La Voz de Asturias (Domingo, 26/2/12)
José Carlos González Abeledo es el presidente de la Asociación Lírica Asturiana "Alfredo Kraus" y fue aspirante a presidir la Junta Directiva de la AAAO en las pasadas elecciones del año 2008. A la espera de que este año se celebren nuevos comicios, Carlos Abeledo rememora aquellas elecciones, hace balance de la última temporada ovetense y también nos habla de su labor al frente de la prestigiosa entidad lírica.
- Este año habrá nuevas elecciones a la presidencia de la Ópera de Oviedo. Su actual presidente anunció en estas mismas páginas que se presentará a la reelección. Después de los buenos resultados obtenidos por usted y su equipo en la convocatoria anterior, ¿piensa volver a presentarse?
- En principio no. En aquella ocasión muchos aficionados se dirigieron a mí para que lo hiciera pero, ahora, no percibo ese mismo interés. Además, mi esposa me ha pedido que no lo haga. Por ende bastantes de nuestros votantes se han dado de baja de la Asociación viendo los derroteros por los que transcurre la programación. No obstante, como aficionado y socio de la AAAO, me gustaría que se presentase alguien que defendiese más o menos las mismas ideas que en su día defendimos nosotros. Si aparece esa persona tendrá mi apoyo y el de nuestro grupo. Por otra parte, tras las elecciones del 2008 hubo un acuerdo tácito entre ambas candidaturas para cambiar la normativa electoral, a todas luces inadecuada cuando hay en liza dos aspirantes. Este cambio es necesario, ya que busca que la elección sea lo más operativa, limpia y democrática posible. He de lamentar que el actual equipo de gobierno no haya procedido a efectuar el cambio de estatutos necesario para que ello sea así, a pesar de que en las sucesivas asambleas generales celebradas a partir del 2008 se dijera que se iba a hacer "para el año que viene".
- ¿Falta democratizar más la institución?
- Más que democratizar, hay que hacer viables y sencillos los procedimientos. Hemos de ser conscientes de que los estatutos se hicieron durante la transición, en los albores de la democracia, en un momento en el que los socios con derecho a voto no llegaban al millar. Ahora hay más de tres mil socios. La Ley Orgánica 1/2002, de 22 de Marzo, que regula el derecho de asociación, hace hincapié en la necesidad de que el funcionamiento sea totalmente democrático. De hecho, hubo que reformar varios artículos de la AAAO para adecuarlos a la nueva normativa. E incluso se modificó lo estatuido acerca de la renovación parcial de la Junta cada dos años por la presentación cada cuatro de listas cerradas. Pero no se modificó el artículo que regula la manera de votar, ya que no se había dado nunca el caso de que hubiera alternativas fuera de las directivas en ejercicio. Es una asignatura pendiente.
- En concreto ¿qué es lo que propone usted?
- No es operativo que con más de tres mil socios con derecho a voto, las elecciones se diluciden como el último punto del orden del día de la asamblea general, y que por tanto se empiece a votar cerca de las diez de la noche. En las anteriores elecciones, a pesar de que se llegó al acuerdo de contar los votos delegados el día antes, hubo un enorme atasco para proceder a recoger los votos de los asistentes a la asamblea, en medio de un evidente malestar. Las elecciones deben convocarse para un día determinado, fuera de la asamblea. Un día en el que se abran las urnas a las 10 de la mañana y estén abiertas hasta las 8 de la tarde en un lugar determinado al efecto, dejando sin efecto las delegaciones de voto, pero permitiendo el voto por correo para los que no puedan acudir ese día a votar. Algo similar, por poner un ejemplo cercano, a como se procede en el caso del Centro Asturiano.
- En las pasadas elecciones, la candidatura encabezada por Jaime Martínez se impuso a la suya por un escaso margen de poco más de doscientos votos de diferencia. ¿Cómo valora aquellos resultados desde la perspectiva de hoy?
- Dadas las circunstancias bajo las que nos presentamos, con todo en contra, conseguir casi el 46% de los votos indudablemente fue un éxito. Creo que fue decisiva para nuestra derrota las declaraciones en la prensa del entonces concejal de cultura diciendo que el Ayuntamiento de Oviedo, oficialmente, apoyaba a Jaime Martínez. Intervención en mi opinión fuera de lugar, pues era una clara injerencia en las elecciones de una asociación privada, como es la AAAO. Luego nos enteramos de que era cosa personal del concejal, que incluso llegó a "presionar amistosamente" a uno de los componentes iniciales de la candidatura, diputado autonómico del Partido Popular por entonces, para "evitarle posibles problemas" dentro del partido si se presentaba con nosotros. Aquello nos obligó "in extremis" a cambiar la candidatura y nos hizo mucho daño.
- ¿Cuáles fueron las claves de aquel resultado?
- Aparte de lo que acabo de exponer, fue también importante otro artículo en la prensa firmado por el crítico "oficial" de las funciones de ópera (y digo "oficial" por ser asalariado del mas importante patrocinador de la temporada), en el que se daba a entender que la Consejería de Cultura del gobierno autonómico también apoyaba a nuestros oponentes. Cosa totalmente incierta, como fuentes autorizadas de la consejería me confirmaron personalmente. El supuesto apoyo se basada en unas declaraciones de la consejera de Cultura de meses atrás durante una comparecencia en el parlamento, en donde de manera genérica proclamaba el apoyo del Gobierno Autonómico a la ópera de Oviedo. La Consejería no lo desmintió públicamente y el daño quedó hecho. Y, por último, fueron decisivos el uso indebido de los medios (oficina y personal) de la propia AAAO por parte de la otra candidatura, a pesar de haber firmado un protocolo en ese sentido entre ambas partes. Varios de los miembros de nuestra candidatura quisieron llevar el asunto al juzgado. Otros, pensando mas que nada en no hacer daño a la asociación, nos opusimos. Y acatamos el resultado. Pero, pasado el tiempo, no está de mas que se diga, aunque solo sea para que si una nueva candidatura se presenta en las próximas elecciones, sepa a lo que se enfrenta. Yo, por mi parte, recuerdo con orgullo el inmenso trabajo de captación de votos delegados desarrollado por muchos simpatizantes, y el ímprobo esfuerzo de casi todos los componentes de nuestra candidatura.
¿Considera que el Campoamor cuenta con un público "entendido" o cree que esta afirmación no es cierta?
- Hoy el público del Campoamor es igual que el de otros muchos teatros y no es ni mas ni menos "entendido" que el de la mayoría de los sitios. Una gran parte es nuevo en esto de la ópera, y por tanto le faltan referencias para poder juzgar. Además lo que estamos viendo en los últimos años no ayuda para nada a su formación. Es inadmisible que obras que se ponen por primera vez en Oviedo no sean presentadas tal como las concibió su autor. Por ejemplo el "Murciélago" que hemos visto esta temporada tiene poco que ver con la obra de Johann Strauss. Allí donde el autor puso elegancia, refinado erotismo y fina ironía - reflejando las costumbres de la alta sociedad vienesa de la época- aquí solo hemos visto vulgaridad y chabacanería sin cuento.
- ¿Cuál es su valoración de la pasada temporada de la Ópera de Oviedo?
- La programación en cuanto a títulos era muy correcta, en la línea de lo que nosotros propugnábamos. Pero salvo en las dos últimas óperas no se acertó ni con los cantantes (en las tres) ni con las puestas en escena (en "El Murciélago" y en "La Flauta Mágica"). Aún así el resultado global me parece algo mejor que el de las últimas temporadas.
- ¿Y de lo anunciado para la próxima temporada?
- Los títulos me parecen muy interesantes pero, como siempre, el resultado dependerá de los artistas contratados. Si los esfuerzos de los responsables se siguen dirigiendo a presentar producciones sin sentido, descuidando los elencos, de poco valdrá que los títulos sean atractivos. Una verdad tan incontestable y de tanto sentido común como que lo importante en la ópera es la música, hoy no está de moda. Pero, a pesar de la preponderancia de lo escénico sobre lo musical, se siguen haciendo representaciones en versión concierto en todo el mundo. Y no conozco ni un solo caso en que se represente la ópera sin música, sólo con el texto, como una función teatral. Como decía el malogrado Paco Izquierdo, las representaciones de ópera pueden disfrutarlas los invidentes, pero no los sordos.
- Este año estaba previsto realizar por motivos presupuestarios una función en concierto de "Norma" de Bellini, un título que acabó siendo el mejor de la temporada, a pesar de haberse ofrecido en lo que la propia entidad denominó "semiescenificación".
- Es curioso lo del término "semiescenificada". Quisiera saber qué diferencia hubo en lo escénico respecto a "El Trovador" del año pasado, que fue un auténtico bodrio y a la que se le dio un tremendo "bombo". Para mí ninguna, salvo en los resultados, ya que la "Norma" fue espléndida, y "El Trovador" no, y el coste, que seguro fue muy superior el del Trovador. Quizás por eso, por el escaso coste, los responsables hablen de "semiescenificada", lo cual es sintomático. En mi opinión, "Norma" fue una representación plenamente escenificada, con detalles logradísimos y un buen gusto general a pesar de los pocos medios disponibles. Y que contó con cantantes de primera (superiores las féminas a los varones), una aceptable dirección musical y una buena contribución del coro. La "Norma" de este año es la prueba más clara del acierto de las teorías que nosotros defendíamos.
- En las encuestas de final de temporada, usted suele ser de los más exigentes ¿Tan malas son en su opinión las temporadas ovetenses?
- No, en absoluto. Creo que la puntuación que se nos pide -de una a cinco estrellas- da poco juego para los matices. Y además no está claro con qué debemos de comparar las funciones que vemos en Oviedo. ¿Con las que se ven hoy en el resto del mundo? ¿Con las que se vieron en las temporadas del Campoamor desde el año 1948? Yo he optado por puntuarlas comparándolas con las que se ven en todos los sitios, no solo ahora, sino desde mediados del siglo pasado. Y he de decirle que he visto a lo largo de mi vida unas 700 representaciones, tanto en Oviedo como en el resto de España y en el extranjero. Y que para contar las funciones a las que les he puesto cuatro estrellas me sobran los dedos de una mano. Poner cinco, para mí implicaría que todo (papeles protagonistas, secundarios, director musical, orquesta, coros y escenografía) fuera perfecto, lo que resulta casi imposible. En el caso de la "Norma" de este año, por ejemplo, a la que le he puesto tres estrellas, para poder ponerle en conciencia cuatro, tendría que haber habido un Pollione y sobre todo un Oroveso a la altura de la Norma y de Adalgisa. Y eso como mínimo, pues tampoco la dirección musical fue excelsa. La verdad es que procuro ser serio y honesto en mis opiniones, no "político". Otras personas ponen cinco estrellas a todas las funciones. Son distintas maneras de enfocar la cuestión.
- ¿Cuál es su secreto para que la Asociación "Alfredo Kraus" consiga atraer a artistas tan prestigiosos como Celso Albelo, Aquiles Machado, Ana Mª Sánchez o Leo Nucci?
- Son dos bien sencillos: el primero querer traerlos, y el segundo tratarles como se merecen. También, todo hay que decirlo, es relativamente fácil que acepten venir para homenajear a Kraus, un cantante respetadísimo por la mayoría de sus colegas.
- Haga balance de lo conseguido al frente de esta institución
-Creo honestamente que colaboramos a que se siga recordando con respeto y admiración a la gran figura que fue Alfredo Kraus. En ese sentido, aparte del concierto homenaje que todos los años le organizamos, estoy especialmente orgulloso de las jornadas que se le dedicaron en Los Cursos de La Granda con motivo del décimo aniversario de su fallecimiento, y de la edición del libro publicado el año pasado con el título "Alfredo Kraus. Una concepción del canto", cuyo autor fue el prestigioso crítico Arturo Reverter. Por otra parte me llena de orgullo el poder decir que, a pesar de la crisis, contamos con mas de 400 socios. También me satisface la modesta ayuda que podemos proporcionar a los cantantes que empiezan en este cada vez mas difícil mundo de la lírica.
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