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Crítica: Tasto Solo en la 51.ª Semana de Música Antigua de Estella

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Autor: Fabiana Sans
25 de septiembre de 2020

Tasto Solo deja su estela en Santa Clara

Por Fabiana Sans | @fabianasans
Estella. 09-IX-2020. Iglesia de Santa Clara. 51.ª Semana de Música Antigua de Estella. La flor en paradis. Obras anónimas extraídas del Codex Las Huelgas, Le Manuscrit du Roy, British Library, Orfeó Català, Bibliothèque nationale de France, Biblioteca Medica-Laurenziana y Faculté de Médecine de Montepellier.

   Es innegable que, a pesar de la importancia histórica que tiene la música del medioevo, aún sea una gran desconocida. Su sonoridad compleja, el desconocimiento de su repertorio tanto por el público como por parte de los músicos, programadores, medios y gestores, sumado a la dificultad en su ejecución y la poca dedicación que se le ofrece a los alumnos hacia esta época en los conservatorios, limita su presencia en los escenarios. Por eso, no dejan de ser una auténtica satisfacción aquellos espacios que cada vez amplían más la presencia de conjuntos medievales en sus programaciones.

   Este ha sido el caso de la 51.ª Semana de Música Antigua de Estella, que se ha sumado de manera gratificante a este grupo de festivales que cada vez apuestan más por la música medieval. Y qué mejor que hacerlo con uno de los conjuntos más relevantes del panorama nacional e internacional como es Tasto Solo, liderado por el musicólogo y organettista Guillermo Pérez y creado en 2006, el conjunto aborda su propuesta musical a través de la investigación del repertorio y del uso del organetto en la época.

   Tasto Solo ofreció en su programa La flor en paradis, un repertorio que pretende ilustrar el origen de la polifonía medieval a través de la unificación entre lo sacro y lo profano, dos mundos que se desarrollan y conviven en el medioevo, y del que se tiene conocimiento a través de las diferentes formas compositivas que se desarrollaron entre el Ars Antiqua y el principio del Ars Nova, dejando su huella en manuscritos como el Códice de las Huelgas [Hu] base en este concierto, y de otros como Montpellier [Ms H 196], Florencia [MS 29.1], Orfeó Català MS I, Manuscrito de Londres y Manuscrit du Roy.

   Pérez ofrece las primeras notas del concierto a través de una introducción en la que seguidamente la voz de la soprano norteamericana Anne-Kathryn Olsen, entona un «Kyrie» perteneciente al Códice de las Huelgas, con una voz que parece desprenderse del propio instrumento ejecutado por el organettista. Con una afinación muy precisa y un sonido que se extendía por toda la iglesia, le dieron paso a uno de los «Sanctus» del Orfeó Català con un diálogo entre la voz y el organetto moviéndose desde lo más solemne con las notas tenidas de Perez a lo más terrenal con el sonido de la percusión de David Mayoral. Enlazan a través del organetto un «Benedicamus Domino» del manuscrito de Florencia, en el que se lucieron los músicos con impecables y veloces melismas del organum florido, cerrando esta primera parte vocal con el «Flavit auster flatu», prosa del Códice de las Huelgas en la que Olsen demostró, una vez más su impecable voz. Dos estampidas concluyeron esta sección, en la que Pérez hizo gala de su maestría con el instrumento que junto a Mayoral contrastaron, con un lenguaje más ligero y rítmico, esta parte del programa.

   El concierto estuvo articulado en cuatro secciones, y dividido en dos partes, a saber: Ad misam, primer bloque, donde pudimos escuchar tres piezas del ordinario de la misa de diferentes manuscritos; Estampidas, sección consagrada a las danzas instrumentales; y en la segunda parte, Motetes y Secuencias, siendo el motete la forma musical que asienta con mayor precisión esta yuxtaposición entre lo religioso y lo mundano. Para la ocasión, la agrupación contó, tal como hemos mencionado con Olsen, que a pesar de su tesitura contaba con una voz con cuerpo, luciendo especialmente en el registro central, y que contó con la soltura suficiente para hacer frente sin inconvenientes al duro programa que tenía por delante. Sin embargo, si de algo adoleció fue en el manejo de los textos, los cuales dejaron que desear en la pronunciación como, en algunos casos, en términos expresivos.

   El segundo bloque, estuvo conformado por los motetes «O María Virgo/O Maria maris/[In veritate]»  del códice burgalés, «Plus belle que flor» y «Quand repare la vendor ambos» del Ms H 196. Estas piezas a cuatro y tres voces, tienen su particularidad en la diversidad de textos en las voces superiores, realizadas en base un cantus firmus. Por ello, uno de los elementos más importantes radica precisamente en el texto, poco acertado, como hemos mencionado, por la soprano, en quien primo la hermosura de su voz ante las palabras. Finalmente el concierto estuvo compuesto por el conductus politextual «Casta Catholica» y la secuencia «María Virgo», ambas del Códice de las Huelgas, intercaladas, como todo el concierto, con algunas danzas e improvisaciones que no pasaron desapercibidas.

   Llama la atención por un lado, cómo la agrupación se enfrenta a la polifonía contando con tan solo una voz, siguiendo, como explican ellos mismos, la técnica de las intabulaciones, por la cual la soprano se encargará de la voz superior y el organetto de las inferiores. El resultado que ofrecen es curioso, pues aunque es más sutil que cuando se interpretan todas las líneas con voces, lo cierto es que permite descubrir una nueva sonoridad en el repertorio y tal vez percatarnos de detalles que de otra manera quedan opacados. Y en este descubrimiento sonoro encontramos también las danzas instrumentales y las improvisaciones en las que Mayoral, destacado percusionista del panorama nacional, hizo gala de su destreza y energía en el conjunto, especialmente en los «diálogos» que se crearon entre los dos instrumentistas.  Por su parte, Perez nos hizo recorrer distintos estados emocionales gracias a su extraordinaria habilidad en el instrumento, que lo sitúa, sin duda, como uno de los mayores representantes del organetto. Una vez más Tasto Solo no nos deja indiferentes, por ello, esperamos verlos en más ocasiones en los auditorios y salas de España. Sin duda, podemos repetir que, hoy por hoy son un referente de la música medieval europea.

Fotografía: SMADE

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