Por Alejandro Martínez
Según hemos podido saber, el homenaje que hoy ofrecerá el Teatro Real en memoria de Gerard Mortier contará con el siguiente programa:
1. Preludio de Lohengrin (Orquesta titular del Teatro Real)
2. Einsam in trüben Tagen (Lohengrin) Anne Schwanewilms, soprano.
3. In fernem Land (Lohengrin) Michael König, tenor.
4. Voi che sapete (Bodas de Figaro) Maria Bayo, soprano.
5. Du holde Kunst (Schubert) Franz Hawlata, bajo.
6. Patria oppressa (Macbeth) (Coro titular del Teatro Real)
7. Going up a yonder. Espiritual, por Measha Brueggergosman, soprano.
8. Preludio y muerte de Isolda. H. Haenchen, dir., y la Orquesta titular del Teatro Real.
Sin demérito de cuantos artistas participan en él, lo cierto es que se trata de un homenaje vergonzoso y paupérrimo, muy lejos de lo que cabía esperar y de lo que Mortier merecería. Además, no destaca la presencia de ningún artista, a excepción de Bayo y Brueggergosman, que no forme ya parte del equipo artístico de Lohengrin. Un largo listado de artistas, algunos de la talla de Waltraud Meier, han declinado participar en este homenaje. Nos aventuramos a apuntar que por la vergüenza ajena que les supone colaborar con quienes en vida tan mal trataron a Gerard Mortier. Quienes más apreciaron a Mortier en vida, quienes contaron con su apoyo, confianza y respaldo en algún momento clave de sus carreras, rechazan participar en esta farsa, en esta fingida ceremonia. La dirección general del Real y su patronato lo hicieron mal en vida de Mortier y lo siguen haciendo mal una vez desaparecido éste, como si confirmarle a un belga la leyenda negra fuese su único empeño.
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