Este catálogo, que pasa automáticamente a convertirse en una referencia absoluta sobre la figura de uno de los más importantes compositores de teatro lírico español del siglo XIX, supone el tercer título para CODALARIO Ediciones.
Por Mario Guada | @elcriticorn
Nuria Blanco Álvarez. Catálogo de la obra de Manuel Fernández Caballero. Oviedo, Codalario Ediciones, 2019 [294 pp]. ISBN: 978-84-09-14160-9.
No nos vamos a engañar a estas alturas: el mundo de la zarzuela y el teatro lírico español está poco menos que agonizando. Decía hace pocas fechas María Encina Cortizo, catedrática de musicología de la Universidad de Oviedo, que «pocos países tienen una tradición lírica y teatral tan extensa e intensa como la nuestra. Sin embargo, me temo que estamos asistiendo al final de las representaciones de zarzuela». Tremendo, aunque me temo que acertado, vaticinio. Curiosamente, es la propia Cortizo la encargada de prologar el libro que ocupa estas líneas, firmado por otra excepcional musicóloga, la doctora Nuria Blanco Álvarez, encargada, por lo demás, de entrevistar a Cortizo en aquella ocasión para CODALARIO.
Precisamente es CODALARIO Ediciones quien se encarga de editar esta nueva referencia bibliográfica, –tercera en su haber–, que pasa sin lugar a dudas a situarse como un título absolutamente referencial en el ámbito de los estudios sobre zarzuela y teatro lírico español de los siglos XIX y XX. La importancia del mismo solo puede atisbarse en términos absolutos, sobre todo si tenemos en cuenta que se trata del primer catálogo exhaustivo y completo que existe de la obra completa de Manuel Fernández Caballero, una figura que, a pesar de que no ha sido estudiada en profundidad hasta fechas recientes, si sitúa como una de las luminarias absolutas en el mundo de la zarzuela decimonónica en nuestro país. Como tal hay que tratarlo, y así lo entiende Blanco Álvarez, quien actualmente debe ser situada como la mayor especialista mundial en la vida y obra de este autor, a quien en 2015 dedicó su tesis doctoral El compositor Manuel Fernández Caballero (1835-1906), inédita actualmente, la cual esperamos pueda ser publicada pronto, pues se trataría del complemento a un título como este.
No se trata, pues, de un libro monográfico sobre su vida y obra, sino –y estrictamente– un catálogo de su obra. Si bien los catálogos temáticos tienden a estar desprovistos en la actualidad de la importancia que merecen, no seré quien contribuya a ello una vez más; au contraire, pues la relevancia de este catálogo estriba en diversos aspectos que merece la pena apuntar: I) Se trata del primer catálogo existente sobre este compositor; II) El trabajo de documentación, exquisito, ha llevado a la autora a conseguir catalogar nada menos que un total de 275 obras [193 zarzuelas, 38 canciones, 3 piezas vocales profanas, 25 obras instrumentales y 16 obras sacras]; III) Varias de las obras catalogadas no habían sido mencionadas ni reconocidas bajo su autoría hasta el momento; IV) Se analiza adecuadamente el estado de la cuestión, situando los estudios sobre Fernández Caballero en su punto preciso, lo que sin duda le aporta una mayor importancia a este catálogo; V) Un apartado dedicado a las fuentes consultadas aporta la información detallada del minucioso trabajo desarrollado por Blanco Álvarez, que le llevó a consultar hasta un total de 48 periódicos y revistas de la época –búsqueda hemerográfica llevada a cabo en la Biblioteca Nacional de España–, así como diversos catálogos, legados, secciones de música y otros documentos de instituciones como el Museo Nacional del Teatro, la Sociedad General de Autores y Editores, la Fundación Juan March, el Teatro Tacón de La Habana, la Unión Musical Española, la Biblioteca Municipal de Madrid, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, el Conservatorio Superior de Música de Madrid o la University of North Carolina, entre otros; VI) El trabajo de maquetación, a cargo de Antoni Pons, resulta modélico, elegante, preciso y minucioso, sin duda a la altura del contenido del libro.
Tras la presentación de Cortizo y una breve introducción del doctor y profesor de musicología en la Universidad Complutense de Madrid, Víctor Sánchez, la autora va desgranando en unas pocas páginas los datos concretos de su estudio, su metodología y las consideraciones previas al catálogo, el cual que ocupa el grueso del contenido y que merece la pena tratarse con detenimiento, por lo riguroso y pulcramente estructurado del mismo. Lo divide en cuatro apartados generales –cada uno de ellos referido a las categorías en que se divide su producción [zarzuelas, canciones y otras obras vocales profanas, música instrumental y música religiosa], y en cada uno de ellos es posible encontrar los datos fundamentales de cada obra, a saber: título y fecha de la composición, numeración de la obra en el catálogo –esperamos que sirve de referencia en adelante para referirse a las obras del autor–, libretista en el caso de las zarzuelas, autor de la música con los pseudónimos utilizados por el autor –un aporte extraordinario este–, lugar y fecha del estreno, acción de la obra escénica, así como los personajes de la misma y los cantantes que se encargaron de llevarla a cabo en su estreno, para concluir indicando las fuentes correspondientes a libreto y partitura manuscrita. En la mayoría de los casos se añaden los distintos números musicales que componen cada zarzuela. Además, en algunos de los casos se aportan imágenes a color de carteles o portadas de partituras para algunas de las obras, sin duda una aportación que es muy de agradecer visualmente.
En el caso de las canciones y otras piezas vocales, las primeras se dividen en dos secciones según su inspiración, ora en aires folklóricos españoles, ora en aires folklóricos hispanoamericamos. Aquí se aportan título y fecha de composición, autor del texto, cronología, dedicatorio –si lo hubiere–, edición de la obra, fuentes y características principales de la composición. Para concluir se incluye el texto completo de la cada una de las canciones, con indicaciones acerca de su procedencia y aspectos referentes a rima y versificación.
En el breve apartado dedicado a la música instrumental, además del título y número de catálogo de cada obra, se aportan datos sobre su cronología, dedicatoria, manuscritos/ediciones, localización y características principales de la obra. Apartados similares para las obras sacras, algunas de las cuales se completan con los números musicales que las componen, incluyendo el texto.
Concluye el catálogo con un capítulo conformado por unos muy útiles e inteligentemente concebidos anexos, en los que poder consultar las distintas zarzuelas por sus títulos, un listado con las zarzuelas cuya autoría está aún sin confirmar, otro con las zarzuelas por la fecha de estreno, los nombres de los distintos coautores que colaboraron con Fernández Caballero en sus zarzuelas [y las obras], los nombres de todos los libretistas de las mismas [y las obras], todos los teatros que vieron estrenarse alguna de sus zarzuelas [y las obras], un listado con las zarzuelas según su número de actos, concluyendo con una breve lista sobre las portadas de las partituras editadas.
Un trabajo exhaustivo al extremo, pulcro, riguroso y muy inteligente. Poco más se le puede pedir. Quizá, y por incidir un poco más en la excepcional practicidad del catálogo, podría pedírsele a la autora del catálogo que incluyeran una siglas generales a la totalidad de las obras [podríamos proponer bien MFC o bien uno con referencia a la autora del catálogo, NB, si se prefiere], pues el propuesto aquí, con una numeración correlativa a la que se añade una letra para clarificar su género [Z para la zarzuelas, C para las canciones, I para las obras instrumentales y R para la música religiosa] puede resultar algo confuso en ocasiones si no se encuentra en un contexto que clarifique de forma taxativa que hablamos de Fernández Caballero. De cualquier manera, un mínimo «inconveniente» para una obra excepcional en todos sus sentidos. Un trabajo encomiable que pone en liza a Fernández Caballero y que demuestra la calidad del trabajo desarrollado habitualmente por Blanco Álvarez en sus trabajos musicológicos. Un acierto el de CODALARIO Ediciones por vislumbrar la importancia de esta aportación a los estudios sobre nuestro patrimonio lírico.
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