“En esta sinfonía Beethoven tenía presente a Buonaparte, pero como era cuando desempeñaba el cargo de Primer Cónsul. Por entonces Beethoven lo estimaba mucho, y lo comparaba con los más grandes cónsules romanos. Yo y varios de sus amigos más íntimos vimos un ejemplar de la partitura depositado sobre su mesa con la palabra “Buonaparte” en el extremo superior de la portada, y en el extremo inferior “Luigi van Beethoven”, pero nada más. Ignoro si debía llenarse el espacio vacío, y en todo caso con qué. Fui el primero en comunicarle que Buonaparte se había proclamado emperador, y la cólera lo dominó y gritó: “Entonces, ¿no es más que un ser humano vulgar? Ahora también él pisoteará todos los derechos del hombre y se limitará a satisfacer su ambición. ¡Se elevará por encima del resto, se convertirá en tirano!” Beethoven se acercó a la mesa, tomó por un extremo la portada, la desgarró en dos y la arrojó al piso. Reescribió la primera página y sólo entonces la sinfonía recibió el título de Sinfonía Heroica.”
Este famoso episodio, descrito por Ferdinand Ries, alumno de Beethoven, ha dado lugar, a lo largo de los años, a abundantes teorías sobre la relación entre el genio de Bonn y el General de la Revolución Francesa (En más de una ocasión se ha dejado volar la imaginación más de lo prudente). Sin embargo, la certeza de...
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