Un reportaje de Agustín Achúcarro
La Sala Miguel Delibes del vallisoletano Teatro Calderón recibe hoy sábado 21 de enero al Trío Ayren, que actúa dentro del ciclo de Juventudes Musicales de Valladolid. Este grupo de cámara lo forman Bernardo Aguiar, violín, Beatriz Perona, violonchelo, y Nina Aranda, piano. “La característica que más se ve desde fuera es nuestra juventud, pues tenemos edades comprendidas entre los 21 y 23 años, y en cuanto a lo musical creo que somos un grupo en el que todo está muy consensuado entre nosotros, incluida nuestra profesora Noelia Rodiles, que forma una parte imprescindible en nuestro aprendizaje y nuestra evolución”, asevera Beatriz Perona, que hace aquí las veces de portavoz del grupo.
Para el Trío Ayren fue muy importante ganar ex aequo el Concurso permanente de Juventudes Musicales de España de 2015. En ese momento ellos vieron, recuerda Perona, que una de las cosas que más llamaba la atención era precisamente “lo jóvenes que eran” así como “el poco tiempo que llevaban juntos, -prácticamente un año-, y el resultado que “habían conseguido”.
Así que cuando llegó la hora de hacer la gira de conciertos tenían claro el plantearse un programa de obras de juventud, en el que se incluyera el Trío op 39 de Salvador Brotons. “Es una obra que nos sorprendió muchísimo, nos encantó, nos llamó mucho la atención por sus características como creación actual, vamos, nos llenaba, y Brotons la compuso a los 27 años”, apunta Perona.
Tenían, pues, ya una obra elegida y querían “hacer un Beethoven sí o sí”, asegura la chelista. Y entonces vieron que el Trío op.1, nº3 en do menor lo compuso en torno a los 25 años y tirando del hilo encontraron el Trío en sol mayor de Debussy, que “lo había compuesto con dieciocho años”, explica la chelista. Con esas premisas y esas partituras el programa estaba resuelto. “Al unir estas tres obras nos dimos cuenta de que era lo que queríamos: grandes obras compuestas por jóvenes”, recalca ilusionada la violonchelista.
Al pedirle a Perona unas breves palabras sobre las otras razones que les movieron a elegir esas obras la chelistano no duda. “La de Beethoven nos captó de inmediato, pues a pesar de pertenecer a un periodo muy temprano de su vida, tenía ya características románticas, dramáticas”. “En cuanto a Debussy lo que vimos más interesante era la sencillez y el que ya tenía sus señas de identidad, aunque fuera muy por encima, pero se veía que estaban ahí”. Con respecto a la partitura de Brotons Beatriz Perona no hace sino confirmar lo ya dicho. “Es una obra magnífica, que contradice todos esos prejuicios que tenemos en torno a la música contemporánea, a la que solemos escuchar con una mentalidad muy cerrada”.
El Trío Ayren es por tanto una asociación de músicos jóvenes para hacer música, que miran al futuro con el empeño de poder dedicarse a lo que aman, al tiempo que viven con intensidad el presente, algo que Beatriz Perona ratifica en primera persona no sin cierto pudor por tener que hablar de ella misma. “En mi caso dicen que soy muy expresiva, que pongo mucho empeño en todo, y acabaré este año cuarto de superior”. “Y en cuanto a mis aspiraciones quiero seguir estudiando, si puede ser en España en España, pero si no también me encanta salir fuera, y desde luego me gustaría continuar con el proyecto del Trío Ayren, porque creo que funciona y lo pasamos muy bien”.
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