Por Beatriz Cancela
Santiago de Compostela. 5/VIII/16. Auditorio de Galicia. Concierto especial dentro del Curso Universitario Internacional, Música en Compostela. Director: Maximino Zumalave. Piano: Josep Mª Colom. Obras de Eiras, García Abril, Montsalvatge y Falla.
A punto de conmemorar las seis décadas de existencia ininterrumpida -algo realmente encomiable hoy día- el Curso Universitario Internacional Música en Compostela y una veinteañera Real Filharmonía de Galicia nos brindaron un magnífico recital en la noche del viernes que, junto al concierto del miércoles anterior centrado en obras de Viaño, Arriaga y el Concierto de Aranjuez de Rodrigo como plato fuerte, constituyeron una exhibición de música española contemporánea, con presencia gallega en cada uno de ellos.
Será en 1957 cuando se fragüe la idea de establecer unos cursos estivales centrados en el estudio, interpretación y difusión de música española, semejantes a aquéllos que estaban propagándose por Europa y América. De modo que la idea concebida por el musicólogo, compositor y pianista gallego, Antonio Iglesias, junto al afamado guitarrista Andrés Segovia y José Miguel Ruiz Morales, a la sazón Director General de Relaciones Culturales en el Ministerio de Asuntos Exteriores, se materializa en 1958, hasta el día de hoy. Casi 60 veranos en los que Compostela se convierte en enclave de referencia para el estudio de la música española, con maestros de la talla de Conchita Badía, Oscar Esplá, Federico Mompou, J. Montsalvatge, Andrés Segovia... más que docentes, protagonistas y referentes de la música española del siglo XX.
Aprovechando la coyuntura, Música en Compostela rindió un doble homenaje en este concierto: Zumalave dedicó unas emotivas palabras in memoriam de Áurea Ruiz, compañera del gran Antón García Abril, allí presente; y por otra parte, hacia la RFG. El insigne violinista y director de los Cursos, A. León Ara, y el prestigioso médico y secretario de Música en Compostela, E. Jiménez, hicieron entrega de un diploma conmemorativo a la orquesta por su XX aniversario, nombrándola Orquesta Predilecta de Música en Compostela.
El programa seleccionado para la ocasión estaba ordenado cronológicamente desde el contemporáneo Juan Eiras con su Old sailor's room, compuesta por encargo para la RFG y estrenada ya en 2014. Partitura que explora los efectos de los instrumentos tratando de crear atmósferas inspiradas en la obra del pintor gallego Urbano Lugrís, donde el individualismo melódico de cada parte cobra sentido en la uniformidad y en el equilibrio de la orquesta.
La inquietud y el misterio del mar de Eiras cedió paso a los Cantos de pleamar de A. García Abril. La orquesta reducida a las cuerdas aportó una sonoridad llena, trasladándonos a la inmensidad de un mar calmo. La combinación de planos sonoros entre las cuerdas agudas y las graves nos arrastraban suaves en un oleaje que alcanzó su cenit en el solo de violonchelo final, quejumbroso y cuasi exánime.
Tras pasar por las Tres postales iluminadas de J. Montsalvatge, elegantes con sus ritmos característicos subyacentes y de aparente sencillez, era el momento de Noche en los jardines de España de M. de Falla, con Josep Mª Colom al piano. Con qué facilidad y expresividad ejecutó la obra, imprimiendo personalidad a las frases, deslizándose por arpegios y escalas con sutileza e incidiendo en el carácter que otorgan giros y cadencias. Magnífica interpretación que arrancó en el público efusivos aplausos que el catalán agradeció con la ejecución de dos bises. El primero de ellos, El pelele de E. Granados, haciendo un guiño al centenario de su defunción; y en segundo lugar un breve fragmento de Música callada de F. Mompou.
En fin, concierto emotivo que evidencia el buen momento que atraviesa tanto la RFG como Música en Compostela, que desde el 31 de julio y hasta el 13 de agosto desplegará su actividad en distintos puntos de la ciudad con maestros y alumnos internacionales unidos bajo el estudio de la música española.
Foto: Facebook Real Filharmonía de Galicia
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