Un reportaje de Magda Ruggeri Marchetti
Bologna Festival 2017 ofrece en su 36ª edición las mejores orquestas internacionales con los directores más famosos en diferentes secciones que se desarrollan en lugares destacados de la ciudad en primavera y otoño de este año. Sin duda la más conocida y concurrida es la sección Grandi Interpreti, que ocupa desde marzo hasta mayo el Teatro Manzoni. La ha inaugurado la mítica pianista Martha Argerich, que entra en el escenario precedida por el Ensemble ReEncuentros, un grupo de jóvenes talentos que se destacó en el Festival de Lugano. Ella ha sido la protagonista que convocó a un público que abarrota la sala, se presentó la última, rehuyendo el protagonismo solitario en el escenario. Los instrumentistas fueron Anton Martynov, violín, Lyda Chen Argerich (hija), viola, Jorge Bosso, violoncelo, Enrico Fagone, contrabajo. Argerich también prefirió mantenerse con su instrumento en un segundo plano al interpretar el Prélude à l’après-midi d’un faune de Debussy, con el famoso pianista Eduardo Hubert. El magnífico programa dio comienzo con Beethoven, siguió con Schumann y con las Canciones populares españolas de Manuel de Falla, para terminar con Shostakovich. El público, entusiasmado pidió varios bises, que fueron concedidos, y prorrumpió en largas ovaciones.
La estrella de la segunda cita fue András Schiff, como solista al piano y como director de la Chamber Orchestra of Europe, uno de los más importantes conjuntos sinfónicos del mundo musical, del que es miembro honorario. Intérprete de extraordinaria precisión y ganador de numerosos premios, colabora también con diversos conjuntos europeos y ha trabajado en varias ediciones del Bologna Festival desde 1986. Su programa como solista empezó con música de Bach, para seguir con Musica per archi, percussione e celesta de Béla Bartók, donde se exhibieron en torno al piano los solistas que colaboran con el maestro desde hace muchos años. Imposible traducir en palabras el horizonte tímbrico que emana de la fusión de timbales cromáticos, tambores, clavicordios, celesta, xilófonos, arpa, piano, doble quinteto de arcos y batería solista. Schiff pasó del podio al teclado con extrema naturalidad, y al final mereció un entusiástico coro de ovaciones con un emotivo cruce de aplausos: del director a sus colaboradores, felicitándolos de uno en uno, y del público a todos ellos.
Había una gran expectativa para el concierto del 19 de abril, no solo por la importante orquesta, sino sobre todo por el regreso del amado director Daniele Gatti, que se había despedido de la ciudad hace diez años, tras una década como director musical del Teatro Comunale. En los últimos años ha dirigido a las orquestas más prestigiosas, y actualmente es el chief conductor de la Royal Concertgebouw de Ámsterdam. En 2015 obtuvo el Premio Abbiati y en 2016 fue nombrado Chevalier de la Légion d’Honneur. Volvía ahora por una noche dirigiendo la Mahler Chamber Orchestra, de la que es Artistic Advisor desde hace dos años. Los dos compositores escogidos representan dos períodos de la música vienesa: Franz Schubert y Antón Webern, y percibimos en seguida que se trataba de una interpretación de gran precisión, que puso de relieve la fuerza de las partituras y logró un magnífico efecto sonoro. En la Langsamer Satz solo una breve alusión dodecafónica, seguida de una música tonal, cromática, casi pasional. Breve y denso el Fünf Sätze op.5 alternando tiempos veloces y lentos. Magníficas las sinfonías de Schubert. El entusiasmo del público mostró que sus expectativas se habían cumplido plenamente.
En mayo tendrán lugar cuatro conciertos importantes más de la sección Grandi Interpreti. Actuando por vez primera en Bolonia, la Luzerner Sinfonicorchester, dirigida por el maestro griego Constantinos Carydis interpretará el integral de las músicas de escena de Egmont de Beethoven, Ode a Napoleone Bonaparte de Schönberg y la Sinfonía en mi bemol K.543 de Mozart. Se exhibirán el famoso barítono Thomas Quasthoff como voz recitante, y la soprano Chen Reiss. El pianista ruso Arcadi Volodos, célebre por su dominio técnico y expresividad, ejecutará piezas de Schumann, Brahms y Schubert. Chiara Banchini, prestigiosa especialista del repertorio del siglo XVIII, dirigirá la Theresia Youth Orchestra que interpretará ouvertures y sinfonías de Boccherini y Haydn. Es habitual en esta sección presentar a un intérprete muy joven, y este año tocará a Seong-Jin Cho, un pianista coreano nacido en 1994, ganador del concurso Chopin de Varsovia en 2015, que ofrecerá, tras Mozart y Debussy, todas las baladas de Chopin.
En primavera también hemos escuchado en el Oratorio de San Filippo Neri parte de la reseña Talenti, que presenta a jóvenes músicos ganadores de premios importantes, como la pianista Elena Nefedova (Premio Venezia) y el Josef Suk Piano Quartet (Premio Trio de Trieste), o jóvenes revelaciones como el pianista Amadeus Wiesensee, que ha inaugurado esta sección. Como cada año, al final se asignará el “Premio del Pubblico” al mejor intérprete de la reseña, que obtendrá el privilegio de celebrar un concierto en otoño.
Tras la pausa estival, escucharemos la seccion Il Nuovo, l’Antico, que se dedica a Stockhausen, dieci anni dopo, una semana de septiembre densa de conciertos en el Oratorio, así como, en el Museo de la Música, conferencias, seminarios musicales, y una jornada de estudios sobre «Melodía y estructura en el último Stockhausen » a cargo de Mario Messinis, director artístico del Festival. Además del estreno italiano de Erwachen y de Unsichtbare Chöre, disfrutaremos de siete estrenos mundiales de trabajos inspirados en la música de Stockhausen, a él dedicados por conocidos compositores italianos de hoy e interpretados por expertos instrumentistas. En octubre Monteverdi sacro e profano presentará tres conciertos a cargo de «La Venexiana», «La compagnia del Madrigale» y del tenor Leonardo de Lisi, que ofrecerán una amplia selección de madrigales de Monteverdi y otros autores de la época. El ciclo barroco se concluye el 26 de octubre en la iglesia de Santa Maria dei Servi con Vespro della Beata Vergine de Monteverdi, interpretado por el «Collegium Vocale Gent» dirigido por Philippe Herreweghe. En noviembre seguirá la sección Ritratto d’artista, dedicada a Alexander Lonquich, refinado pianista y camarista. Junto al prestigioso violinista ruso Ilya Gringolts, al violoncelista Giovanni Gnocchi, y a la pianista Cristina Barbuti, se exhibirá en tres conciertos que recorren desde Schubert y Schumann hasta Debussy, Rihm y Janaček, para concluir con un recital como solista.
A lo largo del festival tendrán lugar numerosas actividades didácticas dedicadas a los alumnos de las escuelas de cada nivel, así como la presentación de novedades editoriales. En septiembre y octubre, el programa Intimités Liriques ofrecerá tres conversaciones-conciertos en el Museo de la Música, dedicadas a la poesía francesa en música entre los siglos XIX y XX. En mayo el Festival organiza un viaje a Praga con ocasión del concierto inaugural del «Festival Primavera de Praga». La organización ha incluido también la celebración de conciertos de beneficencia: uno en mayo del famoso violinista Uto Ughi junto con el pianista Andrea Lucchesini, y otro en noviembre de Accademia Bizantina y Ottavio Dantone. Bologna Festival es pues una manifestación importante para esta ciudad que, sin ser una gran urbe, es rica en tradiciones culturales, de larga vocación musical, y con un público entendido y exigente.
Foto: Roberto Sierra
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