El sello Acantilado es una de las más prestigiosas editoriales españolas. Cuenta en su haber con una nutridísima colección bibliográfica sobre humanidades, que en lo musical cuenta con referentes muy destacables. En esta ocasión, su catálogo se ha ampliado con este breve glosario, que es una enumeración de algunos términos que el pianista Alfred Brendel expone y comenta sucintamente. Lo hace desde su reflexión y experiencia, equiparándose como intelectual a muchos directores (desde Furtwängler a Boulez), compositores (desde Berlioz a Debussy) e intérpretes (desde Casals a Fischer-Dieskau). Recuérdese también su participación junto a Martin Meyer en El velo del orden (Antonio Machado Libros).
Ordenado a modo de diccionario, la predilección por lo aforístico configura una exposición ágil, de consulta rápida y enfocada a un público avezado a la música. En este sentido el perfil del consumidor no es el máximo posible. Especialmente cuando presenta ideas válidas pero necesitadas de desarrollo como la referida al arpegio entendido como de expresión o apreciaciones críticas que rayan un peligroso reduccionismo y presuponen ciertos conocimientos en el lector. Sirvan de ejemplos la escasa cantabilidad de las canciones de Chopin (página 29), la duda que un Credo o un Dies Irae sean bailables (página 39) o la voz arreglo (páginas 16-19) bienintencionada pero excesivamente parcial tras los estudios de autores como Peter Kivy. No faltan curiosidades como el "Querflügel" o "zarzuela para piano".
Por supuesto, lo ofrecido dista de tener una voluntad enciclopédica pero constituye un acercamiento singular a la concepción musical de uno de los grandes pianistas de la historia. Lo hace en la estética habitual del sello y edición de bolsillo. No obstante cabe cuestionar la idoneidad de éste lanzamiento tras anunciar en el prólogo que próximamente aparecerá en la misma editorial otro título del pianista: Sobre la música. Quizá la comercialización de ambos títulos conjuntamente potenciando su correlación temática -también referida en el prólogo- y reduciendo los costes de producción hubiera beneficiado a lectores y a la empresa.
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