César San Martín interpreta el papel de Barón Douphol en La traviata que, desde el jueves y hasta el sábado, se puede ver en el Palacio de la Ópera de La Coruña dentro del festival lírico de la ciudad, bajo la dirección musical de Ramón Tebar. El barítono madrileño, cuya trayectoria está fuertemente ligada al mundo de la zarzuela, nos habla del célebre título verdiano y del momento en que se encuentra su carrera.
¿Qué tipo de Traviata se encontrará el público cuando se abra el telón?
Es una producción con telones recuperados de los años 50 que están maravillosamente conservados. Después de “Los diamantes de la corona”, de Barbieri del Teatro de la Zarzuela, no había visto nada así. Desde el punto de vista escénico se consigue una sensación de profundidad muy atractiva. Es de agradecer que se haya conseguido tanto reutilizando material que ya existía lo que, en estos tiempos que corren, me parece bueno, para no gastarse un dineral de manera gratuita.
¿Aboga por la reutilización de materiales?
Es una opción interesante, porque permite seguir manteniendo la calidad gastando menos dinero. Creo que el momento actual es también propicio para reutilizar materiales de otras producciones, sobre todo si se hace con inteligencia, como es el caso de esta Traviata.
¿Cómo fueron sus comienzos en el mundo del canto?
Comencé más bien tarde para lo que suele ser habitual. Había estudiado piano desde los ocho años yen la universidadcanté oratorios como solistadel coro, donde me decían que tenía una voz bonita y me animaban a estudiar canto. Después empecé a trabajar en Yamaha Música, un trabajo que me permitía vivir cómodamentecon un sueldo muy apetecible. Al tiempo, recibía clasesde Lola Bosom, y gracias a ella hice las pruebas para entrar en la Escuela Superior de Canto. Pero en el trabajo no me permitieron compatibilizarlo con mis estudios, así que lo dejé y conseguí otro a media jornada por las tardes. De esa forma, tenía las mañanas libres para estudiar. El apoyo de mi mujer y mi familia fue muy importante en ese momento. Y aquí estamos. Después de 11 años, creo que ha merecido la pena.
Ha participado en varias producciones del Teatro de la Zarzuela, entre ellas, la famosa Luisa Fernanda de Luis Olmos proyectada en pantallas LED, que dio tanto que hablar.
Esa Luisa Fernanda supuso una interesante innovación tecnológica, aunque quizás resultaba demasiado difícil de llevar a otros teatros. El papel de Vidal de esta zarzuela era uno de los que aspiraba a interpretar cuando empecé a estudiar. Para mí, hacer el papel de barítono de esta obra inmortal ha sido un deseo cumplido, y más en el Teatro de la Zarzuela de Madrid.
¿Qué objetivos quiere alcanzar como barítono?
Mientras estudiabame marqué una serie de objetivos, creo que bastante realistas, que he ido cumpliendo. Lo primero, fue comenzar a hacer refuerzos en coros de importancia, como el de RTVE o el Liceu; luego hacer partiquinos, que empecé a cantar en teatros como el Real o el de la Zarzuela y, más tarde, roles secundarios como el Don Sebastián de Los diamantes de la corona. Al mismo tiempo comencé a participaren otras produccioneshaciendo papeles principales, como en la temporada de Los Jardines de Sabatini, en Madrid, donde puede trabajar con artistas de gran talento, como el director Óliver Díaz con quien, por cierto, viajo pronto a Lima para cantar La del soto del parral, junto a cantantes como Andrés Veramendi o María Rodríguez.
Habla del papel de Vidal con especial cariño
Es que es uno de los papeles al que tengo más cariño, junto con el personaje de Fígaro de El barbero de Sevilla, que pude cantar en la ópera estudio del Teatro Real, con una producción reducida de la puesta en escena de Emilio Sagi. Son roles con los que me siento muy cómodo y que, además, van muy bien para mi voz. No sé cómo evolucionaré vocalmente. A un barítono siempre le gustaría evolucionar en la dirección de las óperas de Verdi, pero esto no siempre es posible.
Hasta el momento, la zarzuela ha sido el género más importante en su carrera
Me pierde el género de la zarzuela. Meemociona tanto, quea veces siento que el corazón prevalece sobre la técnica. Incluso si hablamos del Teatro de la Zarzuela, tengo que decir que me ha ayudado mucho a empezar mi carrera como cantante. Es un género que siempre ha estado conmigo. Cuando era pequeño, durante algunos años estuve viviendo con mis abuelos y, mi abuelo, siempre ponía zarzuela mientras leía el periódico. Cuando empecé a estudiar todo me resultaba familiar, como si estuviera en mi subconsciente.
¿Pide consejo a alguien para no perder la perspectiva?
A nivel vocal, intentó estudiar todos los días salvo que tenga algo inexcusable que hacer. Siempre procuro estar en forma haciendo agilidades, ejercicios técnicos o de línea de canto. Suelo elegir arias que ya haya cantado para repasar, y siempre selecciono algún pasaje difícil para mejorarlo. Cuando estoy en Madrid, suelo contactar con mi maestro, para que me escuche y me diga cómo suena todo desde fuera. Cada cierto tiempo, un cantante también debe pasar una"ITV".
Foto: Web de César San Martín
Compartir
Aviso: el comentario no será publicado hasta que no sea validado.