Gergiev dirige por primera vez a una orquesta española
SOBRARON TROYANOS
Les Troyens, Berlioz. Valencia Palau de les Arts. 31-10-2009. Stephen Gould, Gabriele Viviani, Giorgio Giuseppini, Stephen Milling, Elisabete Matos, Daniela Barcellona, Zlata Bulicheva, Dmitri Voropaev, Askar Abdrazakov, Eric Cutler. Dirección musical: Valery Gergiev. Dirección de escena: Carlus Padrissa (La Fura dels Baus)
Ópera muy difícil de ver y una oportunidad por tanto ineludible, si se tiene en cuenta, además, la calidad de los cuerpos estables del Palau de les Arts de Valencia. La obra se hace pesada sobre todo en los actos finales. Música a veces grandilocuente con momentos de tedio y con descenso de la fuerza dramática (sobre todo en los actos de Cartago), junto a otros estupendos. Fabulosos los cuerpos estables de Les Arts bajo la magnífica batuta de Gergiev. Algo superficial si se quiere, pero de una brillantez y pulso teatral, indudable. Una vez más hay que destacar la alta calidad de orquesta y coro. Horrible el reparto vocal, del que sólo se salvó la Dido de Daniela Barcellona, única voz colocada y única cantante con sentido de la línea y clase como vocalista. Horror al cubo el ladrido continuo de Stephen Gould. Voz espantosa, opaca, de emisión dura y muscular. Sin noción de lo que es el paso. Antimusical. Se te caía el alma a los pies escuchando como Daniela Barcellona intentaba cantar con morbidez en el bellísimo nocturno con semejante tenor a su lado. De pena. Pésima Elisabete Matos como Cassandre, ayuna de graves, con la voz falseada, ensanchada, abombada, hueca, dura, sin ductilidad ni elasticidad alguna. Incapaz de realizar un piano, una smorzatura... Ruda, monotóna y aburrida. Abucheos para La Fura del Baus, que volvieron a presentar los habituales personajes colgados, aparatejos varios y proyecciones en aluvión. Si no hubieran transcurrido apenas 4 meses de la tetralogía, podría resultar apropiado, pero la reiteración cantaba. Los dos primeros actos funcionan más o menos, lo que sostiene la producción, pero la memez de los virus informáticos que acaban con Troya, y la idea de que Eneas y los suyos se van colonizar Marte cuando abandonan Cartago, más parece propia de niños de 4 años o seres oligofrénicos.
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