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Crítica: «La verbena de la Paloma» en la temporada de la Sinfónica y Coro de RTVE

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Autor: Raúl Chamorro Mena
17 de septiembre de 2024

Crítica de Raúl Chamorro Mena de La verbena de la Paloma del Teatro Monumental, con la Orquesta Sinfónica y Coro de RTVE dirigido por Miquel Ortega

«La verbena de la paloma» en el Teatro Monumental de Madrid

Sin duda, patrimonio de la humanidad

Por Raúl Chamorro Mena
Madrid, 13-IX-2024, Teatro Monumental cinema. La verbena de la paloma (Tomás Bretón). Damián del Castillo (Julián), Manuel Vicente Fernández (Don Hilarión), Irene Palazón (Susana), Raquel González (Casta), Sonia González (Señá Rita), Esmeralda Espinosa (Cantaora), Yolanda Valero (Tía Antonia), José Ángel Silva (Un sereno), Carmelo Cordón (Don Sebastián), Miguel Ángel Viñé (Tabernero). Orquesta Sinfónica y coro de RTVE. Dirección musical: Miquel Ortega. Dirección de escena: Diego Carvajal. 

   Tan apropiada como justa esta iniciativa de la Orquesta y Coro de RTVE en apoyo a la plataforma «Zarzuela: Patrimonio de la humanidad» a fin de conseguir que este género tan fascinante y singular sea declarado patrimonio inmaterial de la humanidad por la UNESCO. 

   Como explica el profesor Emilio Casares en su magnífico artículo del programa de mano, disponible sólo en formato telemático, sobran razones para tal declaración, pues estamos ante un género, surgido en el siglo XVII, que representa como ningún otro el «yo musical» de España y resulta único por su calidad musical, su conexión con las clases populares, el enorme favor del público durante tantos años, la crítica social y la capacidad para cobijar bajo el término genérico de Zarzuela, los más diversos formatos. 

   El acto contó con una introducción, que resultó demasiado larga y un tanto plúmbea, bien es verdad, en la que intervinieron delegaciones de USA, Japón, Colombia, Perú y México, además de Miquel Ortega como representante de la plataforma «Zarzuela: Patrimonio de la Humanidad». Entre las intervenciones, detacaría las de este último, que luego empuñó la batuta, y cuando relató que entró en el género a través de Los gavilanes de Jacinto Guerrero, lo que me produjo satisfacción, pues es la misma obra con la que emprendí mi camino de devoción, no sólo a la Zarzuela, también al teatro lírico en general. Cómo no, recalcar por su indudable peculiaridad, la intervención de la representante japonesa Yumi Sakurada, que se presentó con su kimono, cual Madama Butterfly ataviada también de mantón de manila y entonó en ¡¡¡japonés!!! la canción de paloma de El barberillo de Lavapiés.  

   Se antoja adecuada la elección de una joya como La verbena de la paloma como emblema del género y punta de lanza de su reivindicación. Obra maestra del sainete madrileño con una particular creatividad y complejidad musical, dentro de este subgénero. 

   Sin dudar de la entrega del elenco convocado y asumiendo la compleja acústica para las voces del recinto, hay que destacar la escasa proyección vocal general del mismo. El tenor Manuel Vicente Fernández confirió intención a un Don Hilarión ataviado con ostentoso pelucón moreno y a pesar de algún exceso y amaneramiento, además de una limitada presencia sonora, completó una plausible creación de este prototipo del viejo verde. Muy corta de graves, fundamentales en esta parte, la Señá Rita de Sonia González. Por su parte, Irene Palazón acreditó mejor presencia escénica que vocal como Susana, al igual que la Casta de Raquel González. Mayor sonoridad exhibió el barítono Damián del Castillo, si bien perjudicado por una emisión dura y engolada y un perceptible vibrato. Entregada y con buen estilo, pero de escasa proyección también la cantaora de Esmeralda Espinosa. El veterano Carmelo Cordón confirió suficiente relieve a Don Sebastián. Interesante el sereno de José Ángel Silva y cumplidora Yolanda Valero como la Tía Antonia.    

   Lo mejor de la representación vino de la mano de Miquel Ortega, gran conocedor del género, que demostró el dominio de la partitura con una dirección ordenada, chispeante y viva teatralmente -espléndido el cuadro de la cantaora-, al frente de una Orquesta de RTVE que sonó brillante y empastada. El coro se lució apropiadamente en las seguidillas. Funcional y suficiente, teniendo en cuenta el limitado espacio, la esquemática dirección escénica de Diego Carvajal.

Fotos: RTVE

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