Entre los numerosos documentos sonoros que Arthur Rubinstein dejó a lo largo de su trayectoria, destaca la importancia de esta magnífica entrevista, realizada en su día por Robert MacNeil, en la que Rubinstein se muestra, como siempre, generoso y honesto en detalles vitales de gran importancia. En el documental, el gran pianista polaco realiza un confidencia tan sorprendente como reveladora de su personalidad, narrando el día en el que intentó suicidarse: «Mi felicidad, la sensación y la consciencia de esa felicidad vino justo después de un intento de quitarme la vida. Quise suicidarme a la madura edad de 20 años, porque llegué a una suerte de hora cero, si puedo llamarla así. No había nada para mí. Estaba atrapado en Berlín camino de París. No podía llegar allí porque no tenía dinero. Prometí volver con algún dinero y luego volver a dar conciertos. Estaba en un hotel en Berlín en el que ya no podía pagar mi habitación. La mujer a la que amaba muchísimo estaba casada y me prometió divorciarse. No lo hizo y rompió conmigo. No me atrevía a hablarles de eso a mis padres. Estaba completamente aislado de ellos, nadie sabía dónde estaba. Intenté suicidarme y sigo estando vivo; vamos, que no funcionó. Intenté ahorcarme y me caí al suelo. Era infeliz y toqué un poco el piano y luego tenía mucha hambre. Cuando salí a la calle, había vuelto a nacer de alguna manera. Estaba renunciando a mi vida y luego la recuperé. Pero esta recuperación fue muy extraña. De repente me di cuenta de lo tonto que era antes. De que la vida no depende en absoluto de cosas que uno puede pagar en un hotel, o como que una mujer te deje, o que la carrera se interrumpa. La vida es lo que te da. Está delante de ti", concluye.
Compartir