Albert Ferrer Flamarich
Koželuch: Sinfonías I: 2, 9-11. Czech Chamber Philharmonic Orchestra Pardubice. Marek Štilec, director. NAXOS 8.574047 DDD 78 minutos.
Entre los muchos proyectos de integrales que Naxos va colmando paulatinamente, también ha de contarse con el tercer volumen de las sinfonías de Leopold Kozeluch (1747-1818), quien gozó de gran incidencia en su época y en el centro de Europa como compositor, pianista y profesor junto a Dussek (estudió con él en su juventud), Myslivececk, Dittersdorf, Gluck, Vanhal, Gassmann o Rossetti. Como ellos y tantos otros músicos checos que circularon por Viena e Inglaterra, fue un formador de la sinfonía que potenció el desarrollo de la forma sonata. Tras establecerse en Viena, entre 1779 y 1787 legó 17 ejemplos, de los cuales uno se da por perdido, más dos sinfonías concertantes.
Las cuatro sinfonías aquí grabadas -a finales de septiembre de septiembre de 2018- son entretenidas (especialmente en la inventiva melódico-rítmica de la Sinfonía en do mayor PosK I:9), equilibradas, claramente partícipes de la estética rococó; con primeros movimientos responden a una construcción sonatística basada en diseños e ideas temáticas diferenciadas y breves; y el refuerzo ocasional de trompetas y timbales como en la Sinfonía en Do mayor PosK I:2 –la única publicada en vida del compositor-, aunque naturalmente el peso lo lleve la cuerda, diálogos imitativos (PosK I:10). No obstante, resultan considerablemente modestas frente a las composiciones mozartianas y haydnianas del mismo género de esa misma década de 1780. Todas se dividen en cuatro movimientos y una de ellas, la PosK I:11 L’Irrésolu sorprende por la conclusión intrigante de su primer movimiento, no tiende al programatismo a la manera de Dittersdorf aunque sugiere un abanico de afectos y posee una cierta emulación de la rústico que los especialistas consideran que podría deberse a ser la base de alguna pantomima. Por cierto, es la más larga de las recogidas en esta grabación, cuya carpetilla sigue la esencialidad característica de Naxos y posee una captación de sonido buena que ofrece una notable presencia del bajo continuo en las cuatro sinfonías. Por su parte, la Czech Chamber Philharmonic Orchestra Parbudice con la participación al clavicémbalo de Jirina Dvoráková, dirigidos por Marek Stilec, ofrece una recreación muy estimable en color, vivacidad rítmica, perfiles dinámicos e idiomatismo.
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