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DANIEL BARENBOIM: 'Encontré algo en este piano que me fascinó y quiero ir hasta el final'

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Autor: Álvaro Menéndez Granda
23 de noviembre de 2016

Daniel Barenboim: ´Encontré algo en este piano que me fascinó y quiero ir hasta el final´

Un reportaje de Álvaro Menéndez
Fotografías: Fernando Frade
Daniel Barenboim es una de las grandes figuras de nuestro tiempo en la música clásica. Como todos los grandes, el pianista y director de orquesta argentino tiene, a partes iguales, admiradores y detractores, pero no se le puede negar ni su acierto interpretativo en determinados estilos musicales ni su reconocida fama internacional. Actualmente de gira por Europa, reserva tres fechas para España: el 23 de noviembre en Zaragoza, el 24 en Barcelona, y finalmente el 27 en Madrid.

   Por si no generase suficiente expectación la perspectiva de un recital de Daniel Barenboim, en estos conciertos el maestro estará acompañado por un elemento novedoso que suscitará aún más interés y que ya es protagonista de su última grabación: su nuevo piano Barenboim-Maene. Este nuevo instrumento es el resultado de una inquietud por la claridad sonora, después de que Barenboim tuviese oportunidad de probar, en la Academia Musicale Chigiana de Siena, uno de los últimos pianos del compositor Franz Liszt. "Había algo en el sonido que me impresionó muchísimo, y empecé a soñar con un piano que tuviera todas las ventajas del piano moderno pero con esas particularidades [del piano de Liszt]". Este nuevo instrumento, diseñado por el constructor de pianos Chris Maene sobre la idea de Barenboim y con la ayuda de la prestigiosa firma Steinway & Sons, combina un encordado paralelo –en lugar de cruzado– con una maquinaria de acción diferente a los pianos convencionales. "Es un piano moderno, no suena como un piano histórico. La acción es distinta, es más inmediata, más transparente. Se toca de forma distinta. Hay que tener más cuidado, puede tener tendencia a «chillar», por así decirlo. Como cada cosa, tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Es un poco más delicado para tocar".

   Barenboim, que recibió a los medios en Madrid el pasado 22 de noviembre, estrenó hace unos meses un canal de YouTube en el que comparte vídeos de corte divulgativo en los que explica varios aspectos formales de algunas de las obras que forman su inmenso repertorio. "Yo les hago mucho caso a mis hijos –declaró–. Mi hijo mayor hace música electro-pop, tiene mucho contacto con gente joven que no está tan cerca de la música clásica, y fue él quien me convenció para empezar el canal en YouTube donde hablo sobre música, porque me dijo que hay mucha gente joven que no se atreve a ir a los conciertos porque no tiene formación suficiente". Comprometido con la juventud, Barenboim cree que "es una lástima que no haya educación musical en las escuelas. Cuando yo era más jóven [risas] la música formaba parte de una cultura general. El que se interesaba por Picasso conocía a Stravinsky, al que le gustaba más Paul Klee conocía a Schoenberg. Hoy en día no es el caso. Si no se tiene música en casa, si no hay música en la escuela primaria y no hay música en la escuela secundaria, se termina el bachillerato, se llega a la universidad y ya es demasiado tarde".

   Barenboim, conocido también por sus reflexiones sobre política, es certero en sus comentarios. Aseguró que "la crisis de los refugiados sirios no es un problema de oriente medio ni de Europa. Es un problema global, universal. En mi país natal, Argentina, hay tres comunidades sirias: una musulmana, otra cristiana y otra judía, y se llevan bien entre ellas. Hay tres millones de musulmanes, en un país de cuarenta millones de habitantes, sin el más mínimo problema, porque Argentina históricamente siempre fue una nación acogedora y no hay problemas de identidades múltiples".

   Pese a la vitalidad de Barenboim y a su inquieto espíritu que le mantiene siempre en una intensa actividad, la edad es un lastre para todos y eso influye en la manera en la que el maestro enfoca su actividad concertística. "Antes dirigía tres conciertos a la semana y además ofrecía un recital de piano. Ahora evito esas situaciones, necesito más tiempo".

   Casi al final de nuestro encuentro, tuvimos ocasión de preguntarle hasta dónde llega el interés por su nuevo piano, si a partir de ahora todas sus grabaciones y sus recitales serán en el piano fruto de su propio sueño. "Sinceramente, no lo sé. Por ahora tengo mucha curiosidad por ver hasta dónde llego con este nuevo piano. No es imposible que un día toque sobre uno de los otros pianos y prefiera seguir tocando con él. No es que ahora toque en el nuevo piano porque los otros ya no me gusten. Encontré algo que me fascinó y quiero ir hasta el final. Si el final significa abandonar los otros o no, sinceramente, no lo sé".

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