Es el premio de composición más importante del mundo. El Grawemeyer Award, otorgado anualmente por la Universidad de Louisville (EEUU), tiene entre sus ganadores a Esa-Pekka Salonen, György Ligeti, Pierre Boulez, Krzysztof Penderecki o John Adams entre muchos otros. Las bases de premio y sus criterios de análisis están basados en altísimos estándares de objetividad, siguiendo los deseos del empresario Charles Grawemeyer, el generoso mecenas que permite galardonar al premiado en cada edición con nada menos que 100 mil dólares. No es raro que los más importantes nombres de la composición participen año tras año en el certamen. En esta edición ha sido Joel Bons el galardonado, por su partitura Nomaden, un trabajo de una hora para violonchelo solo y un conjunto de instrumentos de diversas culturas. Bons, de 65 años, escribió la pieza para el violonchelista francés Jean-Guihen Queyras y el Atlas Ensemble, un grupo de 18 músicos de China, Japón, Asia Central, Oriente Medio y Europa. Cello Biennale Amsterdam encargó el trabajo, que se estrenó en Amsterdam en octubre de 2016 con la dirección de Ed Spanjaard. Además del violonchelo, el trabajo incorpora una amplia gama de instrumentos asiáticos: erhu y sheng chino, sho y shakuhachi japonés, sarangi indio, kemenche turco, duduk armenio, setar persa y alquitrán y kamancha azerbaiyanos, muchos de los cuales son precursores de los instrumentos occidentales.
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