Por Pablo Sánchez Quinteiro / @psanquin
CD. Suite Italianne. Francesca Dego & Francesca Leonardi. Ottorino Respighi, Igor Stravinsky & Mario Castelnuovo-Tedesco. Deutsche Grammophon.
Vuelve a las páginas discográficas de CODALARIO la joven violinista italo-norteamericana, Francesca Dego, quien continúa a buen ritmo su interesante vinculación discográfica con la Deutsche Grammophon. En la exploración que Dego está realizando del repertorio italiano más infrecuente del siglo XX es el turno ahora de la obra que abre y protagoniza el CD titulado Suite Italiana, la Sonata para violín y piano de Ottorino Respighi.
Se trata de una obra de 1917 que, a pesar de su carácter melancólico y serio, no refleja el drama que recorre a Europa de esquina a esquina. Su atmósfera evoluciona en un contínuo chiaroscuro de muy difícil realización. Entre las escasas referencias discográficas disponibles destaca la de la excelente violinista inglesa Tasmin Little y Piers Lane. Resulta relevadora la comparación con la nueva grabación de Francesca Dego y su pianista, Francesca Leonardi. Mientras Little opta por un discurso abstracto e incisivo, Dego y Leonardi imprimen a la música, de la forma más natural un carácter mediterráneo, luminoso, resplandeciente. No en vano el sonido claro y luminoso de Dego es uno de los aspectos que más ha resaltado la crítica en su reciente gira por España.
El Moderato inicial se abre de forma evocadora y nostálgica en ambos instrumentos. Un segundo tema más romántico, se entrelaza en un discurso de gran concentración que conduce a una exuberante coda que sin embargo da paso a un oscuro final. Aunque sin dejar de mirar a sus ancestros musicales, Respighi introduce armonías iconoclastas, que le confieren al discurso una cierta aspereza e indefinición. Es sorprendente la naturalidad con la que Dego y Leonardi construyen un diálogo fluido y convincente.
El Andante espressivo se abre en un dilatado monólogo en clave impresionista del piano -en este caso más lírico en las manos de Piers Lane-, el cual crea una atmósfera única para que el violín de Dego aparezca rodeado de un halo de una belleza insondable. El timbre cálido y suntuoso del Guarnieri de Dego y su dominio del arco da luz a unasección de una serenidad y belleza insuperable. Esta conduce a un exhuberante Appasionato central, con un clímax que en las manos de Dego y Leonardisuena auténticamente visceral, mediterráneo. Tras él retorna el protagonismo de la sección impresionista inicial, ahora asumida por la violinista en una auténtica cátedra de sensibilidad y musicalidad.
La Passacaglia es la forma musical que abre el final de la sonata. En este caso resulta evidente la inspiración de la Cuarta sinfonía brahmsiana que tanta impresión dejó en su tiempo, como prueban numerosos ejemplos entre los que se podría citar la Sinfonía en si bemol de Zemlinsky o, en el mundo francés, el Trío de Ravel. Estamos en el momento de mayor intensidad de la interpretación. Aunque alejado de ese cliché lírico y sensual que asociamos a Dego lo cierto es que la italiana recrea a la perfección el carácter sinfónico de este intensísimo pasaje. Donde Little es un estertóreo derroche de ataques incisivos y angulosos, Dego crea una progresión mucho más atractiva desde el punto de vista musical, dejando que las frases cojan vida, aunque esta sea lo tan efímera como el vertiginoso discurso musical permite. Tras una introspectiva coda, muy sugerente en la manos de Dego, retorna la agitación con una conclusión de un virtuosísimo y energía sobrecogedora, en la que ambos intérpretes nos vuelven a maravillar por su hallazgo de un equilibrio perfecto entre musicalidad y virtuosismo.
Sólo por esta grabación la interpretación de Dego justifica el CD pero por si fuera poco este esgeneroso en minutación con dos interesantes bonos. En primer lugar, la Suite italiana de Stravinsky, arreglo de la música de Pulcinella realizada por el propio compositor con Samuel Dushkin. Dego una vez más imprime su sello propio con una lectura cantarina y un tanto rubateada. Es una forma un tanto romántica de visitar los clásicos revisitados por Stravinsky. Los números más lentos, Serenata y Gavota, se benefician del lirismo y musicalidad que ya apuntamos en su grabación previa para la DG con la música de Paganini y Wolf-Ferrari. En los más agitados, Tarantella, Gavotta y el exultante Finale disfrutamos de una auténtica explosión de colores y sonoridades.
Y finalmente el CD retorna al repertorio infrecuente italiano con los arreglos de Mario Castelnuovo-Tedesco que en todo tipo de formatos de cámara tanto éxito tuvieron en Estados Unidos en los años cuarenta y cincuenta. Los intérpretes han seleccionado este caso unos delirantes arreglos de El barbero, Las bodas de Fígaro y La traviata que rebosantes de humor y virtuosísimo -siempre con sentido en Dego- harán las delicias de todos los oyentes. Sin duda un disco para recomendar.
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