El patio del Teatro Salón Cervantes de Alcalá de Henares y la plaza del Convento de Villarejo de Salvanés acogerán la recuperación de cinco Divertimenti, Tríos de cuerda, de Cayetano Brunetti (1744-1798) en los conciertos que tendrán lugar, respectivamente, el viernes 7 de agosto y el sábado 8, a las 22 h., dentro del ciclo Música en las Villas de Madrid. El protagonista interpretativo del evento es Concerto 1700, formado por Daniel Pinteño [Violín y director artístico], la violinista Isabel Juárez y la violonchelista Ester Domingo.
Actualmente se conservan 52 tríos de cuerda de Brunetti, 23 de los cuales estan escritos para violín, viola y violonchelo, a los que Brunetti los denominó «divertimenti», debido a su instrumentación, distinta de la plantilla, entonces canónica, de dos violines y bajo, pero también a causa de su carácter ligero o a que fueron destinados a un ambiente más relajado que el de la Real Cámara. Entre 1773 y 1775 Brunetti compuso 18 de estos «divertimentos», destinados a la diversión del XII Duque de Alba, gran aficionado a la viola. Los «divertimenti» que presentará Concerto 1700 en estos dos conciertos son fruto de la recuperación de patrimonio musical español llevada a cabo por Raúl Angulo de la Asociación Ars Hispana.
En los próximos días, el conjunto dirigido por el violinista Daniel Pinteño, participará también en el Festival de Música Renacentista y Barroca de Vélez-Málaga, donde el miércoles 12, junto a la soprano Aurora Peña, interpretarán el programa «Entre cándidos bellos accidentes: Catadas al Santísimo», con las Cantadas de José de Nebra (1702-1768), cuyas obras han sido encontradas en la catedral de Guatemala, y Diego Pérez de Camino (1738-1796), halladas en la catedral de Santo Domingo de la Calzada. El programa se completa con dos obras de Arcangelo Corelli, de las que se ha encontrado copia transcrita en la Catedral de Jaca (Huesca) y que muestran la amplia difusión más allá de Italia de su música durante el siglo XVIII. El trabajo de recuperación y edición se debe igualmente al musicólogo Raúl Ángulo y a la Asociación Ars Hispana.
Cayetano Brunetti (1744-1798) fue, desde 1771, el máximo responsable de la música que se interpretaba en la cámara del Príncipe de Asturias, futuro Carlos IV, siendo encargado no solo de componer música nueva para las veladas de su ilustre patrón, sino también de seleccionar el repertorio a escuchar. Desde esta posición privilegiada, Brunetti contribuyó a la difusión en España de las novedades musicales que procedían del resto de Europa, especialmente de París y Viena.
Quizá el principal modelo compositivo para Brunetti fue Joseph Haydn (1732-1809), cuya obra empezó a ser conocida en España en fechas muy tempranas. Dado el gran aprecio que sentía por su música, Brunetti ordenó copiar para la corte española numerosos tríos, cuartetos y más de sesenta sinfonías del compositor austríaco. Otro de los modelos indudables de Brunetti fue Luigi Boccherini (1743-1805), uno de los compositores más apreciados del siglo XVIII – llegando a rivalizar en fama con Haydn, especialmente en Francia – y con quien Brunetti coincidió en Madrid.
Actualmente se conservan 52 tríos de cuerda de Brunetti, 29 de los cuales están escritos para dos violines y violonchelo y 23 para violín, viola y violonchelo. A estos últimos Brunetti los denominó «divertimenti», posiblemente debido a su instrumentación – distinta de la plantilla, entonces canónica, de dos violines y bajo –, pero quizá también a causa de su carácter ligero o a que fueron destinados a un ambiente más relajado que el de la Real Cámara. Entre 1773 y 1775 Brunetti compuso 18 de estos «divertimenti», que sabemos que estaban destinados a la diversión del XII Duque de Alba, gran aficionado a la viola. Los presentes «divertimenti» son fruto de la recuperación de patrimonio musical español llevada a cabo por Raúl Angulo (Asociación Ars Hispana).
Los «divertimenti» de Brunetti son un buen ejemplo de la madurez compositiva que alcanzó este músico ya en los años 70. Es de destacar en ellos la hermosura y el lirismo de sus temas, el tratamiento independiente dado a los tres instrumentos, los desarrollos ingeniosos y bien llevados – lo que denota la huella de Haydn – o la sutileza en las modulaciones, clara influencia de Boccherini y sus delicados matices armónicos.
Compartir