Eliahu Inbal dirige la 'Tercera sinfonía' de Mahler en la temporada de la Sinfónica de Castilla y León

Eliahu Inbal dirige la ´Tercera sinfonía´ de Mahler en la temporada de la Sinfónica de Castilla y León

   Un reportaje de Agustín Achúcarro
El Director Principal invitado de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León Eliahu Inbal dirigirá dos programas diferentes en un plazo de quince días en el Auditorio de Valladolid. Comienza el 17 y el 18 con la Sinfonía Nº3 en re menor de Mahler, un compositor con el que el músico siente afinidad. Inbal mantiene una especial relación con la OSCyL y su público lo que añadido a su incontestable calidad como director le ha permitido conseguir fructíferos resultados en sus conciertos con dicha formación. Junto a los citados intervienen el Coro Valle de Aguas, que dirige Verónica Rioja, el Coro Piccolo, cuyo director es Ramiro Real, y la Escolanía Harmonia Pueri, que dirige Valentín Benavides, preparados por Jordi Casas, y la mezzo Maite Beaumont.  

   El canto llega a esta sinfonía cuando aproximadamente lleva una hora de música, lo hace con un texto de Nietzsche y la voz tiene que estar ahí como si hubiera estado desde el principio. “No es nada fácil, supone una total filigrana, en una intervención de unos quince minutos, con una música muy profunda y a la vez con una melodía preciosa, nada banal”, afirma Maite Beaumont, la mezzo que interviene en esta sinfonía. La cantante siente que “es como si estuviera haciendo música de cámara”. “Sí, hay una amplia orquesta, pero mi intervención es como un lied, o quizá sea más preciso hablar de música de cámara, pues me siento parte de un todo con la orquesta y el coro”, subraya.

   A menos de 24 horas del primer concierto la cantante se siente satisfecha del trabajo realizado y de cómo ha ido en concreto con el director. “Nos hemos entendido muy bien, pues lo importante es que tengamos la misma lectura musical y he tenido una sensación buenísima, de hecho me he sentido muy a gusto con su dirección; yo he vivido y trabajado mucho en Alemania y se nota que conocemos la manera en que se trabaja esta sinfonía”, comenta la mezzo al tiempo que agrega que “Inbal le ha dicho que la ha dirigido bastantes veces con Christa Ludwig”, comentario por el que la cantante “se siente halagada”.  

   Al referirse a las posibles dificultades vocales Beaumont no duda en considerar que “es una obra muy central”. “Lo más importante en Mahler es el estar en estilo, el tener en cuenta los balances, los colores, las dinámicas, algo que Inbal tiene muy presente, pues aunque haya pasajes en forte, claro que hay mucho viento, es una sinfonía que exige muchos pianos, que tiene una textura finísima, con algo siempre muy especial”, reseña la mezzo.

   A la hora de preguntarle sobre las características de su voz Beaumont piensa que es una mezzo lírica, aunque huye de etiquetas y profundizar en el desarrollo de su voz le hace reflexionar sobre el futuro de su carrera:  “Aunque he hecho mucho Mozart, Rossini y Haendel, ahora conforme voy cumpliendo años me voy abriendo a nuevos repertorios con Adalgisa de Norma, o los Donizetti, con Elisabetta, María Estuardo y Ana Bolena, pues voy desarrollando mi voz por ese camino, sin dejar ni Haendel, ni el barroco, y pensando para dentro de unos años en interpretar los llamados papeles de pantalón como Octavian de El Caballero de la Rosa”, apunta la mezzo.

   De momento a Maite Beaumont le esperan, entre otras actuaciones, los papeles de Cherubino en Hamburgo, Isabella de La italiana en Argel, en diciembre en el Liceo de Barcelona, y El amor brujo en Lyon. Experiencias que le hacen sentir que “todo lo que viene a ella lo hace con mucho gusto”.