Por Albert Ferrer Flamarich
Correspondencia epistolar (1892-1916) de Enrique Granados. Miriam Perandones. Editorial Boileau, Barcelona, 2016. 527 págs. ISBN: 978-84-15381-61-7
El brillante florecimiento de la musicología en España, gracias a una nueva generación de estudiosos versada en las últimas metodologías críticas y conocedores de la investigación actual, se encamina a menudo hacia la revalorización y comprensión profunda de un repertorio ya conocido. Estos especialistas ofrecen trabajos de la importancia y necesidad como el presente, que es una de las contribuciones más significativas del doble aniversario de Enrique Granados (1867-1916).
En él, la profesora de Historia del Arte y Musicología de la Universidad de Oviedo, Miriam Perandones (Orense, 1979), recientemente nombrada directora de la Cátedra Leonard Cohen, reúne la selección más completa existente de las cartas de Enrique Granados. En total, 506 muestras numeradas escritas en castellano, catalán, francés y otros idiomas (en inglés, una; en italiano, dos) que han sido convenientemente traducidas al español y agrupadas en tres grupos: las de 1892 y el compromiso con Amparo Gal; las de Amparo y su familia política durante su estancia en Madrid entre 1894 y 1896; y, por último las escritas a partir de 1897. De éste último grupo cabe otra subdivisión: 1897-1910, 1911-1914, 1915-16 y cartas de condolencia. De su familia natural se han conservado muy pocas cartas. Todas las epístolas aparecen cronológicamente ordenadas cuando que ha sido posible datarlas. Como expone la autora, Granados sólo fechaba sus misivas si tenía una relación exclusivamente profesional con el destinatario. De este modo, para esclarecer la fecha del resto de cartas, que son la inmensa mayoría, ha partido de las referencias históricas y biográficas así como de un calendario histórico. Una tarea difícil que, al margen de una incesante búsqueda en hemerotecas, implica un conocimiento amplio y detallado de la historia española finisecular, no sólo la musical.
Esto forma parte del tercer bloque de los cuatro que estructuran el libro. Previamente hay una introducción y estudio preliminar que contextualiza al compositor y en el que realiza una aproximación biográfica sucinta y completa (perfil humano, obras, viajes, actividad e iniciativas,…). La segunda parte resume las cuestiones metodológicas del proceso de elaboración de este epistolario que debe una importante cantidad de documentos a Antoni Carrera Granados, fallecido en 2012 y nieto del compositor. El último apartado esboza una breve biografía de los 83 corresponsales y colaboradores que no formaron parte de su familia biográfica ni política (páginas 491 a 504). Entre éstos cabe destacar su maestro Pedrell, sus íntimos amigos Albéniz, Casals, Vives y Viñes; pianistas como Bauer, Cortot, Schelling, y compositores como Saint-Saëns, Cui, Grieg o Massenet.
Como buen trabajo de investigación incluye el índice onomástico, algo de lo que algunas editoriales parecen prescindir en los últimos tiempos. Además explicita todos los fondos y archivos existentes y consultados tanto nacionales como extranjeros. Como curiosidad incluye un árbol genealógico (pág. 62) y una escueta galería fotográfica (pág. 342). Naturalmente hay una abundancia de notas, originalmente dispuestas en los márgenes y al pie de página, aunque cuesta entender porqué la numeración empieza de nuevo en cada página. Es una elección poco práctica en su reincidencia numérica y que puede generar equívocos en la citación para las venideras investigaciones que beban de esta imprescindible fuente documental. Una fuente documental esperada y oportuna que, como afirma Perandones, permite poner en valor al Granados poliédrico, complejo, cuya música es la perfecta expresión de su tiempo y lugar, y de sus controversias intelectuales, culturales y políticas. ¡Bienvenido!
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