Por Albert Ferrer Flamarich
De la casa de los españoles negros. Recuerdos de mi infancia sobre Beethoven de Gerhard von Breuning. Vision libros. Madrid, 2020. 156 págs. ISBN: 978-84-18158-55-1
Al aluvión de publicaciones del Año Beethoven en lengua española se suma la colección de primeras biografías sobre su figura que el sello Vision Libros ha lanzado al mercado, comenzando por el tercer volumen de una serie que albergará cuatro títulos. A diferencia del ámbito francés, germánico y anglosajón, España cuenta con escasas iniciativas que impulsen la reedición de fuentes documentales con medio siglo o más de existencia desde su publicación. En parte, por haber quedado desfasadas y ampliamente superadas por la literatura musicológica contemporánea. Suelen tratarse de obras representativas que, desde una perspectiva personal próxima al protagonista en el caso de las memorias, aportan testimonios y aclaraciones heterogéneas desde preceptos diametralmente opuestos a lo académico y copados de un estilo romántico literario muy de época. Es lo que en otros estilos musicales y disciplinas se conoce como fanzines, disfruta de gran vitalidad sobre todo en esta era de consumo digital. No obstante, en el terreno de la música clásica se reconvierte en un acto de elevada cultura bajo el ropaje de una integridad intelectual y una superioridad historiográfica que parecen diluir el aparato comercial, sin negar la vigencia e interés informativo de una tendencia deudora del crecimiento de la afición y el acceso a la música en capas cada vez más intermedias de la sociedad.
Un claro ejemplo es la primera traducción al español de De la casa de los españoles negros. Recuerdos de mi infancia sobre Beethoven, en el que Gerhard von Breuning (1813-1892) compiló recuerdos y anécdotas y propias, de su padre y de otros contemporáneos (principalmente Grillparzer y Schindler, por entonces documentación casi oficial y de prestigio) para los fastos del centenario del nacimiento en Bonn. Una tarea que no pudo concluir a tiempo por la suspensión y aplazamiento de éstos hasta 1874, debido a la guerra franco-prusiana y por motivos personales. Discutido en algunos puntos por los grandes especialistas del siglo XX, se divide en seis capítulos escritos a la manera de memorias en un relato fluido, de estilo claro, algo afectuoso y sin la retórica asfixiante de las fórmulas de respeto usuales en la época. Desde su perspectiva, von Breuning aspiró a un tono más o menos imparcial en la confección de esta hagiografía humanizada que ofrece la imagen de un Beethoven sufridor, de bondad inherente y personalidad compleja; junto a la narración de episodios significativos como la recepción de Leonora en 1806, el entierro multitudinario en Viena y el discurso que pronunció Grillparzer tan citados y recreados en todo tipo de escritos musicográficos. Sin embargo, se destila la aversión hacia Johann y Carl van Beethoven –hermano y sobrino.
A diferencia de la reedición reciente de otros títulos análogos, sí cuenta con estudio crítico útil tanto para el investigador como para el melómano. Para ello Roberto L. Pajares Alonso ha contextualizado y contrastado en profundidad los datos (documentación legal, administrativa y medicina de la época), hechos y opiniones revelando las fuentes y el origen de los equívocos. Es decir, sustrayendo buena parte del aire museístico y de reliquia como fuente de consulta, a la par que ofreciendo claves y matices necesarios para todo lector atento. Sus 168 notas aclaratorias desplazadas al final del libro y su prólogo esclarecen algunas informaciones contradictorias o falsas recogidas como testigo certero por el autor. En éste también se resume el árbol genealógico de la familia que trató con el compositor, la Schwarzsparner y el equívoco histórico de su nombre.
La edición carece de índice onomástico para la consulta puntual y de un diseño gráfico que dé personalidad estética al libro y solvente, por ejemplo, los cambios de capítulos apenas perceptibles. Además algunas de las notas a pie más extensas de von Breuning, es decir las no desplazadas al final del libro, irrumpen en la página siguiente sin delimitación para el cuerpo del texto principal en un confuso salto de página que resta coherencia visual. Por otro lado, se agradecen algunas imágenes como la del plano de la Schwarhaus (página 66) que complementa la amplísima descripción de la que fue la última vivienda de Beethoven y que el autor conoció sobradamente en su adolescencia de la mano de su padre, Stephan von Breuning, uno de los íntimos amigos de Beethoven. Por pura pedantería puede señalarse que no indica qué partituras de Händel recibió Beethoven en febrero de 1827, así como algún descuido: la nota a final de texto 45 no aclara qué incidencia tuvo el brownianismo en la muerte de Lenz von Breuning, tal y como puede entenderse en la página 34. Por otro lado, en la página 57 no queda justificada la referencia a la página 17 relacionada con Caspar Carl van Beethoven. Lo mismo sucede en la remisión a la página 16 indicada en la número 63.
Compartir