Los días 12, 14 y 15 de febrero, el salón de actos de la Fundación Juan March de Madrid acoge el estreno de la opereta Cendrillon, obra con música y letra de Pauline Viardot, que se ofrecerá bajo la dirección escénica de Tomás Muñoz y la dirección musical de Aurelio Viribay. Viardot, cantante y compositora francesa de origen español e hija del tenor Manuel García, compuso Cendrillon basada en el cuento de La cenicienta de Charles Perrault. Esta opereta francesa se estrenó en un salón nobilitario en París en 1904.
¿Por qué poner en escena "Cendrillon" de Pauline Viardot?
Miguel Ángel Marín, como director del programa de música de la Fundación Juan March, tenía en mente introducir en su programación obras escenificadas y se puso en contacto conmigo para proponerme hacer "Cendrillon" de Pauline Viardot, conocedor del hecho de que yo había asumido la parte musical de un montaje anterior de esta obra. Casualmente, en la época en la que contactamos, me encontraba inmerso en la preparación de un proyecto similar: una ópera de cámara para cuatro voces y piano, "What price confidence", compuesta en 1945 por Ernst Krenek. La representación tuvo lugar en los Teatros del Canal de Madrid, Miguel Ángel Marín asistió y posteriormente conversamos e incluso reclutó para "Cendrillon" a algunos de los cantantes participantes en esta ópera de Krenek.
¿Se ha realizado una edición crítica?
No se ha llevado a cabo una edición crítica de la partitura de "Cendrillon", pero sí ha habido que corregir numerosas erratas presentes en la edición disponible, que data de 1904, lo que ha obligado a tomar algunas decisiones. En cualquier caso, la obra se interpretará completa. Se trata de una opereta de menos de una hora de duración que incluye una escena con una fiesta que hemos aprovechado para incluir algunas de la mazurcas de Chopin arregladas para voz y piano por Pauline Viardot.
¿Qué tipo de obra y producción vamos a encontrarnos?
Me parece muy importante puntualizar que "Cendrillon" de Viardot es una opereta de cámara compuesta originalmente para voces y acompañamiento de piano. Lo que vamos a interpretar no es una reducción pianística de una orquesta o grupo instrumental, sino una opereta de cámara concebida para piano como único apoyo de las voces, dado que fue compuesta destinada a un salón, no a un teatro de ópera. Por tanto la obra se interpretará tal y como fue concebida, en su formato auténtico y original. Como opereta que es, está integrada por partes cantadas que se alternan con partes habladas. En las partes cantadas se ha respetado el idioma original francés, mientras que la partes habladas han sido traducidas al español por Carmen Torreblanca. Habrá una proyección del texto cantado traducido al castellano para que el público pueda seguir la sencilla trama de esta opereta que no es otra que la del célebre cuento de "La cenicienta" de Perrault. El montaje escénico, dirigido por Tomás Muñoz, es muy limpio y sencillo, acorde con el espíritu de este cuento universal.
¿Cree que el formato de cámara es una de las posibles salidas de la ópera a la crisis económica?
Es posible que la recesión económica propicie que programadores, intérpretes y públicos dirijan su interés hacia los formatos camerísticos y reducidos, que por otro lado tampoco es que hayan faltado durante los años de bonanza económica. Lo ideal es que el público tenga acceso a una oferta musical que abarque la enorme variedad de formatos, estilos y épocas posibles. En cualquier caso, la música de cámara, tanto instrumental como vocal, encierra tal riqueza, tanto desde el punto de vista cualitativo como cuantitativo, que siempre es positivo que su programación se vea potenciada. Mucha de la música que escuchamos hoy en día en salas de conciertos fue pensada para ser interpretada en salones o en el ámbito doméstico, una costumbre que lamentablemente hemos perdido en gran parte hoy en día. Recuperar este espíritu de la "Hausmusik", de las schubertiadas y de las veladas musicales en salones, más allá del ámbito "oficial" y a menudo algo encorsetado de los conciertos, me parece una idea muy atractiva.
¿De qué tipo de obra estamos hablando?
"Cendrillon" fue estrenada en París el 23 de abril de 1904. Cuando Pauline Viardot puso música a su propio libretoes bastante probable que tuviera en mente la famosa "Cenerentola" de Rossini que ella había cantado. El reparto incluye tres sopranos, una mezzosoprano, dos tenores y un barítono. El papel del Hada Madrina está bien definido para una soprano ligera, que casa bien con el carácter etéreo y delicado de este personaje. El rol de Cenicienta puede ser abordado por una soprano lírica o lírico ligera, mientras queel de la hermanastra Maguelonne es apto para una soprano lírico-ligera. Esta última interviene en todo momento cantando a dúo de forma alternativa o simultánea con su hermanastra Armelinde, para la que Viardot pensó en una mezzosoprano buscando el contraste con Maguelonne. De los dos tenores, el que interpreta a Barigoule es más ligero que el Príncipe, y más lírico este último, especialmente en su dúo con Cenicienta. Tanto Barigoule como el Barón (barítono lírico) tienen pasajes de agilidad, el primero en su aria y ambos en su dúo del tercer acto.La parte pianística está muy bien concebida para este instrumento, no en vano Pauline Viardot fue una excelente pianista. Además de algunas partes meramente instrumentales destinadas al piano, los números vocales que conforman esta opereta son solos, arietas, arias, dúos, tercetos y concertantes. Debido a sus numerosos números de conjunto esta obra demanda una cuidada labor concertante y el logro del resultado final depende en gran medida de este trabajo de conjunto, más que de la individualidad de cada cantante.
¿A qué suena "Cendrillon"?
"Cendrillon" contiene una música asequible y agradable de escuchar, más propia del estilo de las canciones y obras pianísticas de la música francesa de salón de finales del siglo XIX y principios del XX que del estilo operístico francés propio de la época. Pauline Viardot recurre a una escritura vocal y pianística tradicional, sin salirse de lo tonal, pero utilizando con acierto diferentes recursos compositivos que proporcionan variedad y colorido a una partitura que consigue caracterizar con gran ingenio los distintos personajes y situaciones.
¿Le parece Pauline Viardot una compositora de interés?
Pauline Viardot me parece una compositora de gran interés, especialmente en cuanto a su obra vocal, pero también es una personalidad fascinante, por lo polifacético de sus actividades musicales, por la cantidad e importancia de los artistas, músicos y literatos de su época con los que se relacionó, y también como por la intensa vida que llevó, que sin duda podría ser objeto de una interesante película.
¿Qué aspectos de la partitura le parecen más interesantes?
La unidad que logra Pauline Viardot a través de una serie de temas que se repiten a lo largo de la obra y que están relacionados especialmente con personajes, aunque también con situaciones de la escena, con lo que la compositora evita que su opereta se convierta en una sucesión de fragmentos musicales inconexos, contribuyendo en gran medida a aumentar el valor de esta inspirada miniatura, que es una auténtica joya musical.
Usted es uno de los profesionales más activos del país. ¿En qué momento se encuentra su carrera y cuáles son sus próximos proyectos?
Llevo quince años en Madrid desde que dejé Viena, la ciudad en la que me formé musicalmente y en la que ejercí como profesor de repertorio vocal en la Musikhochschule y en el Conservatorio de la ciudad, y actualmente me considero enormemente afortunado de poder vivir haciendo lo que me gusta, que es desarrollar mi actividad como pianista acompañante de cantantes. En este ámbito esta temporada incluye recitales con cantantes como Pilar Jurado, Saioa Hernández (canciones de Verdi y Wagner), Sonia de Munck (canciones de Joaquín Rodrigo), Marta Knörr (estreno de una obra de David del Puerto, canciones de Cabaret de compositores "clásicos"), Pablo García López (canciones de Manuel García), José Manuel Montero ("Die schöne Magelone" de Brahms), Mercedes Arcuri (canciones latinoamericanas) o con el Cuarteto Vocal Cavatina y otros cantantes. Además con mis alumnos en la Escuela Superior de Canto de Madrid hemos llevado a cabo un recital monográfico con canciones de Salvador Bacarisse conmemorando el Cincuentenario de su fallecimiento en 2013. En el ámbito discográfico está próximo a editarse un CD grabado con el tenor Guzmán Hernando que incluye canciones de Fauré, Poulenc, Ravel, Falla y Montsalvatge. Espero también ilusionado la edición de mi primer libro, un estudio sobre la canción de concierto de los compositores pertenecientes al Grupo de los Ocho de Madrid que me ha llevado varios años de trabajo y que va a ser publicado en breve por la Editorial Doble J.
Además de intérprete, también ha trabajado en la edición de un medio de comunicación. ¿Cómo fue la experiencia y dónde ha quedado el proyecto?
Desarrollé con ilusión durante varios años una labor como editor de una revista digital de música. Finalmente mi actividad concertística y docente sumada a la realización de mi tesis doctoral, que defendí hace poco más de dos años en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, me impidieron continuar dicha labor, para la que no encontré alguien dispuesto a tomar el relevo, razón por la que hubo que abandonar el citado proyecto editorial.
Realice un análisis del estado actual de la música en nuestro país. Desde su punto de vista, ¿cuáles son sus virtudes y defectos? ¿Qué cosas cree que debieran mejorarse?
Actualmente vivimos un momento de cambio en cuanto a modelos y formas de gestión, financiacióny marketing cultural, cambio en cuanto formas y hábitos de consumo cultural, cambio en cuanto a formatos y distribución discográfica... la sociedad está cambiando, la economía ha entrado en recesión y todo ello ha formado un cóctel explosivo que ha amenazado con llevarse por delante parte de las infraestructuras musicales creadas en España durante los últimos años. Pero creo que el sector musical está reaccionando con creatividad y con energía. En nuestro país hay excelentes músicos y gestores cada vez mejor preparados, y no falta talento ni capacidad de trabajo. Para sacar mayor partido de este excelente capital humano habría que potenciar la presencia de la música en las diferentes etapas educativas, para que la música en particular y la cultura en general, fueransentidas por ciudadanos y gobernantes como una necesidad, y no vistas como un lujo del que podemos prescindir. Creo que la clave de cualquier mejora cultural pasa por la educación, y ahí es donde sí nos queda un enorme camino por recorrer.
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