hacer una clasificación desde un punto de vista extensional –en este momento se dispone a repartir un esquema a los presentes, donde, atendiendo a criterios extensivos, dispone cinco alternativas lógicas de la relación entre música y filosofía.
Prosigue. De manera extensiva, la relación entre música y filosofía admite cinco posibilidades:
1- No hay relación entre ellas (no hay nada común)
2- Ambos campos mantienen algo en común.
3- Hay algo en común tan importante que la música entera es filosofía.
4- Hay algo en común tan importante que la filosofía es música.
5- La música y la filosofía están relacionadas hasta el punto que son idénticas (inclusión recíproca).
Estas cinco alternativas están llenas de aspectos reales que tienen que ver con esta clasificación, un tanto abstracta. Sin embargo, esta abstracción queda eliminada pues estas alternativas salen de la propia realidad, recogen materiales que están en la propia realidad. Como estas ideas, en la mayoría de los casos no se organizan así, se suelen confundir unas con otras. - Insiste el profesor Bueno en el sistema- “Hay entonces que aplicar un sistema lógico que no tenga, ni permita ningún tipo de escapatoria al conjunto de posibilidades que se dan. Este sistema que les he presentado contiene todas las posibilidades.”
Exposición del sistema lógico
“Hemos comenzado partiendo de una clasificación, luego..., hemos comenzando aceptando una crítica. Toda clasificación, desde un punto de vista filosófico, supone una crítica. La segunda parte de mi disertación consistirá en tomar partido por una de estas cinco posibilidades, que en su caso será la segunda de ellas, procediendo a examinar críticamente las demás posibilidades a partir de esta segunda”.
1ª Alternativa lógica
Respecto a la primera alternativa que hemos clasificado, “extensionalmente” quiere decir que, música y filosofía no tienen nada que ver, son cosas distintas y establecer relaciones es decir demasiado, lo mejor es distinguir. Afirmaciones como la de Beethoven cuando en su conocido testamento de Heiligenstadt dice ”la música es una revelación más alta que la filosofía” no significa nada, y sin embargo esta afirmación se ha repetido mucho desde entonces. En realidad se trata de un sinsentido, Beethoven no quiso decir nada.
Además -prosigue- es que no pueden tener nada que ver, son disjuntas por principio, son incompatibles. Se da una disparidad total entre filosofía y música. El ejemplo más claro lo encontramos en la llamada “filosofía espiritualista”, desde la cual la filosofía se contempla como un saber puramente mental sin interferencias de ningún tipo. Es el caso del famoso “Cogito cartesiano”. En términos musicales el pensamiento filosófico debería ser el silencio o -comenta irónicamente- el pianissimo. Esta tesis está implícitamente incluida en quienes creen que la filosofía es hablar despacito y calmado (piano y adagio) porque se está cerca del silencio, que es lo necesario para pensar, esto lo cree mucha gente. Si hablas “allegro molto” es música, no filosofía.
Sin llevarlo al extremo, hay otra interpretación de esta fórmula primera: tanto la música como la filosofía son cosas reales, culturales, pero son incompatibles porque la filosofía va dirigida por la razón mientras que la música sería lo irracional, el sentimiento. Esta opinión está también extendidísima: razón versus sentimiento. “Es interesante en este sentido la opinión de un gran pensador que un día propuse para Premio príncipe de Asturias, Gabriel García Bacca, que escribió un libro interesante “Filosofía de la Música”. Él dice que la música es racional; habla entonces de aspectos como la armonía, contrapunto etc, en el sentido matemático de Rameau o H. Riemann.”
2ª Alternativa lógica
La segunda alternativa afirma que la música y la filosofía tienen algo en común. Ésta es la tesis que vamos a adoptar nosotros. ¿Qué es lo que pueden tener en común? Que la expresión “Filosofía de la Música” tiene un sentido. En realidad dos sentidos: objetivamente, la “Filosofía de la Música” es “Filosofía sobre la música”. Cuando decimos “Filosofía de la Música” en este sentido suponemos que ahí hay algo que tiene que ver con las Ideas: la música como objeto de reflexión filosófica. Sin embargo, hay filosofía que no es ¡Filosofía de la Música”. De hecho, todo lo que tiene que ver con la técnica musical compositiva pasa por ser filosofía pero no lo es; habría que eliminarla (filosofía catártica). Por ejemplo, una teoría que Luis de Pablo propuso, es la idea de hacer una música del presente que se desconectase del peso de la tradición, para de esta forma, formar una música que no sea la tradicional. El profesor Bueno aclara que lo que se entiende por música actual o música moderna no es propiamente música sino más bien danza, baile. Recuerda a Platón: cuado la música empieza a contaminarse con la danza y el baile sobreviene la corrupción de la ciudad. Cita, igualmente, a la etóloga Goodall (reciente Premio Príncipe de Asturias) y sus estudios sobre la “danza de la lluvia”, una danza ejecutada por chimpancés que se parecería mucho a los bailes de los jóvenes de hoy en las discotecas; no en vano ambos, humanos y chimpancés, somos primates.
Pero volviendo a Luis de Pablo, éste habla de lo tonal, y de incorporar la música del presente, que comienza, según Adorno, con Schoenberg con la música serial. Luis de Pablo quiere hacer una teoría de la música que prescinde de formas heredadas, proponiendo...
Foto: Alberto Morante, publicada en La Voz de Asturias, Oviedo 1990.
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