Por Juan Carlos Justiniano.
Madrid. 07/03/15. Auditorio Nacional. CNDM: Ciclo Jazz. Kurt Elling Quintet. Passion World. Kurt Elling (voz), Gary Versace (piano y órgano Hammond), Clark Sommers (bajo), John McLean (guitarra) y Bryan Carter (batería).
Probablemente entre las aportaciones del Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM) que de un tiempo a esta parte más han destacado, podría citarse en primer lugar la firme decisión de programar y poner en valor esos otros repertorios no tan habituales que aparentemente se encuentran alejados de la tradición culta. La cuarta temporada del ciclo Jazz del CNDM –cercano a su fin– se ha mostrado tan versátil en sus propuestas como la voz del protagonista del último concierto del ciclo celebrado en la Sala de Cámara del Auditorio Nacional de Madrid. El pasado sábado, Kurt Elling, una de las últimas voces prodigiosas del jazz actual, ofreció un recital de jazz depurado, agradable y accesible para todos los públicos dedicado a la canción. Y llenó. El cantante de Chicago es bien conocido y valorado por la crítica como uno de los cantantes de jazz con más empuje del momento, como un verdadero crooner del siglo XXI con una enorme capacidad de seducción. El inconfundible y cálido color de su instrumento así como una técnica prodigiosa lo dotan de una personalidad inconfundible capaz de bregar con interminables improvisaciones adornadas de todo tipo de alardes vocales.
Cargado de intenciones, el estadounidense se atrevió a presentarse ante una sala abarrotada completamente solo y a cappella. Pero no iba a comparecer mal acompañado el cantante; el cuarteto que lo acompañaba, que respiraba el mismo aliento que Elling, aportó lo estrictamente necesario para ofrecer una auténtica sesión de jazz al más puro estilo de la tradición. En perfecta sincronía el contrabajista Clark Sommers y la batería de Bryan Carter conformaron una base rítmica infalible que, junto a Gary Versace al piano y al órgano Hammond y John McLean a la guitarra completaron una agrupación definitivamente a la altura. Esta colaboración del quinteto, cuya consecuencia discográfica será Passion World, fue el motivo de la presencia de la banda en Madrid. Y es que, el programa que ofrecieron el Kurt Elling Quintet se integró, en gran medida, de una selección de este álbum que será editado próximamente: un conjunto de baladas y melodías que, más allá de su calidad, se presenta como un cancionero en múltiples idiomas. Así, el quinteto presentó un repertorio de composiciones originales, standards tradicionales y versiones de bandas como U2 (Where The Streets Have No Name) sometidas siempre al tamiz personal del quinteto. En definitiva, casi dos horas de partituras que sonaban al jazz de todos los tiempos (Come Fly With Me, On Broadway, You Send Me, So Far Away) tratadas con exquisitez, sensibilidad e inteligencia y arregladas al servicio de la versatilidad de una voz privilegiada, ligeramente rasgada, quizá rota pero siempre valiente y atrevida. Hubo momento, incluso, para escuchar el español (con el bolero Si te contara) y el francés (La vie en Rose) del americano.
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