Carlos Miguel Prieto: 'Si José Antonio Abreu fuera un sacerdote, sería un santo que ha hecho un milagro'

El joven director mejicano Carlos Miguel Prieto  ha dirigido el jueves y viernes pasado, en Avilés y Oviedo, a la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias en su 13º Concierto de abono. En el programa, la Sinfonía nº 2"India" de Chávez, la Sinfonía fantástica de Berlioz y Fire and blood para violín y orquesta de Daugherty, con  Alexandre da Costa como solista.

- Su carrera está más enfocada a lo sinfónico que a lo operístico

-  Quizás por el ritmo de trabajo que mantengo. Dirijo alrededor de 160 conciertos al año y todos son sinfónicos, pero también he hecho varias óperas con buenos resultados. Creo que sé acompañar y dejar respirar a los cantantes. En mi móvil tengo todas las óperas de Britten, Debussy, Janaceck, Schoenberg, Strauss; incluso de autores poco conocidos como la finlandesa Kaija Saariaho, cuya ópera L´amour de Loin me gusta mucho. No obstante, en la actualidad se puede decir que no formo parte de ese mundo. En lugares como Europa es difícil entrar en el circuito de la ópera. Parece que si no tienes experiencia no te invitan, y no lo hacen precisamente porque no tienes experiencia.

- Ha trabajado  en muchas salas diferentes ¿Cuál posee la mejor acústica?

- Acabo de hacer mi debut en el Carnegie Hall de Nueva York, donde coincidí con Valery Gergiev. Es una sala que tiene una gran personalidad, con un sonido bastante vivo para las orquestas. En general, la acústica de los teatros tiende a ser algo más seca. También es muy buena la del Colón de Buenos Aires, que todos esperamos que no se estropee con las obras que se están llevando a cabo. Por último,  la sala del Concertgebouw de Amsterdan

- Su familia conoció a Carlos Chávez. Hábleme de él y su Sinfonía "India"

- Chávez fundó en 1928 la Orquesta Sinfónica Nacional de Méjico, de la que en estos momentos soy titular. La Sinfonía "India" fue su segunda sinfonía: una obra corta, de alrededor de diez minutos, que compuso para ser estrenada por la Orquesta Sinfónica de la CBS en 1935. Chávez es una figura importante del nacionalismo musical mejicano, que trata de incluir en su música elementos indigenistas -como puede ser la música Yaqui- pero dentro de un lenguaje muy formal, hasta cierto punto un tanto seco. Él era una persona muy escueta e incluso seca en el trato.

- ¿Quiénes eran los Yaquis?

- Son indios de Sonora, del norte de Méjico. Arizona y Sonora tienen en común el Desierto de Sonora. Los Yaquis son una tribu de indios conocida por la ferocidad y fortaleza de sus guerreros, así como por la sequedad de su carácter.  La idea que existe en España del mejicano es la del bonachón, quizás por la imagen de Cantinflas, pero también existe un tipo de mejicano seco y bastante formal de carácter. Así era Chávez, muy académico, seco y escueto, como su música.

- ¿Qué pretendía con esta sinfonía?

- Él forma parte de un nacionalismo tardío, que comenzó a darse a partir de los años 50, con el fin de separarse de una especie de folclorismo musical. En el fondo, México es un país muy profundo. Un ejemplo es Juan Rulfo, que escribió una obra como Pedro Páramo en muy pocas páginas, pero llenas de una gran profundidad. Eso es lo que trata de hacer Chávez. Es un compositor bastante afín a mí, no sólo porque yo tenga el puesto que él tenía como director de la Nacional de Méjico, sino por su relación con mi abuelo Carlos Prieto Fernández de la Llana, que era de Oviedo.

- Su padre, el conocido chelista Carlos Prieto, también tiene alguna relación con Asturias

- E incluso mi otro abuelo, Luis Prieto Bances, que fue un arquitecto que, entre otras cosas, construyó la Iglesia Redonda que actualmente está en la Plaza de la Gesta y diseñó el Campillín en Oviedo.

- Tiene usted un apellido con peso, y además dos veces

- Lo malo es que en Méjico la palabra "Prieto" significa moreno, así que cuando iba a la escuela, dado que yo me apellido Prieto Prieto, los alumnos se burlaban de mí llamándome güero güero, que significa rubio. Me lo decían porque, a pesar de tener este apellido, era tan rubio que casi parecía albino.

- ¿Qué opinión le merece el trabajo de José Antonio Abreu en Venezuela?

- Sólo conozco un sitio donde se ha podido llevar a cabo algo similar, pero dentro del mundo coral: Finlandia, donde hay más de 200 coros masculinos. Tienen los mejores coros de hombres del mundo. Lo cantan todo de memoria y se caracterizan por poseer muy buenas voces graves.

- ¿Cuál es la clave del Sistema venezolano?

- José Antonio Abreu es como un héroe, como un mártir profundamente generoso, que además es la pieza clave de un milagro que no se ha podido exportar a otros países, simplemente porque es él quien ha propiciado aquello. Le he dicho en alguna ocasión que lo que habría que hacer es clonarle para que otros proyectos funcionasen como el de Venezuela, porque él es la figura clave.

- Y el apoyo económico del país

- Sólo con dinero no se consigue lo que ha hecho él. Muchos países latinoamericanos tienen una pobreza enorme. El ciclo de la pobreza no se rompe con dinero, sino con autoestima, que se obtiene gracias a la educación o cuando alguien destaca, por ejemplo, en los deportes. Esa es la razón de que haya tantos beisbolistas en la República Dominicana, o futbolistas en Brasil.  Si Abreu fuera un sacerdote sería un santo que ha hecho un milagro. Trabaja con tanto amor e interés que incluso le está afectando la salud.

- Diferente a Méjico

- En Méjico todos los hombres son tenores. Sobran tenores pero no tenemos bajos, aunque sí algunos barítonos, y muy pocos tenores ligeros, al estilo de Juan Diego Flórez. Lo que le da ese aspecto mágico a Finlandia es la calidad de las voces graves.

- Hábleme de su trabajo con la Orquesta Juvenil de las Américas (YOA)

- Tiene la particularidad de que cada año cambia de sede. Este año estamos en Colombia. El próximo 19 de julio dirijo un concierto en Colombia junto a Joshua Bell para festejar el Bicentenario de la Independencia de Colombia. Podrán verlo alrededor de 50 millones de personas.