Continúa el idilio artístico entre Evgeny Kissin y Madrid. El pianista ruso encandila al público en su recital de ayer domingo en el Auditorio Nacional para Ibermúsica
«Apoteósico, espectacular, histórico», son algunos de los calificativos del público que ayer domingo asistió al recital ofrecido por Evgeny Kissin en el Auditorio Nacional de Madrid, una cita que, como en visitas anteriores, se ha convertido por su importancia artística en un evento musical histórico para la ciudad, que acudió en masa para ver tocar el piano a uno de los más importantes virtuosos del instrumento del presente. Fueron alrededor de dos horas y media de recital, en las que Kissin puso en sonido siete mazurcas y Andante spianato y la gran polonesa brillante de Chopin, obra en la que se ha convertido en una referencia desde hace años, y que ayer volvió a interpretar haciendo las delicias de un público que practicamente llenó el Auditorio Nacional. Continúa de esta forma el idilio de Evgeny Kissin con la ciudad de Madrid, al tiempo que con Ibermúsica, ciclo con el que comenzó a colaborar en 1988, visitándolo junto a Vladimir Spivakov y los Virtuosos de Moscú, y que convierte cada una de sus visitas en citas ineludibles para el melómano. Cuatro propinas ofreció ayer Kissin ante los interminables aplausos de un público que también le oyó interpretar el Adagio en si menor Mozart, el arreglo de Carl Tausig de la Toccata y Fuga en re menor de Bach y la Sonata nº 31 de Beethoven.
Fotos: Rafa Martín / Ibermúsica
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