Se llama Anne Melvin y, tras su muerte, ha dejado ocho millones de dólares a la Columbus Symphony Orchestra (EEUU), la donación más grande que ha tenido el conjunto en su historia. "La Columbus Symphony fue uno de los grandes amores de la vida de mi madre; la música era parte de lo que ella era ", dijo la hija de Melvin, Anne T. Melvin, en un comunicado, que reproduce The Columbus Dispacht.
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