En su impulso por dar salida a un sinfín de investigaciones nacionales de primera magnitud, Editorial Alpuerto publicó recientemente las Actas Capitulares de la Catedral de Cuenca entre 1498 y 1660, en un volumen bien encuadernado y cuyo grafismo facilita la comprensión de sus 750 páginas.
En su impulso por dar salida a un sinfín de investigaciones nacionales de primera magnitud, Editorial Alpuerto publicó recientemente las Actas Capitulares de la Catedral de Cuenca entre 1498 y 1660, en un volumen bien encuadernado y cuyo grafismo facilita la comprensión de sus 750 páginas. El presente es el primer tomo de una serie que intentará completar cuatro siglos de noticias musicales en dicha catedral abarcando desde el siglo XVI hasta el XIX y culminando una labor de más de una década de trabajo y vinculada a distintas iniciativas y proyectos académicos por parte del compositor y musicólogo José Luis de la Fuente Charfolé, especialista en la música de la época moderna y autor, por cierto, de la traducción al español y edición crítica del Diccionario de música de Jean-Jacques Rousseau publicada por Ediciones Akal en 2007.
Con éste se amplía la casi decena de libros sobre música policoral en esta catedral que forman un valioso compendio dentro del catálogo de esta editorial española y ponen al servicio del estudioso una exhaustiva investigación musicológica como medio y herramienta con un contenido inédito más allá de los siempre dificultosos y, a menudo, ilegibles manuscritos e originales –bien sea por la caligrafía como por la notación de la época-. En este sentido, dichas actas capitulares recogen acuerdos sobre múltiples aspectos cotidianos de la institución de corte administrativo y burocrático que testimonian la actividad musical asociada a las ceremonias litúrgicas, así como a otros eventos de corte civil en que participaron sus músicos. Tal y como destaca de la Fuente Charfolé el análisis de estos autos aporta una visión complementaria a la incidencia de sucesos como las guerras, las epidemias, los patronazgos y demás circunstancias que afectaron la dinámica de maestros, cantores e instrumentistas ofreciendo detalles de orden histórico, económico, político, social, artístico y cultural que ahora quedan al alcance de la mayoría en una edición crítica rigurosa y partícipe de criterios metodológicos actuales que son oportunamente especificados. A ellos, se añaden, por supuesto, el indispensable índice onomástico y otro de contenidos, que cierran este estudio equiparable a otras aportaciones en la misma línea de otros centros catedralicios españoles como el de Salamanca y León fruto de nuevas generaciones de musicólogos.
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