Se llama Etienne Gara y en EEUU es considerado una estrella creciente de la «música clásica», un concepto tan oscuro que, a juzgar por la propuesta artística de Gara, corre el riesgo de no poder apenas distinguirse del rock. Bien es cierto que la sonoridad de algunos conjuntos musicales «historicistas» en ocasiones recuerda a las manifestaciones sonoras rockeras, pero nunca habíamos llegado a ver una versión de una obra barroca en la que se incluyeran instrumentos como guitarras eléctricas. Su versión de «Las cuatro estaciones» de Vivaldi, disponible en Youtube, incluye una guitarra acústica y una eléctrica. Lo que no entendemos es por qué Gara se ha quedado ahí, pudiendo sustituir el contrabajo y violonchelo por un bajo eléctrico, el violín por uno electrónico y el clave por un sintetizador. Etienne Gara acaba de ser reconocido como artista residente de The Soraya, en California.
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