Por Andrés Collado
Madrid. 12/VI/15. Teatro de la Zarzuela. Ballet Nacional de España. AALENTO: Idea Original y Coreografía: Antonio Najarro. Música: Fernando Egozcue. Director Musical de Orquesta: Joan Albert Amargós y José Antonio Montaño. Orquesta: Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid (ORCAM). Diseño de Figurines: Teresa Helbig (ACME). Diseño de Iluminación: Nicolás Fischtel (AAI). ZAGUÁN: Coreografía: Blanca del Rey (Soleá del Mantón); La Lupi (Milonga y Tangos); Mercedes Ruiz (Alegrías de Córdoba) y Marco Flores (Seguirilla y Guajira). Música: Jesús Torres. Dramaturgia: David Picazo. Diseño de Figurines: Yaiza Pinillos. Diseño de Iluminación: Nicolás Fischtel (AAI).
El nuevo espectáculo del Ballet Nacional de España, Alento y Zaguán, puesto en escena durante buena parte del mes de junio en el madrileño Teatro de la Zarzuela, ha superado con creces las expectativas que la compañía originó con Sorolla, su anterior producción.
A los puristas nos devuelve la danza en estado puro y nos regala un espectáculo lleno de melodía, técnica, armonía pero sobre todo de arte, de sublimación, de espectáculo de raza en estado puro mezclado con aires nuevos. Un giro argumental precioso que demuestra que se pueden hacer bien las cosas sin perder de vista la raíz, mirando hacia delante pero arriesgando para ganar un espectáculo que, sin duda, será recordado durante muchos años.
Se nota como se ha cuidado hasta el más mínimo detalle. Durante los dos ballets la iluminación, la música, el elenco, el vestuario son un todo, un magnifico juego armónico de bailes que continúan uno tras otro sin sobresaltos, contando una historia que sobrecoge, que engancha, que deja el corazón en un puño, que atrapa.
El acierto de Antonio Najarro, director del BNE, es de nuevo ir atrás conjugando la experiencia y las nuevas buenas formas del arte de la danza. Ha puesto en pie dos coreografías perfectas que casan espléndidamente juntas. En el caso de Alento, idea original del propio Najarro, la partitura, del compositor Fernando Egozcue, es interpretada en directo por la Orquesta de la Comunidad de Madrid (ORCAM) lo que hace de esta parte del espectáculo el comienzo perfecto desde el minuto uno. Y Zaguán con la música, también en vivo, compuesta por el guitarrista flamenco Jesús Torres, es un tablao de “madrugá”, una fiesta flamenca en estado puro, un “quejío”, un “amorío”, es fuerza y pasión, es voz con pies y manos.
La suerte para el Zaguán es contar además con un equipo al frente de grandes figuras que aportan mezcla y mucha fuerza al espectáculo: La Lupi y Marcos Flores, Blanca del Rey o Mercedes Ruiz apoyan la puesta en escena del cierre de este doble espectáculo.
Castañuelas, muchas castañuelas, ritmo, pasos en escena que dan paso a más pasos, más castañuelas, palmas, “zapateao”, viento, cuerda y percusión, guitarra y el juego de la luces pero sobre todo mantón. No hay palabras para describir la “Solea del Mantón”, ni para alabar lo suficiente a la bailarina Esther Jurado, porque encumbra el espectáculo hasta tal punto que casi eclipsa todo lo demás. Y sobre todo, elenco, un elenco de bailarines y bailarinas del Ballet Nacional, al completo, sobre la Zarzuela que ha demostrado una vez más que son una compañía fuerte pero sobre todo una compañía que no decepciona.
En Alento y Zaguán las palabras no conseguirán describir las más de dos horas en escena. En lo que no hay discusión es que es el espectáculo de danza de la temporada y los asistentes unos privilegiados.
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